AQUEL ERA OTRO PENAL

Cada vez que veo la imagen del Penal de Libertad en la televisión o en la foto de un diario tengo una extraña sensación.

¿Se puede extrañar el haber estado preso? Creo que no, y como dice Mujica, nadie estuvo porque quisiera sino porque no “disparó” lo suficientemente rápido.

Quizá lo que uno extraña es la juventud y los ideales perdidos, que luego demostraron ser  tan equivocados. Pero no por ello fue menos puro el espíritu de sacrificio.

Estoy viendo en la tele ese edificio de ladrillos rojos en el que estuve dos años, en el quinto piso sector B,celda 13 izquierda  y luego en las barracas.En todas las barracas.

En aquellos años de la dictadura, se llamaba “Establecimiento Militar de Reclusión Número 1”(EMR 1), porque el número 2 era Punta de Rieles, donde también estuve como sabrán los que leyeron “Los hombres grises, bolche tupa, comunistas y tupamaros en Uruguay” (así se encuentra en Google).

Con uniforme gris y un número, en mi caso el 705, y la cabeza rapada.

El edificio fue  construido sobre columnas, para evitar los túneles.

Era una construcción nueva en aquella época, con las pequeñas celdas que incluían un diminuto inodoro que había que usar en presencia  del compañero de celda. Dato que parece menor, pero trance que había que pasar.

Con su rutina de horarios, recreos y visitas.

Con su biblioteca, censurada pero burlada. Y tantos otros recuerdos.

¿Por qué estoy viendo hoy martes 8 de marzo ese edificio que me trae tantos recuerdos, y que seguramente se los trae también a casi todo el gobierno ?

Porque mataron al “Rambo” de cinco disparos.No era Silvester Stallone ni murió combatiendo a los comunistas vietnamitas.

Era un homicida como el que terminó con su vida.Pero el lamentable hecho deja interrogantes.

¿Cómo puede ser que en una cárcel haya armas y se asesinen reclusos? ¿Quién está a cargo de eso y demuestra tanta ineptitud?

Es un hecho que amerita una profunda investigación, y que rueden varias cabezas de jerarcas incompetentes.