La Ley estaba aprobada, pero la vetó un presidente
imponiendo su sola voluntad ante el Parlamento y el Pueblo.
Ese presidente se fue y otra vez tuvimos Ley.
¿Ahora intentan emularlo en patota?
No somos ovejas de rebaño, tenemos criterio propio
y no está a disposición de los que piensan distinto.
Eliza y Miguel
Continúa