"Se nos viene... fin de año"... dice Jaime Ross desde su tema Los Olímpicos.

Sin saber muy bien porqué, puesto que se viene un fin de año, pero inmediatamente después se viene el comienzo de otro año, un "loop" de la vida tan predecible, igual que este otro de que se termina un mes, porque comienza otro mes, o este otro de que se termina un día porque comienza otro día, o este otro de que se termina una hora porque comienza otra hora, o este otro de que termina un minuto porque comienza otro minuto, o este otro de que termina un segundo porque comienza otro segundo... y esos fines y comienzos no son otra cosa que la constatación de la irreversibilidad del tiempo, certeza absoluta si las hay, por más que muchas veces nos gustaría poder volver atrás, volver a ser niños para poder estar con nuestros padres, volver a ser adolescentes para vivir esa magia, ese ensueño, ese estado donde sólo importaba un vuelo de cosquillas con mariposas en la panza, volver a ver a nuestros hijos chiquitos y hablando con voz de niños, verlos comenzar a caminar, ver los lugares de esta ciudad que nos da cobijo como antes, ver los ómnibus sin puerta, esos en que el chofer iba en un cubículo adelante, ver los trolleys, ver las playas limpias, ver en los barrios a la gente sentada en la vereda, y lo más importante... TENER TODA LA VIDA POR DELANTE...

Pero, no somos concientes de que si bien el tiempo corre irreversible, ahora TAMBIÉN tenemos TODA LA VIDA POR DELANTE...

Porque antes no sabíamos cuánto duraría el "TODA LA VIDA", y ahora tampoco sabemos cuando durará el "TODA LA VIDA"...

La cuestión es que a pesar de todo lo anteriormente dicho, el fin de año es cosa seria. Se nos da por ponernos a pensar en cuestiones contables como balances, del tipo de qué fue "lo bueno" del año que está a punto de irse, qué fue "lo malo"... primero a nivel personal, para inmediatamente después pasar a pensar lo mismo pero a nivel de sociedad o de país, si se lo prefiere.

Es en este mes que uno empieza a "bajar la pelota al piso", termina un año, uno termina valga la redundancia bastante cansado y por tal motivo es que comienza a... algunos dicen "Ahora estoy más light", otros dicen "Ahora cero estrés", otros dicen "Ahora Om todos los días", otros dicen "Ahora me estoy relajando" (no de relajo sino de relajarse, que son cosas distintas aunque a veces la gente se confunda).

Sentandos todos estos relevantísimos precedentes, declaro que hasta el próximo fin de la semana de Turismo o Semana Santa o Pesaj del siguiente año, no haré más nada demasiado "sesudo", porque mis neuronas ... están cansadas... pero eso no quiere decir que no (les) escriba más, nada de eso, sólo que haré un interludio, no hablaré de guerras, de política, por eso dejo mi balance hoy, día último que hablaré, pero "cero estrés" de esos temas.

La sensación "térmica" que tengo acerca del país o del gobierno, es "mucho ruido y pocas nueces": Muchas promesas, pocas constataciones, muchas palabras, pocos hechos, muchos dedos inquisidores, pocas propuestas, así que la propuesta es porqué no hacer propuestas desde lo personal, en vez de esperar que las hagan los demás, quizá se nos ocurra una idea mucho más brillante que la de alguien que esté ocupando un cargo de suma relevancia en la jerga política... 

Mentiría si dijera que veo con optimismo el porvenir político-social. Mi percepción (la mía), es que cada día hay más peleas entre "hermanos", peleas en el partido que hemos elegido para que nos gobierne, luego de tantos años de soñar con ver al Frente Amplio en le gobierno, todo sería distinto, se acabarían las injusticias, no habría más clientelismo ni amiguismo, todo sería perfecto, y por ese asunto de que los reyes son los padres, es que nadie es perfecto: ninguna persona, ningún partido, sea el que sea, en todo caso podemos tener más afinidad con fulano que con mengano, con la izquierda que con la derecha, pero de ahí a la perfección... la perfección, o la excelencia como otros le llaman eso es cosa seria, y es casi (quasi) utopía. 

Así que pretender perfeccción ahora que somos grandes, y que sabemos que los reyes son los padres, podría parecer un tanto infantilesco.

Yo no pretendo perfección, pretendo cosas bastante más simples. 

A nivel de gobierno, pretendo que se dejen las diferencias para otro momento, porque este es un TIEMPO DIFICIL, y la cosa no está como para andar de "peleas en el recreo", es un tiempo difícil, en donde es preciso dejar de costado la diferencia, o si se lo prefiere el ganar la pelea, para pasar a LO COLECTIVO, a una ACCION COLECTIVA, para poder encausar el río que creció y si no se hace algo urgente, luego de la crecida vendrá la inundación, y luego la evacuación de los poblados... y luego no habrá marcha atrás por la cuestión inminente de la irreversibilidad del tiempo.

Por esto es que pediría a todos los actores del gobierno, que se dejen de peleas, la cosa está difícil, no me defrauden, no defrauden a Pedro, María, Juan y José que los hemos votado con muchas esperanzas, y demuéstrennos que no hemos votado al divino botón...

Tá. Ahora paso a temas más simples. A lo personal. 

Un año más, es tan sólo un año más. Poco a poco me voy haciendo, "pisando tierra firme" diría Nietzsche, fiel a mí, siendo consecuente con lo que digo y hago, eso da una sensación de estar En Camino, y acá se viene toda la lista de "diváins" fotos que la gente pega en los muros, pero que para mi son mandatos bíblicos: Decir la verdad, hacer cosas por los demás por el placer de hacerlas, o dicho de otro modo, hacer cosas "ad gadium" por los demás. No puedo no nombrar al Arte, el hecho creativo todos los días me salva y me eleva hacia las nubes, o quizá arriba de ellas, tan alto donde ya son colchón de algodón y está el sol... 

Un año en el cual sigo haciendo lo que más amo: escribir, un año muy importante, porque vio la luz "con Mimicha mMm", espacio que disfruto de pé a pá, que cuando termino de escribir cada "prougram", me río, y me río tanto que a veces me tengo que ir corriendo al baño.

Otro año más donde la gente me ha demostrado que siempre está: los amigos de siempre, las personas que leen lo que escribo y me regalan palabras bellas, las atesoro todas y cada una de ellas, (sus palabras), puesto que me nutro de ellas, y hacen ser de mi una persona mejor.

Año importante porque tras veintiun años de no tocar un pincel, volví a ese ruedo, también tras años de no estar en un escenario, pisé uno.

Un paréntesis para amigos incondicionales que siempre están, de los de antes, de los de ahora.

Y para ir terminando porque esto me está quedando demasiado es que le digo a nuestros gobernantes que se dejen de "riñas de gallo", que digan menos y hagan más, y les digo a mis amigos que siempre sigan siendo como son. 

Que termina un año, pero empieza otro, porque la vida es proyecto, y movimiento, y el día que ya no podamos movernos, será porque vivos no estaremos. 

Anna Donner Rybak © 2011