Brisa. Calor. Luz. Gris. Sombra. Azul. Gris. Celeste. Gris plomizo. Brisa. Oscuridad. (Es el janzim, viento caliente del desierto). Todo gris, pequeñas pinceladas a lo lejos de un azul olvidado, pregonan el inminente aguacero. (Existen tantos pregoneros farsantes...) La oscuridad va cediendo, la brisa está distraída, el maestro agregó blanco a la mezcla (una de las primeras enseñanzas del maestro es que el blanco se usa para acercar e iluminar;el negro para alejar y oscurecer). Por alguna extraña razón, el maestro ha cambiado de parecer; tapó los grises con celeste, "Tormenta en el mar" ya está vendido, ¿acaso el maestro se ha vuelto loco? El cliente arriba presuroso. Habían acordado la cifra. "¿Donde está mi tormenta?"-"Se ha ido"- No importa, me llevo ese- dijo, señalando la maravillosa y reciente obra acabada, aún con el olor del óleo fresco; "Puesta de sol en la ex-tormenta".
Miraba yo a ese hombre exótico, que tenía aquel extraño poder de quitarle furia al viento, de limpiar el cielo de gris, y de pintar un sol anaranjado allá ... allá en el horizonte. Miraba yo a ese hombre exótico casi mágico. Así son los artistas.
Continúa