ARGENTINA (Uypress) - Se jugaba el partido de fútbol entre Central y River Plate en Rosario, en el Gigante de Arroyito.
El match terminó 1-1, aunque no es seguro que este partido sea recordado por el trámite, sino por una situación que desafía lo insólito.
A los 27' del segundo tiempo, un perro ingresó al campo de juego. Dio unas vueltas por la cancha entre los jugadores y... defecó frente al arco. El partido se detuvo y toda la atención fue para el perro: lo fotografiaron, lo filmaron, y el público lo ovacionó.
Después, dribleó a todo el que quería detenerlo con envidiable habilidad... se divertía. Pero cuando el juez intentó agarrarlo, no le gustó y le mostró los dientes.
Finalmente, uno de los jugadores lo detuvo y tomándolo de las patitas delanteras caminó unos pasos con él y luego lo tomó en brazos para entregárselo a un colaborador. El hombre, con el perro bajo el brazo y acariciándole la cabeza, retiró al simpático perrito de la cancha de juego y al público siguió aplaudiendo a rabiar.
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Pena que no filmaron al que limpió el "regalito".
Eliza
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