Ya parece ser recurrente, pero cada día que pasa crece aún más la sensación de que no puede existir uruguayo que se precie de tal, que no tenga totalmente claro que somos un tremendo país bananero, con trompetas, “si se puedeses” y todo el combo que hace a nuestra identidad.

Parece que nosotros mismos nos alimentamos de todas esas cosas que andan en la vuelta para creernos “in” del sistema perverso de inclusión como sociedad. Vamos incorporando todo lo que podemos, a la mayor velocidad posible, para no sentirnos excluidos de todo lo que parece tentador al ojo del choto/chota/mongo/monga/croto/crota (marque la opción con la que se sienta más cómodo. Puede marcar más de una, así que tranqui).

Gran parte de este bananerismo viene asociado a nuestro continuo y creciente felatio a la aaaaaargentina y todo lo que gira alrededor de su aparato tan bien desarrollado de banalidades, huequismos y chotadas.

¿Qué nos estaba faltando? Algunos programas de chimentos**, videos de petes, cópulas y escandaletes. Ya tenemos todo, que alivio.

Por suerte el otro día pasó medio ciclón por Uruguay y parecía que se terminaba todo. Pero no, se volaron varias viejas, la peluca de alguna otra y se cayeron chiquicientos mil árboles. Un fiasco. Por suerte, en plena hecatombe, en canal 12 arrancaba un programa que se llama “Verano Perfecto”. ¿Me están tomando por idiota?

Las figuras del mundo del chimento han crecido y se han olvidado de casi todo lo que alguna vez nos hicieron creer que eran. A modo de ejemplo, tenemos al amigo Buysan, humanoide que daría para escribir un libro para analizar como la vergüenza puede hipotecarse tanto simplemente por un billetito. A decir verdad, capaz que se hizo periodista deportivo porque acá no tenía mercado para dejarse la barba candado, abrirse la camisa mostrando su cadena de oro y hablar de “Marce” y su circo. Pero por suerte, ya está donde siempre soñó y todos contentos.

Lo peor de todo es que cuando alguien intenta dialogar con esta gente usando al mágico Twitter, te bloquean lo que puedas escribir. Queda clarito, que la comunicación para un periodista no es importante y ellos no dependen de sus opiniones y de generar discusión con sus “clientes”. Mal yo que debo estar meando afuera del tarro.

Una vez, intenté “comunicarme” con el Ventura uruguayo y su argumento para rebatir mi comentario sobre su papel en el chimenterío fue “Ojalá que se mantenga, hago mucha plata con esto. ¿Te jode también?”

Cada país tiene la farándula que merece y nosotros tenemos a Buysan, el Piñe, Gaspar y Martina Gadea.

Dedito para arriba a la amiga Chris (¿en serio tenías que poner dedito?), que ya entró al mundo ese que tanto le gustaba. En supermatch podes apostar cuánto tiempo falta para que aparezca en “bailando por un sueño”.

Que vuelva la tuberculosis y se los lleve a todos. YA!

**tercera palabra con más contenido de porteñismo por carácter del mundo. Solo superada por “fiaca” y “los chicos de Urlingham”.

***Pido permiso a @Elcammarota por el plagio de tremenda foto.