Mitos y Verdades del Sexo
Los temas de sexo, nuestros, de cada dìa.

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07.08.2010 17:45 / artìculos


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Desde hace varios años me dedico a la sexología clínica y desde mi experiencia, puedo decir que, aunque sigue siendo mayor el número de varones que concurren a la consulta, la mujer ha venido incrementando su demanda , por distintos motivos.

La anorgasmia puede clasificarse en:

Primaria cuando la mujer nunca tuvo un orgasmo en su historia sexual o Secundaria si lo ha tenido en otro momento pero ha perdido la capacidad de orgasmar por razones que hay que evaluar.

Es Total si la mujer carece totalmente de respuesta o Parcial, Selectiva o Situacional, si lo logra en ciertas ocasiones o con ciertas personas y no con otras.

Algo interesante a saber sobre el orgasmo, es que( si lo vemos desde el punto de vista fisiológico), es un reflejo y como tal cada persona tiene distintos umbrales para que este ocurra.

Hay mujeres que lo logran con mucha facilidad o son multiorg?smicas, y otras no lo logran sino con ciertos estímulos, o no siempre, sino por ejemplo, cada 2 o 3 relaciones.

Lo importante es que ambos casos pueden ser totalmente normales, cada mujer tiene sus propios tiempos y ritmos en la vivencia de su sexualidad y es muy bueno que pueda conocerlos para disfrutar de sus capacidades.

El orgasmo puede afectarse por distintos factores:

Por inhibición psicológica

Por estados emocionales

Por drogas o enfermedad médica.

Existe una controversia entre lo que es normal o anormal en cuanto al orgasmo.

Personalmente creo que la anorgasmia primaria o total, sería la única que requiere un tratamiento importante para poder brindarle a la mujer la posibilidad de encontrar sus capacidades y ayudarlas a encontrar su propio ritmo y frecuencia.

En los casos donde la mujer es orgásmica pero el problema es la intensidad o la frecuencia, así como el modo de lograrlo, debemos tomar en cuenta varios factores antes de indicar un tratamiento, ya que esa respuesta es generalmente la normal para esa mujer, y lo normal no requiere un tratamiento, s? puede requerir una orientación, apoyo y poder brindarle algunas herramientas para lograrlo de distintas maneras y variantes, si es lo que ella demanda.

Ps.Sex.Carolina Villalba



01.08.2010 17:26 / artìculos


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En realidad en nuestro país no existen estadísticas al respecto pero, sí  se sabe que es una situación que existe y podemos encarar este tema desde diferentes ópticas.

Puede haber como decíamos diferentes casos:

Uno de ellos, serian matrimonios, donde uno o ambos miembros de la pareja sean bisexuales , es decir que se sientan atraídos por personas de ambos sexos indistintamente, esto puede ser conocido o no por la otra parte , y aceptado o no.

Muchas veces por un tema cultural es mucho mas aceptada la bisexualidad femenina en la pareja que la masculina, personalmente he realizado un trabajo de investigación sobre intercambio de parejas y swinger, y he encontrado entre muchos otros datos, que al querer incorporar un tercero en la pareja, se solicita, mucho mas, una mujer para la mujer ,que un varón para el varón, cifra que es casi nula.

Por lo general el bisexual casado, actúa su bisexualidad, por períodos, siendo la mayoría de sus experiencias sexuales heterosexuales con su pareja. Sea varón o mujer.

Otro caso,  serían los individuos casados que no se consideran bisexuales sino que en realidad como homosexuales en distintos grados. Esto lo podemos aclarar con un ejemplo: un varón  que se casa con una mujer forzándose a vivir una vida  heterosexual llevado por el temor a la condena social, familiar, religiosa o moral , que  haya incorporado en su formación o educación, o buscando demostrarse algo a si mismo.

Pero no siente, ni nunca sintió, atracción sexual por ella, aunque si puede establecer lazos muy fuertes afectivos , hasta podría existir un tipo de amor entre ellos.

Pero ha reprimido el actuar su verdadera orientación sexual aunque  quizás, si su moral interna se lo permite (dependerá del grado de represión generadora de culpas y temor), puede  llegar a utilizar fantasías homosexuales para llevar adelante su sexualidad heterosexual.

Puede que nunca haya tenido una experiencia  homosexual, pero puede que, clandestinamente a través de encuentros ocasionales o hasta por servicios sexuales, tenga encuentros, los cuales se ocupe, cuidadosamente de ocultar.

Muchas veces esta situación se mantiene por años, o por siempre, esta lucha por sostener la situación que cree correcta.

Pero puede ser también, que en algún momento se manifieste con todas sus fuerzas y decida cambiar, muchas veces este cambio implica un giro de 180 grados en su manera de vivir y se puede ver reflejado hasta en su apariencia. Se da una especie de liberación y de encuentro con su propio ser, que se mantuvo retenido por años, y deposita en su “nueva vida” toda la energía que utilizaba para mantener su  sexualidad reprimida.

Otro caso puede ser  el de parejas donde uno de los miembros sea bisexual pero que por propia libre elección y decisión, se vincule sexualmente solo  con uno de los sexos, formando su pareja estable o su familia,  aunque sus fantasías permanezcan siendo bisexuales y sienta atracción por ambos sexos por igual.

De estos 3 casos el 2do. Es el que mas compromete la estabilidad emocional de los involucrados, tanto para el que vive la represión y posible posterior liberación, como para la pareja que puede llegar a enfrentarse a un cambio dramático en su pareja, situación que puede nunca haber presentido.

Muchas veces estas parejas tienen hijos, quienes en este caso, también se enfrentan a diferentes grados de conflicto.

Pero quien tiene la culpa?

El reprimir la vivencia homosexual, viene de la mano generalmente de miedos. Estos miedos son sustentados y alimentados con frecuencia por la homo fobia, que es el rechazo hacia la homosexualidad. Una sociedad homo fóbica condena cualquier comportamiento no heterosexual, por no adecuarse a los valores en los cuales se apoya (condena religiosa, problemas con los roles , imposibilidad de sexualidad reproductiva, etc.). Es cierto que actualmente se cuestionan mucho mas que antes los prejuicios y esto favorece el valorar de manera  positiva a las distintas orientaciones sexuales. Pero aún hay mucho camino que recorrer.

 

 



23.07.2010 01:54 / artìculos


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Un partido de fútbol, desde el punto de vista simbólico podría representar un encuentro sexual.

Analizando su representante simbólico y machista, podremos entender por qué los varones son sus mayores adeptos. En este acto simbólico, la contienda sería entre quienes quieren poseer y penetrar, y los que van a defender el arco propio (su integralidad sexual y virilidad).

En el juego va haber un goleador (penetrador), al cual suele atribuírsele más poder viril, si vence las resistencias y logra penetrar el arco, y el arquero vencido, de alguna manera perderá poder viril y será de manera simbólica entonces, "penetrado".

La pelota sería la extensión del pene del goleador, el gol sería entonces el acto de penetración y el grito y explosión que detona, el orgasmo. Algo interesante y contradictorio para una representación tan machista es cómo, en realidad, el fútbol se adecuaría al modelo del mito que impone la idea de que las mujeres desean un acto sexual con muchos juegos previos y no sólo centrado en la penetración.

Si lo observamos desde este punto de vista, el fútbol es uno de los juegos con más previas y menos penetraciones. Es muy frecuente que los seguidores e hinchas del fútbol utilicen, luego de que su equipo gane un partido, ciertos comentarios refiriéndose a los perdedores con claros conceptos sexuales de dominación y control. "Les rompimos el c…", "se lo hicimos bien", "les dimos para que tengan", "los sentamos", etc., son dichos populares que no es difícil escuchar de varones entusiasmados por la victoria de su cuadro.

Pero ¿por qué es tan frecuente y hasta disfrutada esta manera de referirse a los varones perdedores? Para explicar y entenderlo debemos referirnos a la muy antigua, pero aún vigente, filosofía machista.

Para el "macho" es un valor muy importante el resguardo de su virginidad sexual anal y por supuesto que nada ni nadie, nunca, ose acercarse a esa zona tabú y censurada de su cuerpo.

Esto no quita que sí se maneje como posible y aceptado, el poder romper esta barrera de otro varón, lo que significaría en la jerga machista, probar que el otro no es tan "macho" y ganarse el liderazgo. Esto sucede como pulsión muy primitiva ya que se pueden observar conductas, en algunos primates, donde los machos poseen analmente a otros para marcar quién tiene el poder y determinar rangos en el momento de luchas territoriales o por las hembras. Para esta filosofía, los verdaderos "hombres" no se dejan someter, sino que son los que someten a otros, esto marcará el valor de cada uno.

Es común entonces, que se utilicen bromas o frases irónicas, refiriéndose a esta dominación anal entre varones. Las bromas en realidad son una manera de transmitir, de forma menos dramática, las intenciones y reales motivaciones del pensamiento que se encuentra subyacente.

Detrás de una broma suelen encontrarse ideas de discriminación y menosprecio a distintas maneras de vivir o ser, o a lo que uno no querría para sí mismo. No podemos olvidar que para los "machos" la idea de penetración anal está ligada a la homosexualidad, orientación que simboliza, para ellos, la pérdida de la virilidad y la hombría.

Estos conceptos tan extremos del machismo han generado mitos que se transmiten generación a generación y que terminan influyendo en muchos varones que, aunque no fieles a la filosofía, caen en sus redes. Es muy común que los varones se nieguen al estímulo anal por sus parejas heterosexuales aunque ésta sea una zona erógena que podría generarles placer. He escuchado muchas veces comentarios de varones que llegan al extremo de decir que prefieren tener un problema de salud, antes que ir al urólogo, si esto implica el tacto rectal.

Todo esto se sustenta por la falta de información y educación sexual en las sociedades, y las falsas creencias que toman el poder y dominan los pensamientos de tantos.

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Sobre mí
Carolina Villalba,Psicóloga Especialista en Sexología Clínica egresada del (IUCS), dirigido por el Prof. Dr. Andrés Flores Colombino. Es Miembro de SUS(Sociedad Uruguaya de Sexología) y de SASH( Sociedad Argentina de Sexualidad Humana). Participante y expositora en múltiples congresos y seminarios internacionales. En internet, es responsable de la web www.sexualidadplena.com, y espacios en radio, tv y prensa escrita en Uruguay y Argentina.

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