Melómano inquieto
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06.01.2023 10:47 / Mis artículos

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El gobierno de Luis está recontra enchastrado con el caso Marset-Astesiano.  
No se debería hablar de otra cosa y tendría que haber rodado la cabeza de medio gobierno, e incluso, tambalearía el cargo del presidente.  Imaginemos ese panorama en un gobierno del Frente Amplio.  Los canales de televisión estarían las 24 horas haciendo coberturas y generando contendidos permanentemente.  
Pero eso no ocurrió, ni ocurrirá.  Estamos en Uruguay y gobierna la derecha. El Herrerismo, el fascismo de Manini y lo que queda del decadente Partido Colorado.  Esos gobiernan.  ¿No los conocíamos de antes?...
Un país que tapa todo eso con la suba del boleto en Montevideo, con el mundial y con Punta del Este.   
Un gobierno que miente a cara de perro diciendo que hay recuperación salarial, que miente mirando a los ojos diciendo que la inseguridad la tienen prácticamente resuelta desde el primer día y que no se les mueve un músculo a la hora de "reformar " la seguridad social, perjudicando al trabajador y sin rozar ni por asomo ningún privilegio de los poderosos.
Un gobierno que entregó el puerto a manos extranjeras con altísima probabilidad de coimas y favores a cambio, que pretende hacer negocios con privados por el agua, que le seduce la idea de importar combustibles, que cedió logística imprescindible a los privados de las millonarias inversiones que ha hecho Antel, que pretende hacer creer que está dando una vuelta de tuerca revolucionaria en la educación, cuando lo que han hecho es recortar y emparejar para abajo en la calidad de la enseñanza y en la inversión en horas, investigación, etc.
Un gobierno que prometió irresponsablemente que construiría 50000 viviendas y que no llegará a esa cifra ni de casualidad, tanto que la ministra, una vez sentada en el sillón, descartó eso, e incluso reconoció que era una afirmación en el fragor de una campaña electoral.

A todo ésto, la cúpula del Frente está quieta y también hace campaña los 5 años.  Y digo "cúpula" porque hace rato que hay una selecta nómina de "notables" que se arrogaron la potestad de marcar la cancha deliberadamente al resto de la militancia, como si fueran omnipotentes.  Y caen en eso; en estar cuidando cada paso a dar, por miedo a consecuencias político-electorales.   
No es patrimonio exclusivo de la derecha, lamentablemente.
Gobernamos mucho mejor.  Hubo avances importantes y dan orgullo, pero no todo es a cualquier precio.  Es con la gente sí o sí.
No tengo claro si aprendimos esa lección porque, por ejemplo, Orsi es un candidato más que probable y no hace otra cosa que opinar hasta cierto límite.  Muy condescendiente.  Demasiado, aunque lo niegue.  
Carolina Cosse también está en ese juego.  Tiene otro carácter, pero quiero ver que va a pasar a la hora de tener que disputar la candidatura.  
Fernando Pereira debería ser el que lleva la voz cantante.  Es superior lo que ha hecho respecto al blandito Fernando Miranda y está desarrollando mucho mejor su papel y por más que sea firme en sus conceptos, creo que ya es tiempo de pasar al frente, porque la agenda no es nuestra y por más que los medios sean los que la manejan, deberíamos tomar otra iniciativa un poco más integral a la hora de confrontar.  
No me convence esa parsimonia y lo único que hace es aletargar a la base.  No hay atisbo de cambio en eso. No vislumbro un FA renovado de cara a la gente.  Es desalentador.  Es entendible desde el punto de vista electoral.  Pero ya perdimos y no fue por ser cuidadosos.  Fue, en parte, porque muchos "connotados" prefirieron cuidarse ellos, antes que cuidar la herramienta política que tenemos.
No tengo claro si eso cambiará, pero parece que una buena gestión no es suficiente y la gente llegó a elegir lo peor nuevamente.  
A muchos nos corrieron de la militancia y sepan que lo hacíamos con gusto.  Como aprendimos desde que tenemos memoria. Desinteresadamente y a favor de las causas populares.  
Por algo pasa lo que pasa.  La derecha que pensamos que estaba destruida,  no lo estaba y quedó evidenciado claramente que saben cómo reconstruirse. 
¿Estaremos a la altura para volver?



30.11.2022 09:51 / Mis artículos

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Es inadmisible que este gobierno siga tan campante, mintiendo a diestra y siniestra intentando tapar lo intapable y defender lo indefendible.

Astesiano era el excustodio del presidente y tenía montada en la torre Ejecutiva una asociación para delinquir, que viendo ahora sólo la punta del iceberg, rompía los ojos.

Hasta la mascota presidencial (esa que nos cuesta por concepto de manutención mil y pico de dólares por mes) estaba enterada de tamaña joda.

Ahora, como se les escapó la tortuga de manera sorprendente, salen ciertos amanuenses, de esos que están 24/7 al acecho por cualquier eventual cagada que haya que tapar, para tratar de explicar lo inexplicable, llámese Gandini, Bianchi, Lema, Delgado...

Entonces, pensemos en Sendic, por ejemplo: un exvicepresidente que dejó el cargo porque propios y extraños lo apuntaron con el dedo, porque supuestamente había hecho compras menores con una tarjeta.  Incluso, a esta altura capaz que es hasta mentira todo, porque era el candidato casi natural del Frente Amplio para 2019. Repito: propios y extraños hablaron...

Y dado este ejemplo (no se precisa otro), recordemos lo que fue la prensa.  Recordemos lo que fue el escarnio público. Recordemos como aún con su renuncia y sus pasajes interminables por los juzgados, nunca se aplacó el ensañamiento contra una persona.

Más grave es saber, que, transpolando los hechos a éstos actuales, no se trata de una persona que tenía acceso a grandes matufias a base de vender información delicada únicamente:  es gran parte del gobierno, funcionarios policiales y cargos de confianza que están enchastrados.  Es imposible que no sea así.  No hay forma de que no sea así. 

La prensa y su papel de intentar lavarle la cara a todo ésto, no lo está pudiendo hacer, porque es tan, pero tan asqueroso lo que está pasando, que es extremadamente difícil.  Intentan desviar, manipular, relativizar, proteger a Luis, etc...

Intentemos imaginar este mismo escenario con un gobierno del Frente Amplio. Tratemos de hacer ese ejercicio aparentemente fácil.

En lo personal, no lo puedo imaginar.  No porque no pueda pasar en un gobierno de izquierda, sino porque las consecuencias sociales, mediáticas e incluso del devenir de ese gobierno, estarían alteradas como jamás se vio.  

Luis la está sacando regalada. Está interfiriendo en un poder independiente del Estado, para no favorecer la investigación, ya que está ocultando información, que, si no fuera comprometedora, no tendría que tener problema en sacarla a la luz.  Por algo decidió la fiscal no publicar sus chats con el hombre que desencadenó todo ésto, con clara presión del Poder Ejecutivo.   Por algo también se archivó "inexplicablemente" la causa de la concesión del puerto.

Se les escapó la tortuga, repito... Y el pueblo debería darse cuenta, a esta altura, por más ciego que sea ante la realidad, de que votaron una asociación ilícita que llegó a montar sus negocios y a desmontar los derechos adquiridos en quince años, gracias al Frente Amplio. 

Es hora de que lo admitan.  Las pruebas sobran, aunque Luis no tenga los huevos para enfrentarlas.

NG




21.04.2022 10:11 / Mis artículos

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Entender de economía no es fácil, pero a este gobierno no se le puede achacar que esconda su plan económico. 

Están dando un día sí y otro también una lección práctica de economía como nunca antes lo hizo un gobierno.   

Y se entiende clarito, no se puede negar. 
Por ejemplo, los 15 años que gobernó el Frente Amplio, se pecó con el error de no explicar con claridad cada logro, cada avance social y cada recuperación de salario real. A tal punto que considero que fue la gran causante de la derrota electoral de 2019. Una paradoja absoluta, ya que la gente debería haber percibido (con un poquito de memoria a cuestas, eso sí) que se había avanzado realmente como sociedad. No fue así…
Como contrapartida tenemos la actualidad: un presidente que se jacta de dar un 3% de aumento como adelanto para dentro de un par de meses, que no compensa para nada la inflación que hemos tenido este último año y que sumado al magro ajuste de enero pasado, tampoco se llega ni al “empate”. Pero Luis habla muy suelto de cuerpo de que se está recuperando el salario con estas medidas.  Y mucha gente, de esa que mueve realmente la aguja electoral, porque se maneja mirando la televisión, una vez más se hará eco de sus palabras.
Recordemos que en pandemia, donde realmente se debió apuntalar a los que quedaron muy vulnerables de un día para otro, la parsimonia fue el denominador común, mientras que en ese mismo momento, hubo aumentos salariales de alrededor de 100000 pesos a varios cargos regentados por aliados electorales que ayudaron a ganar a Lacalle Pou luego de obtener su 28% de adhesión electoral.  Pero no hubo renta básica ni mucho menos.
Pero lo que sí hubo fueron más lecciones de economía, que el FA no supo dar en su momento: porque actualmente “gozamos” de un crecimiento del mentiroso PBI, sin embargo no se traslada nada de esos bellos números a los jubilados y los trabajadores públicos, mientras que los consejos de salarios siguen en el freezer porque los grandes capitalistas así lo mandatan. Esos mismos oligarcas que en el peor momento extorsionaron a los trabajadores, como por ejemplo sucedió en el Frigorífico de Canelones.
Ahora, siguiendo con la lectura de las señales claras del gobierno y su acometida hacia el ajuste a la baja de salarios, flexibilización laboral y LUC legalizada, podemos esperar, sin temor a equivocarme, un paulatino pero sostenido retroceso en derechos y en avances sociales.  

Ni que hablar que el salario será la carta fundamental para que los ricos aumenten aún más sus ganancias.
De todo esto habrá que seguir aprendiendo. Son efectivamente lecciones y están arriba de la mesa sin ocultamientos, pero si no entendemos el rumbo que pretende tomar este tipo de jugadas, seguiremos dando vida a los que nos quitan lo mucho o poco que se pudo lograr en su momento.  Pluma por pluma, como dijo Sanguinetti…
A mitad de mandato de la derecha, no estaría mal empezar a hacer balances para comparar algunas cuestiones.
Recordemos lo que fue cada enero con el ajuste de las tarifas con el FA gobernando: el diario El País inoculaba la manija diciendo que se daba un tarifazo. No hay que olvidarse que se logró estabilizar la suba y hacerla anual. No había sorpresas y casi siempre fue por debajo de la inflación. Eso, Luis lo cortó. Subas anuales sí, como el FA lo impuso, pero ahora todo por encima de la suba de salarios.
Con el FA hubo más de 50% de recuperación salarial.  En 2 años de derecha pura y dura hay 66000 pobres más.
Los combustibles no merecen comentarios, menos ahora con la LUC refrendada en las urnas. 
Absolutamente todos los precios de la canasta básica subieron a un ritmo incontrolable.  Pierde el trabajador, una vez más. 

Previo a la votación por la LUC, el gobierno le quitó por un mes el IVA al asado, para supuestamente aminorar los efectos de la inflación. Renunció a recaudar un millón y algo de dólares (nada). 
Mantener a Luis y su familia en Suárez nos cuesta 400000 dólares por mes, su esposa (no existe la figura de primera dama) a la que no le corresponde ningún tratamiento especial en los viajes ni nada, tuvo el placer de viajar en primera clase y algunos gastos corrieron ilegalmente por parte del Estado.  Y aquí no ha pasado nada.   

Tenemos a un director de OPP como Alfie, que si no es un traidor a la patria, por decirlo solemnemente, pega en el palo.
El fantasma privatizador también es algo que se está azuzando desde el día cero. 
ANTEL, ANCAP y lo que venga bien, será tenido en cuenta a la hora de hacer negocios, principal y único objetivo que le quita el sueño realmente a la derecha en el gobierno.  

Ahí está el verdadero plan económico.
Para muestra, basta ver que cada día que pasa, un allegado al gobierno, con goce de cargo, tiene que hacer presencia en el juzgado o en la comisaría más cercana, por estar en problemas con la ley. 

Han habido sonados casos, graves unos cuantos y el partido de gobierno no ha tomado una sola medida ejemplarizante contra nadie.  Es más, censuraron a un acólito porque no votó alineado a su partido, pero para cuestiones reñidas con la moral, lo ético o lo legal no hay ningún comité de ética funcionando.
Entonces los Botana, los Moreira, los Antía y etcétera, etcétera, siguen impolutos.
Haciendo un paralelismo, a Sendic lo mataron algunos propios (hay que decirlo) y muchos extraños. Renunció sin levante y prácticamente perdió la carrera política.  

Azucena Arbeleche, la que (supuestamente) lleva las riendas de la economía, avaló cada paso dado en su momento en ANCAP por Sendic.  

Ahora, esa señora es una de las encargadas de darnos cada “lección” de economía que padecemos.

Así son las vueltas de la vida.




05.01.2022 11:13 / Mis artículos

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Como decía Galeano acertadamente, yo también soy de los que cree que todos podemos tener algo para decir. Lo que sea… 

Pero también creo que si no hay nada para decir, lo mejor es no decir nada.
Y lo digo porque sería saludable si ese concepto estuviera arraigado masivamente.
Intenté tomarme un tiempo (bastante tiempo ya) para alejarme  del “ruido” militante y mirar el panorama más amplio, en lo que a política de entrecasa se refiere.

¿Conclusiones nuevas?, muy pocas…
Creo que tomar distancia, a veces es una decisión sabia. No tanto para un ignoto, pero muchísimo más sería para el que cree ser preponderante y piensa en seguir indefinidamente atado a algo solamente por un interés personal, no colectivo. Llegó a un lugar “para quedarse”, pensamiento nefasto, si los hay.

Esa degradación conceptual ha generado que la militancia desinteresada se haya perdido a pasos agigantados. ¡Y es entendible!.

Porque mientras están los militantes en el barro, haciendo todo para que otro compañero se sume a la lucha desde lugares de dirección, de cargos de confianza, de apoyo popular genuino, que no cuestiono su legitimidad de haber llegado ahí, al contrario, por otro lado debe ser puesto a considerar por su eventual desempeño. Y no hablo sólo del voto popular. Ese generalmente no falla.  Hablo de lo que dice la base, la que lo puso a ese representante ahí. Porque de última, un cargo se consigue sin votos, muchas veces.

Entonces, como hay una distorsión en el entendimiento (o no) de los roles de cada uno, pasa lo que pasa.

¿Y qué pasa? que las cúpulas terminan concluyendo qué se hace, qué no se hace, cómo se hace, quién lo hace…

Y no le quito validez. Lo que tiene que ser expeditivo, que lo sea.
Pero no se debe justificar cualquier movida a fuerza de creerse inexpugnable, porque en ese caso, siempre se termina concluyendo lo contrario a lo que dicen las bases, que es donde realmente se discuten los temas del territorio. Y en el territorio hace rato que las cúpulas son meras entrometidas.
Las consecuencias están a la vista. Se encaramaron muchos compañeros que fueron por el “camino corto”.

Y es propio de los tiempos que corren. Una realidad que nos apura por consumir, por usar y tirar, por atropellar…
Es una opción y una forma muy parecida de hacer política. Lo estamos pagando caro. Sin formación de cuadros, sin discusión política, ni mucho menos de ideas. 

Nos derrotaron en la batalla de las ideas y en la cultural. Lo seguiremos pagando y por esos “detalles” soy pesimista para lo que viene. 

Cuestionemos a la derecha, claro que sí, porque sigue siendo injusta su manera de ver el mundo, pero principalmente veamos en qué nos equivocamos nosotros, porque esta realidad sólamente se revertirá cuando cada uno asuma su rol activo que le corresponde y no pisando al otro para seguir ocupando un cargo o tomando decisiones a espalda de otros.

Repito una vez más: esa práctica de izquierda no tiene nada, porque la derecha no podría derrotar a un pueblo que se siente bien representado, así tengan los medios de comunicación a favor.
Algo no hicimos bien, y no hablo de la gestión, ya que a pesar de todo lo dicho, me dejó muy conforme, pero con más razón habrá que seguir buscando otras causas de la derrota.




26.08.2021 21:09 / Mis artículos

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¿Hay una degradación en la credibilidad y la convicción por la lucha de clases y de ideas en nuestra base social o esa base social está demasiado dispersa y no se logra discernir su real fuerza?
Es algo que me vengo preguntando cada vez más, dada la poca relevancia que se está dando a estos temas.
Tengo una idea muy arraigada y sirve para cualquier caso: el que se dice ser de izquierda debe demostrarlo siempre. Todos los días, en sus actitudes ante todas las cuestiones importantes. Si sistemáticamente se sale de esa compostura ante la vida, automáticamente deja de ser una persona de izquierda. No digo que pase a engrosar la derecha pero deja de ser útil para el desarrollo de nuestra fuerza política o cualquier organización social que pretenda cambiar la realidad por algo más justo. Es incompatible.
Pasado otro 25 de agosto, la reafirmación frenteamplista debe ser indispensable a sabiendas de que la participación no es la ideal hace rato. Incluso yo estoy alejado, pero no estoy para justificar actitudes personales.
Es inquietante percatarse que nuestra fuerza política en el gobierno ha logrado transformar de manera positiva la sociedad desde algunos puntos de vista bastante interesantes, pero extrañamente la percepción de mucha gente no fue esa.
No quiero detenerme en el enemigo de clase ni en otros enemigos. Quiero detenerme a revisar algunas de nuestras indeseables contradicciones. Desde el punto de vista electoral no fuimos eficientes, pero a pesar de la importancia que eso tiene para la realidad de muchos, no lo considero lo más importante para intentar recorrer el sinuoso camino de la famosa autocrítica que se debe retroalimentar y repensar permanentemente.
Volviendo a las bases, no concibo un proceso popular sin su participación activa. Seguimos lejos de eso no solo porque seguimos teniendo un partido cupular, sino porque también abajo hemos tenido resabios de egos muy mal canalizados, no sólo desde las bases del frente sino que está implícito a nivel sindical. Está difícil para salir a defender algunas cuestiones, porque si somos el “paradigma” de militancia y de compromiso que tanto hemos pregonado, deberíamos dar el ejemplo un poco más contundentemente y no estar buscando permanentemente encaramarse en lugares privilegiados de decisión y de ejecución porque si hay algo que achancha y tergiversa el cometido social y político es eso, la búsqueda incesante de lugares de comodidad personal. Nefasto y empíricamente comprobado muchas veces.
Entonces, ¿cómo se hace para salir con un discurso apropiado a los tiempos que vienen sin esas contradicciones más lejos que nunca de tener resueltas?. Porque somos electoralistas. Nos han hecho creer que la política es deplorable y que las ideas dejaron de existir.
Nuestra base es un punto de crítica como nunca, desde mi perspectiva. Ya he dicho que la lucha electoral nos enturbió las aguas, nos despertó el instinto egoísta y nos separó del movimiento y la acción.
Debemos dejar de ser lo menos malo para ser protagonistas reales del progreso saludable de la sociedad. Con conciencia real. Con ideas claras y justas. No puede quedar nadie afuera.
En otra época, sin muchos votos y sin plata en los sindicatos, los que salieron a pelear contra la dictadura y contra las injusticias de los gobernantes, fueron personas que no precisaron de un sueldo ni un horario para enfrentar esa lucha. Fueron hombres y mujeres comprometidos que dejaron todo a un lado para buscar un porvenir mejor para el pueblo. Muchos de ellos anónimos. Algunos que ostentan cargos y sillones cómodos desde hace rato deberían replantearse algunas cosas. Y los que están agazapados, intentando munirse de algo de eso, también deberían replantearse esa idea.
Pero tampoco quiero caer en el discurso fatalista de que todo está mal y que todo es lo mismo. Se puede aplicar a nivel regional también. No escapamos a eso, porque nuestros países han pasado por procesos positivos de gobiernos con ribetes progresistas que nos dan esperanza. Se mejoró mucho la realidad de millones de personas, pero es hora de subir el nivel.
Me quedo con una frase de Mujica, cuando dijo que nuestro gobierno hizo mejores consumidores y no mejores personas.
Es hora de dar ese paso sin miedo, incorporar de una buena vez al pueblo en las decisiones, hacer de esos logros que lo sientan como propio y no delegar acciones por más eficientes que sean siempre a los mismos. Es un error que nos ha costado caro.
¿Pero cómo viene la historia en el campo popular y sus respectivos representantes cupulares?
Sería muy saludable empezar a cuestionar los egos y los cálculos políticos altamente contraproducentes y sacar a relucir nuestras contradicciones sin titubear, volver a reconocer realmente el valor y la preponderancia de nuestras bases.
No cada 5 años, sino un día sí y otro también.
Insisto que debe ser a todo nivel. Nada justifica un accionar contaminado de amiguismo ni arriba, ni mucho menos abajo.
Por supuesto que debe haber compromiso, muestra de lucha, actitud militante...
Pero si ese progreso del militante, dirigente, jerarca o lo que sea, deja de ser natural, sistematizado o por apoyo popular real, es porque generalmente ha sido consecuencia del amiguismo tan denostado por nosotros desde siempre.
Entonces, si se da, algo no está bien y debe ser puesto como una de las primeras razones de nuestros eventuales fracasos.
Eso y la pérdida de convicciones ideológicas que deberían ser nuestra bandera de reivindicaciones históricas.

Si nos han apartado premeditadamente de eso, habla muy mal de algunos. No nos sirven.


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Sobre mí
Me gusta tocar el bajo, escuchar mucha música, leer sobre historia reciente, sobretodo de Uruguay, soy de izquierda, y me atrae mucho el pensamiento anarquista. Siempre trato de pensar en positivo, lo que me ha hecho mucho bien ya que me demuestra que se puede ser feliz a pesar de todos los pesares.

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