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Ciudadano, mujer, madre, socióloga, vivo en el mundo circunstancialmente
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30.09.2023 09:32

De cara a un nuevo proceso electoral.

A pesar de que no todos los candidatos a las internas, de los diferentes partidos políticos, están definidos, el clima electoral se va sintiendo en la Opinión Pública.

Los partidos políticos trabajan sobre lo que creen les podrá hacer ganar las elecciones, intentando minimizar los errores y tratando de maximizar las “ganancias” que determinados enfoques temáticos le pueden acarrear.

Poco, diría, o casi nada nos ocupamos en observar y fijar opinión en el funcionamiento interno de los partidos. ¿Es que sus estructuras responden a las necesidades coyunturales nacionales e internacionales, de un nuevo siglo ya avanzado? ¿O se mantienen las antiguas estructuras y mecanismos de funcionamiento, con mínimas modificaciones dadas muchas veces por la impronta de la permanencia, aparición o desaparición de líderes que no siempre resultan ser tales?

En épocas de medios de comunicación masiva, y no hablo ya de la vetusta oferta televisiva, una un poco más renovada oferta radial, sino de los medios masivos que influencian sobre la OP que son las redes sociales, vemos como los actores políticos se centran en marcar las diferencias comparando las acciones pasadas con las acciones presentes y futuras. Las preguntas siguen siendo las mismas, y eso no es lo preocupante, lo preocupante es que las respuestas, siguen siendo las mismas.

Pero el medio ya no es lo esencial, lo esencial debería ser la adaptación de la estructura partidaria y principalmente su funcionamiento, sus procesos, para no solo parecer democráticos sino también serlo y poner a resguardo la organización y sus bases.

Pocas o ningunas propuestas se observan en el horizonte, sobre los comités de ética, de cómo reforzarlos, de que´ lugar deben ocupar a la hora de resguardar la ética y las buenas prácticas en la política uruguaya. Cuáles serán los mecanismos de control y de penalización a las desviaciones que se cometan a la hora de gobernar. ¿Es que al menos tenemos claro lo que hay que conservar y lo que hay que desechar?

El empoderamiento por parte de la ciudadanía sobre el instrumento que representan los partidos políticos, que no son propiedad de los actores políticos, sino de la ciudadanía en su conjunto, incluidos los que poco interés dicen tener sobre la política, es vital para la democracia. Los partidos políticos no pueden ser un local donde se venden y compran ideas, promesas, sino un lugar donde se generen a través de la participación y en igualdad de condiciones, las ideas que se proyecten al futuro y las formas de hacerlas efectivas.

Participar de la elaboración de los programas de gobierno, como hoy lo esta´ haciendo el FA con la discusión en cada comité´ de base, de sus bases programáticas, no alcanza. La ciudadanía puede marcar prioridades para el próximo gobierno, pero no va a gobernar, lo que si´ debe tener presente y nadie lo ofrece, es la participación activa en la organización interna de las organizaciones político partidarias.

Queremos un mejor sistema político, que traspase la posibilidad de votar los candidatos internos, la ciudadanía debe tener la oportunidad de manifestar y obligar a corregir los mecanismos viciados que llevan a que, algunos ciudadanos pasen en determinados períodos a sentirse desalentados y desconfiados de lo que el sistema y algunos actores ofrecen. No es un problema de promesas incumplidas, siempre habría´ matices y excusas, es un problema de que parece que nada cambia en la política uruguaya. Hay como una repetición constante de hechos desviados que no permiten avanzar hacia una sociedad mejor. El FA debe encabezar y embanderar sus propuestas de futuro con medidas concretas para combatir la corrupción, la deslealtad, el amiguismo y las desviaciones de todo tipo en la conducta de sus representantes y también de sus militantes con responsabilidades.

Los ciudadanos, queremos ver, en primera línea de los planes futuros que ofrecen los partidos políticos, la palabra ética, la palabra moral, la palabra corrupción, el concepto inconducta política, entre otros conceptos y queremos gente trabajando en los mecanismos para que no se conviertan en palabras e ideas vacías que haga sonreír con sorna a algunos desleales ciudadanos que nos solicitan el voto.

No queremos ver al sistema político utilizando sin escrúpulos campan~as marketineras que vendan, estimulando nuestra imaginación, jugando con la necesidad de imaginar que el futuro será mejor, vendiendo las mismas respuestas para luego llegar al mismo punto, al “futuro que nunca llega”.

 


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31.03.2020 20:41

Coronavirus

No es el virus lo que nos ataca, es lo generado por nosotros mismos como individuos y como sociedad lo que se está volviendo en contra de nuestra supervivencia.

Seguramente, a la larga le echaremos la culpa a los conductores políticos y a quienes los han votado, los xenófobos le echarán la culpa a los asiáticos, los gobernantes le echarán la culpa a la población que no hizo caso a las recomendaciones, en Uruguay le echaremos la culpa a Carmela, el cambio climático seguramente estará sobre la mesa, el hacinamiento, el miedo convertido en pánico, el egoísmo disfrazado de solidaridad, etc. y así seguiremos sin ver cuál ha sido el verdadero motivo de este caos generalizado. Porque insisto, no es el virus, es el caos generado por nosotros mismos.

Finalmente, no necesitamos un extraterrestre, fue otra forma de vida microscópica, que convive con nosotros y muta al igual que nosotros. Esa microscópica forma de vida está poniendo en evidencia nuestras carencias como sociedad y nuestra incapacidad individual de prever situaciones, adelantar soluciones y pensar en distintos planes ante eventuales situaciones que desborden nuestra propia y colectiva organización.

Pero los momentos de crisis siempre son oportunidades de cambio, personal y colectivo ya que todos, alrededor del mundo, nos estamos viendo afectados. Y de nada habrá servido para nuestra vida futura, si no somos capaces de analizar y aprender de esta experiencia. Entre otras cosas, de darnos cuenta cuáles son las necesidades básicas, y cuáles de los satisfactores de esas necesidades no son imprescindibles y en qué medida han comprometido la vida en sociedad. Qué cosas materiales nos dan satisfacción en momentos como éstos y qué necesidades no materiales no son satisfechas ahora.

Luego, cuando la amenaza esté controlada, cuando el miedo y la duda se vuelvan certezas, entonces podremos comenzar a pensar con claridad, qué cosas, qué situaciones, qué procedimientos, qué pensamientos, qué explicaciones fueron fundamentales para ayudarnos a sobrevivir. Cuáles de nuestros comportamientos nos puso en riesgo y cuáles fueron capaces de salvarnos la vida (en el sentido más amplio de la palabra), qué nos mantuvo sanos y no solo del coronavirus. A qué estamos atados, y a qué estamos dispuestos a seguir atados, a dónde nos llevó el cinismo y a dónde nos llevó la verdad en el caso de haberla conocido. 

Hacia dónde nos conducen los dogmas, los conocidos y expresados, los de apariencia inofensiva o inexistente. La filosofía es la herramienta que abrirá nuestras cabezas si la dejamos entrar, pero sabiendo que la verdad absoluta no existe y que la herramienta es para la búsqueda constante…

Si pensamos que superar los problemas económicos desde el punto de vista individual, nos abrirá las puertas de un nuevo mundo, estamos equivocados. Los problemas económicos son fáciles de solucionar, se necesita voluntad política y sentido comunitario. Los problemas sociales son más difíciles porque  debemos repensarnos como sociedad y como individuos participantes de ese colectivo, con sentido común y sentido comunitario.

Si todos cumplimos con nuestros deberes (los que nos dimos como sociedad y que responden al sentido comunitario) nuestros derechos, los que nos aseguran vivir en libertad y satisfacer nuestras necesidades, están asegurados, al menos en las democracias, forma de gobernarnos, con la que nos llenamos la boca.

De dónde parten nuestros problemas, no desde cuando, que ese dato es casi inútil, solo ha servido para justificar lo que no hemos logrado cambiar. Cuál es nuestro punto de partida ahora, partimos de una realidad que nos iguala y nos envuelve a todos; de la muerte que está a la puerta de cada una de nuestras casas, fábricas, all inclusive, escuelas, ciudades, países…y de la que, la acumulación de riqueza no nos salva.

Hace unos años leí un artículo que decía que si la malaria estuviera presente en el primer mundo, entonces seguramente ya se hubiera encontrado una vacuna, esta crítica puede aplicarse ahora, ya que esta pandemia del coronavirus ha generado mucha alarma por dos razones bien claras, se expande con rapidez y ataca a todos sin distinción de clase socio económica. Es un virus democrático e igualitario sin dudas.


 


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18.07.2018 11:09

Un problema de autoridad.

Nada de lo que diré en este artículo, es nuevo. Pero, si ya fue dicho, no está mal hacer el aporte de reincorporarlo a la mesa de trabajo.

Es más, lo hemos experimentado en carne propia, y me refiero al resultado obtenido a partir de la generación de una atmósfera socio política que comienza con cuestionamientos (aunque esos siempre existen) pero que luego los hechos van dándole fundamentos para la pérdida de prestigio de los actores políticos en los que la sociedad basó su creencia como instrumento de mejora de su calidad de vida. Y cuando hablo de calidad de vida estoy pensando en poder de compra, en igualdad de oportunidades, en puestos de trabajo, en sistema de salud, en educación, en seguridad. Todo esto se puede resumir en algo muy presente en nuestra idiosincracia, la libertad. 

Ese desprestigio que comienza a afectar a los actores políticos de primera, segunda o enésima línea, envuelve luego al gobierno y va socavando su autoridad. 

Cuando hablamos de autoridad no hablamos de ejercicio de la coerción, ni de la violencia, o su versión más difundida, el autoritarismo. La fuerza aparece cuando la autoridad fracasa dice Arendt, quien indica también que el síntoma más claro de la dimensión de la crisis de autoridad es que se extiende a áreas prepolíticas como la educación, y la crianza de los hijos. En esos ámbitos dice Arendt, “la autoridad siempre fue aceptada como una necesidad natural… como por necesidad política de la continuidad de una civilización establecida que puede asegurarse solo si los recién llegados por nacimiento son guiados a través de un mundo preestablecido en el cual nacen como extraños”.

Tampoco sirve, cuando la crisis está establecida, intentar algún tipo de persuasión, porque la autoridad dice Arendt es incompatible con la persuasión. Por qué razon? Porque la persuasión presupone una relación de igualdad, requiere de argumentación y eso automáticamente deja a la autoridad en suspenso.

La autoridad requiere jerarquía y el reconocimiento de esa jerarquía, que en definitiva está basada en la legitimidad de quien debe ejercerla. La jerarquía no necesariamente tiene que estar ligada a una persona, la jerarquía puede estar en una institución o en las leyes, pero lo que seguramente sí es necesario una creencia y una credibilidad en los hombres que están al frente de esa jerarquía.

La religión y la tradición, dos patas donde la autoridad se manifestaba y apoyaba, han ido debilitándose por el devenir del desarrollo, en esta etapa asistimos a la pérdida de autoridad como el tramo final de ese debilitamiento.

En Uruguay la religión no ha sido de fuerte anclaje para la representación de la autoridad, pero la tradición política institucional sí lo ha sido. Esta situación que hoy vivimos de inseguridad está fuertemente ligada a esa debilitada o desdibujada relación social con la autoridad, y como bien dice Arendt ya ha colonizado las áreas sociales de donde nace el hilo conductor de la sociedad del futuro.

Cómo revertirlo, será tema para otro artículo.

 

Jacq



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25.01.2014 22:13

Si Uruguay es excelente en algo, seguramente tenga que ver en las exigencias del mercado externo. El mercado interno, aún no sabe de eso.

No somos educados para la excelencia, o al menos para tender a ella. Generalmente el alentar a nuestros hijos a obtener las mejores notas en la escuela o en la secundaria tiene que ver más con la competencia imaginaria que entablamos con nuestro vecino, amigo o compañero de trabajo. Es escaso el individuo que apuesta a la excelencia de dar lo mejor de sí. Dando lo mejor de sí, no es tan visible, no se luce tanto, porque en realidad y más allá del esfuerzo, se puede o no se puede alcanzar los parámetros con los que medimos el éxito.

Parecería que la opción entre dar lo mejor de sí no es tan valiosa como la de ganar a cualquier precio.

Tampoco o tal vez menos aún, es la educación hacia el éxito colectivo, los éxitos siempre aparecen como muestras individuales, los éxitos colectivos parecen no importar, con la excepción del futbol. Allí el éxito es colectivo y los fracasos son individuales.

 

 


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26.11.2013 22:24

 

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la responsabilidad social de la empresa es el conjunto de acciones que toman en consideración las empresas para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad.

 

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE UNA EMPRESA SE MANIFIESTA EN EL CUMPLIMIENTO ESTRICTO DE LAS LEYES DEL PAÍS DONDE ACTÚA. EN EL RESPETO POR SUS TRABAJADORES Y SIN DUDAS POR LOS USUARIOS, SOCIOS, CONSUMIDORES Y CON TODOS LOS COMPROMISOS QUE IMPLICA LA OFERTA DEL PRODUCTO OFRECIDO.

 

EN ESTE MARCO, MERECE UNA MENCIÓN ESPECIAL EL ERROR COMETIDO POR EL CASMU, CENTRO ASISTENCIAL DEL SINDICATO MÉDICO DEL URUGUAY, EN LA FACTURACIÓN DEL MES DE NOVIEMBRE.

 

EL ERROR EN DICHA FACTURACIÓN HA PERJUDICADO A NUMEROSOS SOCIOS QUE TIENEN DÉBITO AUTOMÁTICO MECANISMO MEDIANTE EL CUAL HACEN EFECTIVO EL PAGO DE SU FACTURA.

 

SORPRESIVAMENTE ALGUNAS CUENTAS BANCARIAS DE LAS CUALES SE REALIZA EL DÉBITO SE VIERON “SAQUEADAS” CON EL DESCUENTO DE, EN ALGUNOS CASOS, TRES VECES EL VALOR DE LA CUOTA MUTUAL.

 

ESTO IMPLICA POR EJEMPLO QUE LAS CUENTAS POSTERIORES QUE DEBÍAN SER DEBITADAS , NO PUDIERAN HACERSE EFECTIVAS POR HABER QUEDADO EN ROJO LA CUENTA DE DEBITO.

 

ANTE LOS NUMEROSOS RECLAMOS, EL CASMU DA UNA RESPUESTA TELEFÓNICA QUE OBLIGA A LOS USUARIOS PERJUDICADOS A CONCURRIR PERSONALMENTE A SUS OFICINAS DONDE EL TIEMPO DE ESPERA PARA SER ATENDIDO SUPERA LAS DOS HORAS.

 

QUÉ SUCEDE CON LOS ENFERMOS? QUÉ SUCEDE CON LOS QUE VIVIMOS EN EL INTERIOR? QUÉ HACEMOS CON LOS QUE TRABAJAMOS EN EL HORARIO DE ATENCIÓN EN LAS OFICINAS DEL CASMU?

LOS USUARIOS SOMOS DEFENDIDOS POR QUIEN?

 

HACER UN JUICIO POR DAÑOS Y PERJUICIOS ES INVIABLE, PERO EL PERJUICIO ES REAL Y TIENE COSTOS ECONÓMICOS PARA ESOS CONFIADOS USUARIOS.

 

PIERDE CON ESTO CREDIBILIDAD EL CASMU, PERO TAMBIÉN EL SISTEMA DE BANCARIZACIÓN AL QUE SE ASPIRA.

 

 

ES HORA DE HACER ALGO EN DEFENSA DE LOS QUE CADA DÍA ESTAMOS MÁS INDEFENSOS Y SOLO NOS QUEDA LA VOZ.