Un año más que se termina. 

Muchos ven el paso del tiempo como algo malo ("qué viejo que estoy", "yo a estas alturas", "pensar que cuando yo era joven"... etc), sin comprender que el paso del tiempo simplemente ES.

El reloj nunca deja de hacer tic-tac (lo mismo que nuestro corazón nunca deja de latir, puesto que ese día, termina nuestra vida). 

La paupérrima mentira acerca de la edad en la que caen la mayoría de las mujeres y algunos hombrecillos también, (lo he descubierto), "Nena, ¿cómo se te ocurre decir la edad?" - dice Esthercita, con más de ochenta y pico en su haber, con unas calzas verde flúo, labios pintados de rojo, haciéndose la pendex, quizá con varias "liftineadas" a cuestas, con un bronceado que grita "yo nací en la cama solar". Ay, Esthercita, ¿por qué no eres natural y nos dices en qué año has nacido? ¿Qué cambia?

En vez de estar feliz Esthercita, al constatar que su corazón aún late, de que tiene cuerda para rato, y muchas cosas aún por hacer, pretende volver a ser pendex, negando lo innegable, el paso del tiempo irreversible.

Quizá sea muy obvio lo que sucede: Mientras hay vida, hay TIEMPO, hay oportunidades para hacer todo lo que querramos, es simplemente tener ganas, entusiasmo, la vida merece ser celebrada cada día.

Por eso hoy me quiero centrar en una palabra:PERDON. 

No se puede estar toda la vida ODIANDO a alguien por un malentendido, por orgullo, por el "qué dirán". Es mucho más sano pedir perdón. No importa lo que digan. Uno jamás puede vivir en paz odiando para siempre, por supuesto que existen malos entendidos, cosas no dichas, pero si esas cosas no se aclaran, ninguno de los involucrados tendrá paz. Así funcionan los vínculos. 

Yo este año he pedido perdón. Y siento paz. Me equivoqué y con el paso del tiempo comprendí que de nada servía dejar cosas inconclusas en la vida.

Porque mientras hay vida, hay esperanzas. Y mientras hay esperanzas, hay segundas, terceras, y ene oportunidades para pararnos en determinada situación y mirarla desde otro ángulo, de ponerse en el lugar del otro. 

En estos tiempos de tanto estrés es lindo lograr la PAZ interior. 

POR UN 2014 en paz. En paz con uno mismo. Y con el eterno deseo de que de una buena vez, el mundo pueda caminar aunque sea un pasito más acercándose a la PAZ. 

Anna Donner Rybak © 2013