Frontera Norte (Ruben Abrines)
notas y propuestas políticas de actualidad, relatos

http://blogs.montevideo.com.uy/pedrafurada |  Agregar a favoritos  | 
Imprimir Recomendar Agrandar Achicar

12.07.2013 20:22 / Mis artículos

Un apunte sobre la Huelga General del 73

La huelga general de los trabajadores del Uruguay del año 1973 fue la estocada mortal contra el golpe de estado.

Hablar de esto hoy es hablar del presente y el por qué estamos acá.

Es hablar de que sin la Huelga General no hubiera sido posible la resistencia de los años que siguieron al golpe de estado, hasta recuperar la democracia.

La Huelga General, de quince días, no fue casualidad ni improvisación de las masas de trabajadores.

Es imprescindible asumirlo como un hecho histórico e inédito en el mundo, salido de las entrañas de la clase obrera y los trabajadores.

Y debe asumirse, y ser estudiado, como un capítulo de la mejor historia moderna de la lucha por la libertad y la democracia, en y para toda América Latina.

Solamente parangonable en el Uruguay con la epopeya Artiguista. 

Fue el fruto maduro de los trabajadores organizados, por haber sabido cernir todas  las experiencias de las luchas dadas hasta ese momento en el continente.

Fue la batalla épica de la madurez para saber plasmar, con paciencia y organización proletarias, una estrategia para el caso de un golpe de estado en el país.

Apretados y encerrados por las dictaduras militares de Brasil, Argentina, Paraguay, y Chile después, de trágicas consecuencias para sus débiles democracias representativas, sin siquiera haber separado aún al Estado de la Iglesia.

Uruguay era un país casi desconocido en el mundo, de raro nombre, y muy lejos estaba la izquierda de ser comprendida, entendida por la mayoría de los movimientos populares y revolucionarios del continente.

Cuando el golpe de estado asistíamos al fracaso, y las tragedias posteriores, de las intentonas de los grupos rebeldes, con urgencias de cambios, en este país y en gran parte del continente.

No se trataba de que el pueblo enfrentara el golpe de estado con una pistola en la cintura.

Era imprescindible y necesario dotar de una estrategia a las grandes masas de obreros y de sus aliados naturales de las ciudades y del campo, en la fragua de la lucha, donde cada uno supiera su papel, y por qué estaba en el centro de una batalla del más alto nivel político, de dimensiones desconocidas, con esa huelga.

No fue el economicismo clásico, todo lo contrario. Los trabajadores y sus aliados naturales asumieron el rol de toda la sociedad.

Invirtiendo con justeza y responsabilidad de clase, histórica, la antigua consigna “el que no lucha por el pan no lucha por la revolución”.

Huelga General contra el Golpe de Estado. Lucha por la Democracia, a secas.

Había que luchar por la libertad y todas las instituciones que habían creado todos los uruguayos.

Así lo tenían planificado, y así lo hicieron, cuando desataron la Huelga General, que a  nadie tomó de sorpresa. Eran públicas las resoluciones de la CNT, tomadas en cientos de asambleas de fábricas y lugares de trabajo, de públicos y privados.

No se transformó en Huelga General Insurreccional, porque primó el sentido común de los dirigentes y los obreros, en cientos de asambleas que se realizaron en los lugares ocupados para levantar la Huelga, de forma ordenada, para pasar a una larga resistencia.

La perra estaba en celo, y el golpista y los fascistas que más hubieran querido que llevarnos a un baño de sangre entre uruguayos.

También los hicimos fracasar.

Y no fue producto de la casualidad, mucho menos de la improvisación o el voluntarismo desesperado de las salidas individuales de iracundos militantes, imbuidos de fiebre obrerista.

Fue muy doloroso y largo el camino, y la instrumentación, de la resistencia popular desde la más absoluta compartimentación de la clandestinidad.

Pero eso será otro escrito.

El arte fue llevar a la práctica la teoría de la resistencia de buena parte del pueblo, en  contra del fascismo que se ocultaba detrás del Presidente de la República, el despreciable golpista, anticomunista, Bordaberry.

La Huelga plantó, para mucho tiempo, la estrategia de la resistencia de todo el pueblo.

Única herramienta para recuperar, y válida para afirmar, consolidar y avanzar hacia una Democracia de nuevo tipo, en toda América del Sur.

Con mi amigo el Pancho Montiel y otros compañeros, en muchas ocasiones en la calle Rivadavia y otras en Cufré, nos preguntábamos donde estábamos parados después de la dictadura y los empujes del neoliberalismo, con los gobiernos de colorados y blancos.

Estamos parados en el futuro.

“Estamos parados en el futuro de aquel acontecimiento inédito de la Huelga General de quince días. Ni la revolución Francesa fue capaz de haber parido semejante hazaña”

No. Tampoco la ensangrentada República Española.

Quienes crean que la resistencia se acabó con la derrota de los golpistas cívico- militares, se equivocó y seguirá equivocándose si aún lo piensa.

La experiencia que nos trajo la Huelga General y los caminos de la resistencia están en cada reclamo, en todas las luchas por mejores salarios, mejores condiciones de estudio, respeto por lo diferente y asumir las lacras dejadas por la dependencia de la sociedad capitalista, enferma por la drogas y el consumismo.

 

Seguimos andando, en ese camino, hacia el futuro.



Inicio

Buscar
Buscar en Frontera Norte (Ruben Abrines)

Sobre mí
Vivo en Canelones. Realizo actividades como comunicador en Radios. Escribo, entre cosas, notas y artículos, algunos publicados en la prensa local y nacional. Mi correo: rabrines@adinet.com.uy

Categorías

Mis Links

Archivo


Contacto ¿Qué es RSS?