Lucidez y Paz
Blog de Adriano Frattini

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14.10.2009 17:14 / Religión

Un par de misioneros que fueron a visitar un orfanato en Rusia nos dejan la siguiente historia. Alrededor de 100 niños y niñas que habían sido abandonados y abusados, estaban a cargo de un programa del gobierno: "Se acercaban los días de fiestas Navideñas de 1994, tiempo para que ellos escucharan por primera vez la historia tradicional de Navidad. Les contamos como María y José llegaron a Belén. No encontraron albergue en la posada y la pareja se fue a un establo, donde nació el niño Jesús y fue puesto en un pesebre. Terminando la historia, le dimos a los niños materiales: pedazos de cartulina, franelas, lanas, pinturas y pinceles para que construyeran un pesebre. Los niños estaban ocupados montando sus pesebres, mientras yo caminaba entre ellos para ver si necesitaban ayuda. Parecía ir todo bien hasta que llegué a una de las mesas donde estaba sentado el pequeño Misha. Parecía tener alrededor de 6 años y ya había terminado su proyecto. Cuando miré en el pesebre de este pequeño, me sorprendió ver no uno, sino dos bebés en el pesebre. Enseguida llame al traductor para que le preguntara al chico porque había dos bebés en el pesebre. Cruzando sus brazos y mirando a su pesebre ya terminado, empezó a repetir la historia muy seriamente.

Para ser un niño tan pequeño que solo había escuchado la historia de Navidad una vez, contó el relato con exactitud. hasta llegar a la parte donde María coloca el bebé en el pesebre. Entonces Misha empezó a agregar inventando su propio fin de la historia diciendo: ".y cuando María colocó al bebé en el pesebre, Jesús me miró y me preguntó si yo tenía un lugar donde ir. Yo le dije: -No tengo mamá y no tengo papá, así que no tengo donde quedarme. Entonces Jesús me dijo que me podía quedar con El. Pero le dije que no podía porque no tenía regalo para darle como habían hecho los demás. Pero tenía tantos deseos de quedarme con Jesús, que pensé qué cosa podría darle de regalo. Pensé que si pudiera mantenerlo caliente, eso sería un buen regalo. Le pregunté a Jesús: -Si te mantengo caliente, ¿sería eso un buen regalo? Y Jesús me dijo: -Si me mantienes caliente, ese sería el mejor regalo que me hayan dado. Así que me metí en el pesebre, y entonces Jesús me miró y me dijo que me podría quedar con El.para siempre."

"Mientras el pequeño Misha termina su historia, sus ojos se desbordaban de lágrimas que le salpicaban por sus cachetes. El pequeño huérfano había encontrado alguien que nunca lo abandonaría o abusaría de él, alguien que se mantendría con él para siempre. Gracias a Misha he aprendido que lo que cuenta, no es lo que uno tiene en su vida, si no, a quien uno tiene en su vida".




14.10.2009 17:13 / Religión

El Adviento que recuerda - La celebración de la encarnación de Dios en Jesús

La Buena Nueva cristiana desde el principio es el mensaje sobre la salvación, la posibilidad de liberación de los seres de la esclavitud del pecado y la desintegración. "Se salva, lo que está unido a Dios", porque sólo Dios puede salvar al mundo. La encarnación de una de las personas de la Trinidad la vemos en la perspectiva de la redención humana como la unión de la grandeza divina con lo perecedero humano. Es un acto de Dios determinado desde antes de la fundación del mundo[i], la meta para la cual todas las cosas fueron creadas: la unión de lo limitado con lo ilimitado, de lo medido con lo desmesurado, de lo acotado con lo infinito. Si Dios nos creó por amor, dándonos existencia a los que no la teníamos, la Encarnación completa la obra, asumiendo Él mismo plenamente la naturaleza humana[ii], uniéndola así a la naturaleza divina. Este momento marca el acontecimiento más grande de la Humanidad, y desde entonces lo material puede ser camino a lo trascendente.

Por eso los cristianos en Navidad cantaban: "Hoy una Virgen da a luz al Eterno, y la tierra ofrece una caverna al inaccesible. Ángeles y pastores le glorifican. Y los magos siguen una estrella. Hoy ha nacido un niño, el Eterno Dios."

Dios no se hace carne a causa de sí mismo, sino que es la angustia, la necesidad del ser humano, la causa de su encarnación. Dios se hace hombre por misericordia, la miseria humana afectó su corazón, es una "lágrima de la misericordia divina", y muestra que Éste no es un Dios lejano o indiferente, sino que se compadece hasta el punto de sacrificar su majestad divina[iii]. El amor es esencial porque Dios es amor, es vencido por su amor a nosotros, tan fuerte es su amor que provoca que el Eterno e Inmutable, en determinado momento histórico se haga carne y habite como uno de nosotros, para nuestra salvación.

Si Dios viene al mundo, tomando imagen de hombre, es para todos/as, no para algunos como en la época del Antiguo Testamento, implica que la salvación a la que está llamado a recibir el ser humano no es individual sino colectiva, en conjunto, como una familia espiritual a través de la Gracia y la Verdad. La fe en la divinidad de Jesucristo es el fundamento de todas nuestras convicciones religiosas. Esta fe nos da fuerzas espirituales y nos guía en nuestras tareas y aspiraciones.

El Adviento que augura - La celebración de la promesa del retorno de Dios

Como vimos, la encarnación es la respuesta de Dios a la necesidad humana, y tuvo su lugar en la Historia con el nacimiento de Jesús. Este mismo amor es el que ante la ausencia del Señor luego de su resurrección y ascensión, lo mueve a retornar a la tierra. La vuelta de Jesucristo a consumar la Historia y a realizar "nuevas todas las cosas" se llama parusía. La parusía, no se refiere a la presencia de Cristo sino al adviento de Cristo, al futuro del resucitado, un futuro que inaugura la vida en el tiempo[iv].

La cuestión de cuándo sucederá la parusía no es para el Nuevo Testamento tema que se pueda conocer. Intentar descifrar -como muchos hacen- a través de insensatas cavilaciones y de ocultas señales la fecha de este evento es meta-bíblico, es ir más allá de lo que Dios quiso revelar en su Palabra. El tiempo o instante no requieren ser determinados, no por capricho, sino porque no se refiere a una fecha objetiva. La relación de los cristianos con la parusía, la esperanza de la venida de Dios, no tiene fecha sino que su tiempo es un tiempo existencial vivido a cada instante.

Desde principio a fin, la fe cristiana es parusía, es esperanza mirando y moviéndose hacia delante, y por lo tanto revolucionando el presente, anticipando el Reino en nombre del Rey que viene. La noción de llegada del Señor, no es sólo una parte de la doctrina cristiana sino que es la perspectiva de toda la comunidad de fe[v]. Así como en la vida de cada uno de nosotros el proyecto de vida o las expectativas de vida determinan lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, para los cristianos la confianza en la promesa, endereza y dirige nuestras prácticas, ya que obramos por el Reino del que vive y viene a recuperar el destino de sus criaturas.

En este sentido el Adviento es una fiesta de rebeldía, la rebeldía de una comunidad que no se conforma al presente status quo[vi], sino que anuncia que hay un Reino que comenzó, aunque no esté completo, que es "ya-pero-todavía-no". En virtud de esto, celebrar el Adviento es también celebrar que hay un futuro, otra realidad en proceso, una realidad marcada por el amor, donde "los últimos serán los primeros", donde hay que "ser como niños" y donde "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra", reafirmando la misión y renovando el compromiso, aquí-así-ahora.

Existe aún necesidad de Dios, y porque experimentamos esa necesidad[vii] es que abandonamos nuestras "seguridades" para entregar la vida, para amar y servir en Su Nombre. Aunque somos lo suficientemente realistas para reconocer la presencia del mal en el mundo y del pecado en los corazones humanos, la confianza en la promesa que Dios Señor de la Historia, va a realizar sus propósitos y va finalmente a salvar a su Humanidad nos inspira y nos mueve. La Historia humana, muchas veces depravada no se salvará a sí misma, Dios la salvará y tomará Su lugar, no en un "apocalipsis" sangriento sino en una restauración universal, donde no habrá más llanto, ni dolor[viii].

La fe en nuestra promissio nos conduce a la missio, la misión, anticipando el Reino, realizando actos de parusía en nuestro prójimo con cada gesto, cada palabra y todos nuestros movimientos hasta que llegue el día en "que al mundo la gloria de Dios cubrirá cual las aguas cubren el mar"[ix].

¡Celebremos la fiesta, Jesús está viniendo!



[i] 1ra. Pedro1:19-20

[ii] Juan 1:14

[iii] Filipenses 2:6-7

[iv] MOLTMANN Jürgen, "Teología de la Esperanza"

[v] Idem, Cap. I

[vi] Romanos 12:2

[vii] 1ra.Tesalonicenses 5:3

[viii] Apocalipsis 21:3-5

[ix] Himno 408, Cántico Nuevo




14.10.2009 17:12 / Religión

¿Por qué el 25 de diciembre?

No se puede determinar con exactitud cuándo fue por primera vez introducida en la comunidad cristiana la celebración del Adviento y la Navidad. Los cristianos a través de sus concilios, asambleas y discusiones intentaron comprobar la época real del nacimiento de Jesús, llegando a la conclusión de que la anunciación a su madre María, debía haber sido en la misma fecha del año en la que Jesús había resucitado, por el 25 de marzo. Por ende el 25 de diciembre serían los 9 meses exactos posteriores.

Según el conocimiento popular, la fecha de la Navidad (25 de diciembre) tiene su origen en un festival pagano del solsticio de invierno, "el nacimiento del sol invicto", que celebraban los romanos del siglo III DC marcando el comienzo de la época del año en la que el día empezaba a durar más. Sin embargo recientes estudios[i] han explicado que esta fiesta auspiciada en el año 274 DC por el emperador Aurelio durante sus cortos 5 años de reinado, fue diseñada para promover un paganismo que iba cada vez peor. Este nuevo festival de Aurelio fue instituido después de que los cristianos habían estado asociando el 25 de diciembre al nacimiento de Jesús. Este intento por crear una alternativa pagana a una fecha que tenía una cierta significación para los cristianos romanos, no tuvo éxito. Para el año 350 DC, la comunidad cristiana en Roma ya festejaba la Navidad en la fecha antedicha, y desde entonces se celebra por todo el orbe.



[i] TIGHE William, "Calculando la Navidad", Universidad de Muhlenberg, 2003




14.10.2009 17:11 / Religión

¿QUE CONMEMORAMOS EN ADVIENTO?

Hay dos fechas que marcan el calendario cristiano y la liturgia que la comunidad cristiana celebra desde hace casi dos mil años por todo el mundo: la Navidad y la Pascua. La encarnación de Dios en Jesucristo, y su victoria sobre la fuerza de la muerte, son los dos pilares sobre los cuáles se yergue nuestra fe. Estas dos celebraciones definen dos tiempos: el tiempo de Pascua y el tiempo de Adviento, Navidad y Epifanía (los tres son una unidad).

El año cristiano -anterior al calendario gregoriano que seguimos actualmente- comienza en Adviento. El cuarto domingo anterior a la Navidad es el comienzo de este tiempo, lleno de símbolos, proclamaciones y profecías que entrañan significados muy profundos. Mientras las cadenas de supermercados y las vidrieras se visten de los "colores" de la Navidad, mientras la publicidad vende la fiesta y todos los adminículos "sin los cuáles nadie puede ser feliz", cuando muchos acopian alimentos y empeñan el futuro para complacer al mercado, la Iglesia vive uno de los momentos más fermentales de sus tiempos, elevando plegarias, cantando, rememorando el tiempo en el que Dios visita la Tierra y avizorando un futuro que viene -lento pero viene- para inaugurar un tiempo en el que: "secará el Señor toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque todas las cosas pasaron."(Apocalipsis 21:3)

Vivir el Adviento en plenitud fortalece nuestra fe y nos coloca en el lugar justo para preparar la llegada del Señor, que ya está viniendo.

Adviento, es una palabra que viene del latín ad-venio, y quiere decir llegar. La llegada de Dios al mundo. Y para los cristianos esto tiene una doble connotación: el aniversario de la encarnación y nacimiento de Jesucristo por un lado y su venida como Juez y Rey para ocupar el lugar que le corresponde, inaugurando un nuevo tiempo para todos y todas.




14.10.2009 17:09 / Religión

Durante una conferencia con varios universitarios, un profesor de la Universidad de Berlín propuso un desafío a sus alumnos con la siguiente pregunta:

- "¿Dios creó todo lo que existe?"

Un alumno respondió, valientemente: - "Si, Él creó ."

-"¿Dios realmente creó todo lo que existe?" - preguntó nuevamente el maestro.

- "Si señor"- respondió el joven.

El profesor respondió: - "Si Dios creó todo lo que existe, ¡entonces Dios hizo el mal, ya que el mal existe! Y si establecemos que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, ¡entonces Dios es malo!"

El joven se calló frente a la respuesta del maestro, que feliz, se regocijaba de haber probado, una vez más, que la fe era un mito.

Otro estudiante levantó la mano y dijo: - ¿Puedo hacerle una pregunta, profesor?

- "Lógico", fue la respuesta del profesor.

El joven se paró y preguntó: - "Profesor, ¿el frío existe?"

- "¿Pero que pregunta es esa?. Lógico que existe, ¿o acaso nunca sintió frío?"

El muchacho respondió: -"En realidad, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en verdad es la ausencia de calor. Todo cuerpo o objeto es factible de estudio cuando posee o transmite energía; el calor es lo que hace que este cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total de calor; todos los cuerpos quedan inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Nosotros creamos esa definición para describir de que manera nos sentimos cuando no tenemos calor."

- "Y, ¿existe la oscuridad?" - continuó el estudiante.

El profesor respondió: - "Existe."

El estudiante respondió: "La oscuridad tampoco existe. La oscuridad, en realidad, es la ausencia de luz. La luz la podemos estudiar, ¡la oscuridad, no!. A través del prisma de Nichols, se puede descomponer la luz blanca en sus varios colores, con sus diferentes longitudes de ondas. ¡La oscuridad, no! ¿Como se puede saber qué tan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio. La oscuridad es una definición utilizada por el hombre para describir qué ocurre cuando hay ausencia de luz"

Finalmente, el joven preguntó al profesor: - "Señor, ¿EL MAL EXISTE?"

El profesor respondió: -"Como afirmé al inicio, vemos estupros, crímenes, violencia en todo el mundo. Esas cosas son del mal."

El estudiante respondió: - "El mal no existe, Señor, o por lo menos no existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia del bien.De conformidad con los anteriores casos, el mal es una definición que el hombre inventó para describir la ausencia de Dios."

Dios no creó el mal. . El mal es el resultado de la ausencia de Dios en el corazón de los seres humanos. Es igual a lo que ocurre con el frío cuando no hay calor, o con la oscuridad cuando no hay luz.

El joven fue aplaudido de pié, y el maestro, moviendo la cabeza, permaneció en silencio .

El director de la Universidad, se dirigió al joven estudiante y le preguntó:

¿Cuál es tu nombre?

Me llamo,

ALBERT EINSTEIN.


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