A través del tiempo, la forma de ordenar la escala de valores de la gente tuvo cambios de enfoque, de acuerdo a qué personaje fuera de su preferencia. Los grandes mentores más destacados, cada uno en lo suyo, fueron:
Moisés, que al asegurar que "La ley es TODO", inculcó el acatamiento a los códigos.
Jesús, que al asegurar que "El amor es TODO", le dio valor a la espiritualidad.
Marx, que al asegurar que "El capital es TODO", advirtió sobre el gran enemigo.
Freud, que al asegurar que "El sexo es TODO", dignificó la líbido de cada ser.
Entonces vino Einstein a asegurar que "TODO es relativo", y mandó al carajo las ideas de los otros cuatro.
Autor anónimo
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