El impacto medido en resultados de los cursos de marketing en Uruguay es francamente pobre. Los resultados se pueden medir por varios lados: por la capacidad para generar emprendedores (porque en parte esa es nuestra responsabilidad), por la capacidad para insertarse laboralmente (y ese porcentaje tiende a cero en cursos de marketing no universitarios) y por la capacidad de generar individuos con autonomía y criterio para la toma de decisiones. Todos estos aspectos demuestran las falencias que existen al centrarse exclusivamente en un objetivo recaudador. Hay varios aspectos que debemos analizar para descubrir las causas del fracaso y muchos más para desvelar los secretos del éxito. En primer lugar, la masividad opera en contra del proceso de enseñanza-aprendizaje. Claramente es inviable poder generar verdadero conocimiento en un contexto de más de 15 alumnos. La división "horas sobre cantidad de alumnos" es clave para generar resultados. 

La incapacidad para tomar decisiones está generada en la propia metodología y en  el perfil de los docentes de los cursos que actualmente se imparten. Y en ambas situaciones las falencias se dan por el predominio de aspectos teóricos y filosofícos por sobre aspectos prácticos y tangibles. El estudiante no necesita conocer conceptos, sino su implementación e impacto en la realidad. Muchos estudiantes son incapaces de medir el impacto directo y residual que provoca una acción de marketing. Y eso, entre otras cosas, se dá porque el docente nunca tuvo la experiencia práctica de generar esas acciones. Siempre estimulo a los interesados en cursos que exigan conocer el perfil del docente, hoy es muy fácil conocer sus antecedentes en el universo online.

Pero en términos generales hay un error sistemático que se cometen en muchas instituciones. Un proceso efectivo de aprendizaje está generado por la combinación de varios factores. Tener una metodología práctica, centrada en la acción; un docente/facilitador con probados casos de éxito predicando con el ejemplo lo que enseña; un temario siempre actualizado y un sistema de evaluación sin pruebas escritas (porque no existen en la realidad) son aspectos que garantizan resultados. Esos aspectos sólo pueden ser implementados sí existe una coordinación total y no se deja librado al azar cada detalle. Coordinar el 100% de la experiencia de usuario es el secreto para que los cursos de marketing inicien el círculo virtuoso. Nos vemos en la próxima.