Recibo periódicamente llamados de Punta del Este de gente que me conecta por mi página Web.
El verano pasado recibí un llamado, una voz de varón muy interesante, me pareció conocida, pero no supe de donde.
-Discúlpame pero hoy tengo agenda completa.
-Podrás venir mañana a las 20?
-Dale si como no, mañana alas 20 en la terminal.
-OK te voy a buscar.
Al otro día a la hora acordada me llama a mi celu.
-por donde estas?
-Estoy en la terminal de Maldonado, estoy ahí en 15 minutos.
-OK te estaré esperando en una camioneta modelo tal.
-OK.
Cuando llego a la terminal de Punta, me subo a la camioneta que me esperaba, la abrir la puerta casi caigo de espaldas al reconocer un actor argentino, uno de los grandes, que contaba con mi total admiración.
No dije nada, mire con obstinación el parabrisas durante todo el trayecto.
-venís de Montevideo? Como estuvo el viaje? Lleva poco tiempo no? Viniste cómoda?
Yo contestaba amablemente pero en mi cabeza lucubraba que tenia a mi lado un tipo por el cual las chicas dormirían en la vereda solo para que las mirara al pasar ¡Y yo me lo iba a coger!!
Llegamos a un lujoso chalet, al entrar en una sala amplia y hermosa esperaba champaña enfriándose.
Siempre fue mi criterio no admirarme por nada, nada de pasear la mirada con cara de asombro, todo tiene que parecer que lo vivo todos los días, así que actué con naturalidad mientras el me sacaba el abrigo, me indicaba un sillón y me servia una copa.
Charlamos de todo un poco por un rato, de Uruguay, de Argenita, de los negros, de las costumbres rioplatenses y nuestras diferencias, muchas otras cosas.
En un momento cambio la mirada, los hombres ponen "esa" mirada y una se da cuenta que es el momento de entrar en acción.
En la cama un tipo como muchos, normal, vigoroso, pero un hombre, o sea, me olvide que estaba con una estrella.
Al volver de la ducha lo encuentro nuevamente en los sillones,
-A que hora parte tu ultimo bus?
-A tal hora, me llamas un taxi cuando gustes.
- De ninguna manera, quédate hasta esa hora y yo te llevo.
Un gentleman.
Nunca le dije que sabía su nombre, pero hablamos de teatro y cine. Me habló de un par de directores que me gustaban y con los que el trabajo. Se caía de maduro que yo sabia quien era.´
A la hora indicada me llevo a la terminal y me despidió con un beso profundo.
Hoy cada vez que lo veo en TV me sonrío para adentro.
Una experiencia inolvidable.
Nunca hice la calle, cuando recién arranque puse un aviso aquí en montevideo.com. Me metía en un ciber y esperaba los llamados. Concretaba la cita e iba al encuentro de mi próximo compañero de cama.
Con el tiempo las circunstancias se dieron para que pudiera alquilar un apartamentito en la old city. Estaba prolijo aunque no lindo, pero tenía portero eléctrico (fundamental para la discreción y el anonimato de mis visitantes).
Cuando me instalé tenía todas las ilusiones de encontrar mas clientes y de mejor nivel. Pero al principio me asusté, resulta que muchos de los que me llamaban semana tras semana desaparecieron. Aunque había programado mi página en Internet las cosas estaban raras.
Uno de los que recuerdo, entro con cara rara, mirando todo, me pregunto que había detrás de cada puerta. Me dijo- vine porque sos vos y ya te conozco de antes, no tengo costumbre de ir a deptos viste? Uno nunca sabe que hay detrás de las puertas, prefiero ir al telo.-
Después la cosa empezó a fluir, y de ahí aprendí que el público putañero se divide en segmentos de mercado. La misma mercadería en envases diferentes es consumida por diferente público. Los que acostumbran a consumir chicas de la calle no consumen casas de masajes, no son los mismos que consumen aptos, etc.
Esta experiencia me sirvió cuando me mudé a mi actual apto en un barrio más elegante, a un apto más vistoso. Al principio debido a la suba de precios y al lugar, hubo un bache en que pocos me siguieron. Pero luego llegaron nuevos. Gente de mejor nivel cultural y poder adquisitivo.
Claro que también tengo amigos que me siguen fieles desde el principio.
Simples curiosidades que se me dio por compartir con Uds.