Lunas Nuevas
Artículos - Escritos - Reflexión

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13.04.2009 11:56 / Artículos- Escritos- Otros

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Lunes, luego de semana santa, las ganas de "Engriparme" me invadían fuertemente. A todo esto se le suma que despierto habiendo soñado con mi EX.
Rápidamente comento el sueño (o pesadilla, ya no sé como llamarlo) ...
Estaba borracha, en mi cuarto, había llegado de algún festejo, salida, o vaya a saber una de dónde venía. Imágen fugáz de que él se acercaba sorpresivamente a mi cama. Hacíamos el amor (¿Sin amor?) ... Bueno, la cuestión es que despertaba y encontraba su ropa tirada en el piso de mi cuarto. Me levanté y lo busqué en el baño, en la cocina, en el living... pero no estaba... Yo pensaba, "Qué raro! Si su ropa está aquí, él no se puede haber ido". Al rato, aparece... Le pregunté que había pasado, y me confirmó lo que ya les conté, me relató desde el momento en que había llegado, hasta la manera en la que dormimos (abrazados). Buscó su ropa y se fue, el barco partía y tenía que volver a trabajar.

Por supuesto, me desperté con la sensación de haberlo visto, de sentirme abrazada por él mientras dormía. Si existiera alguna pastillita para olvidar a un ex, les aseguro que me la compraría! jaja...
Recomiendo a los que les gusta mirar películas una que se llama "Eterno resplando de una mente sin recuerdos".

Y les dejo algo que encontré por la web...

Algunos -como yo- recordamos lo mal que nos fue. Otros, en cambio, pusieron énfasis en lo bien que entonces la pasaban. Ojo: estoy hablando de sexo, sexo puro. Cuando el tiempo pasa, a veces la figura de la antigua pareja se agiganta, se ennoblece y se convierte en casi la fórmula mágica para ser feliz... en la cama.


Una amiga me contaba que, muchos años después de la ruptura, hasta se había dado el gusto de aumentarle un par de centímetros al pene de su ex. El tiempo asigna esos regalos. Hay quienes le aumentan la talla del brassiere, y hasta le obsequian categoría de actriz porno.El tiempo ayuda a olvidar, pero también deforma la realidad a favor del ex. Pasa y más de lo que se imaginan. (Me lo decía mi psicóloga, la doctora K, a quien jamás -creo- citaré con nombre y apellidos, porque se niega a la pequeña fama que dan los blogs).


Llega un momento, seamos sinceros, en el que el ex o la ex se meten en nuestra cama. Si están leyendo este post con la pareja encima, sé que no se lo dirán, pero se sabe -lo sé yo y varios damnificados más- que cuando algo marcha mal con el actual es común que se piense que el anterior amor nunca estaba cansado (a) para la faena, que jamás al terminar se daba la vuelta y encendía la tele, que jamás usaba medias durante el sexo...Y que jamás roncaba, y que jamás jamás fallaba.

El ex (la ex) de nuestros pensamientos siempre está dispuesto al sexo oral, problema monumental que, por cierto, merece no un post sino una serie de post terapéuticos.

El ex de nuestros recuerdos deformados siempre dice te amo durante el coito, siempre quiere lo justo y más, siempre sabe de nuevas y cómodas poses. El ex sabe esperar, sabe mirarte a los ojos y aguardar que llegue el momento. El ex parece perfecto, pero no lo es.


Lo que corresponde es dejar de hacer flashback, dejar al ex al otro de lado del planeta, y mejorar nuestra vida sexual con la persona que ahora tenemos al lado. Ya sé que el ex llega a nuestras mentes de manera inconsciente, lo sé muy bien, pero vale la pena hacer el esfuerzo y decirle al trastocado recuerdo que no se meta en nuestra cama. Ya no.

Esther Vargas




07.04.2009 11:42 / Artículos- Escritos- Otros

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Anoche me costó conciliar el sueño, tanto que hoy no podía levantarme de la cama.

Siento que descubrí que los compromisos no son justamente los de palabra, tal vez para muchos sea algo obvio, bueno para mi no. Acostumbro a comprometerme en palabra, acción y corazón.
Por eso, a veces me cuesta entender algunas cosas, por eso también me duelen algunas cosas.
No estoy hablando solamente de compromisos de pareja, sino en el compromiso humano en general, en los vínculos que vamos creando a lo largo de la vida.
Siempre recaigo sobre lo mismo, y es que no logro dar crédito a las palabras que no acompañan hechos. Es sumamente normal que nos pase a veces eso de no concordar lo que decimos con lo que luego hacemos. Pero en temas profundos, que comprometen sentimientos, no lo entiendo, me cuesta comprender.

Hace algo más de una semana, mi Psicóloga me dió el alta, luego de casi tres años de terapia. Mucho trabajo juntas. Me contó hace un tiempo que al comienzo de la terapia estuvo a punto de derivarme a otro Profesional, que no veía de qué manera podíamos trabajar en conjunto. Luego, descubrió el punto, y agradezco que así haya sido. Hay un antes, un durante, y un después en mi vida luego de esa terapia.
El Psiquiatra aún no me dió el alta, ya llevamos tres años, pero él asegura que hay que ser precavido y no dar márgen a nuevos episodios.
Me fui por las ramas, lo que quiero decir es que un día una persona me dijo NO al rótulo, y sin embargo, fue la que más se comprometió a caminar a mi lado.

En resumen, observaré más y creeré menos en lo que escucho.



Dedicado a mi querida Amiga Memonia:

"Deberías saber que no "deberías" nada en absoluto"




02.04.2009 14:43 / Artículos- Escritos- Otros

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Me gustaría contar a algunos de mis lectores sobre mi separación, he hablado mucho sobre mi ex, pero creo que no he contado los motivos de separación.
Como en todas las relaciónes, llega un momento en que las cosas se dan vuelta, y pasamos a estar "más abajo de la pata del otro, que el otro de la de uno". Así siento que fue, en cierto momento me encontré entregando sin cesar, cediendo mucho. Él comenzó también a querer más, a pretender "organizar" mi futuro universitario, laboral y vincular. Empecé a sentirme presionada tanto por él, como por su familia (mejor ni nombrarlos). Me propuso ir a vivir con él (a otra ciudad), ya que él por su carrera "no podía" venir, y como yo aún no decidí ninguna carrera, "obviamente" me tocaba dar ese paso.
Las cosas comenzaron a enfriarse, sentí distancia (más allá de la geográfica), nos veíamos menos, y él me llamaba poco. Me di cuenta que mi vida estaba girando en torno a él, me volví "dependiente" de sus pasos. La verdad me hizo bastante mal, estar a la espera, o hacer de más sin recibir mucho.
En un momento determinado, se lo dije, le dije que me estaba sintiendo mal con la situación que estabamos viviendo, que necesitaba una determinación, fuera la fuera, pero decidir que ibamos a hacer, así no podía seguir. Esa charla fue por teléfono, por teléfono también ese mismo día, terminamos. En ese mismo momento me quité la alianza de compromiso, que luego, me volví a poner. Esa noche decidí cortar toda comunicación (de mi parte hacia él). Al otro día no quería levantarme de la cama, estaba sin trabajo hacía ya unos meses, cosa que tampoco ayudó demasiado. Al revisar el correo, encuentro mensajes instantaneos que me había dejado. Decía que no quería que nos separemos, que yo era su mitad, que no podía hacerse la idea de estar separado de mi, que era la única mujer con la que quería estar y envejecer. Más tarde charlamos por el msn, traté de mantenerme distante y determinante. Me planteó la posibilidad de mandarme plata para que vaya a su ciudad y poder charlar cara a cara. Acepté. Los días siguientes se mostró interesado, llamados, mails, palabras de amor.
Su postura seguía siendo la de que vivamos juntos allá. Sinceramente, si todo se hubiera dado distinto con su familia y también con sus presiones, quizás me hubiera sido más sencillo decidir irme con él, pero no lo fue.
Estando juntos allá, decidimos esperar a estar tranquilos y solos para conversar sobre lo importante. Así que nos dedicamos a hacer el amor, mucho. Pero como todos sabemos, por más que el sexo sea increiblemente bueno, no alcanza para que una relación viva.
Cuando llegó el momento de hablar, sentí que muy poco había para decir, los dos sabíamos bien lo que queríamos, y eso mismo era lo que nos separaba. Así que poco hubo para hablar. En ese momento comencé a llorar, como si me estuvieran arrancando el corazón, lloré como pocas veces en mi vida. Siento que se asustó al verme tan triste. Al día siguiente, tiré mi "manotazo de ahogado" y le dije que quería vivir con él. Me respondió que ya era tarde, y una serie de contradicciones más. Me dijo que no se sentía preparado para vivir en pareja, que necesitaba de su soledad, y que sabía que iba a terminar solo por esa manera de pensar.
Ya nada podía ni quería hacer... no quedaba ninguna carta por jugar.
Lloré por una semana con la misma intensidad y el mismo dolor.

Me gustaría seguir contandoles, pero revivir aunque sea en palabras la separación me da un poco de tristeza. Tomaré fuerzas y volveré pronto con lo que me queda por contar.

Un abrazo




30.03.2009 18:45 / Artículos- Escritos- Otros

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Hoy, sólo esto...




20.03.2009 15:05 / Artículos- Escritos- Otros

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Navegando por la web, encontré artículos con consejos para olvidar a un/a ex.

Plantean técnicas muy similares, desde tirar o quemar cartas y fotos, hasta acostarse con otra persona para borrar del cuerpo a un ex.

Una de las técnicas que me pareció interesante, es la de escribir en una hoja (dos, tres, cien, o las que sean), los aspectos positivos y negativos de la ex pareja.
Digamos que por lo que entiendo, sería una manera de poner en la balanza y ver hacia donde está pesando más, no?

Entonces, como hoy no es un buen día respecto al recuerdo de mi ex, decidí escribir la carta y compartirla con ustedes.

Aspectos Positivos:

Fue muy dulce, caballero, se preocupó por mi futuro profesional, me propuso compromisos importantes, me llamaba en el día, expresaba su amor, me complacía sexualmente.

Aspectos Negativos:

Quería que fuera lo que no soy, le importaba más una carrera universitaria que los valores humanos, no demostró compromiso, mintió algunas veces, se ausentó en momentos que lo necesité, me dijo cosas que dolieron mucho, priorizó su libertad, dijo cosas que luego no acompañaron a sus actos, pensó sólo en él, le importó siempre lo que digan o piensen familiares y amigos, se contradijo en temas importantes, racionalizó demasiado, mostró inmaduréz.

Bueno, creo que no hace falta sacar conclusiones para saber hacia donde pesa la balanza. Seguramente, en este momento este olvidando muchos aspectos, tanto positivos como negativos. Pero hoy, lo veo y siento así.


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Sobre mí
Soy un ser humano más que va por la vida caminando, tropezando, aprendiendo, compartiendo. Busco crecer, llegar a la sanidad y el equilibrio. Veinticinco años me separan del día que nací, llevo conmigo historias emocionantes. Compartiré en este espacio, sentimientos que todos tenemos. Simplemente soy...

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