Un escándalo. La escritora Mercedes Vigil se atrevió a poner en cuestión el discurso oficial sobre Dan¡el Viglietti. Ese que dice que era una paloma blanca en busca de paz, libertad y justicia. ¡Un defensor de los derechos humanos!
Pero ese no era el verdadero. El verdadero fue el que ayudó con Benedetti y Galeano, entre otros,a inflamar las mentes de muchos jóvenes que marcharon con sus banderas a la muerte, la cárcel y el exilio, mientras estos “intelectuales” se dedicaban al “turismo revolucionario” amasando grandes fortunas.
Pero el gramscismo que domina la enseñanza, la producción musical y literaria, entre otras manifestaciones culturales, no perdona.
No le perdona a Vigil que venga a cuestionar su hegemonía. Y le disparan desde las redes sociales,con gruesos insultos, con llamados velados a agredirla de diversas formas.
Le disparan desde la dictadura sindical los investigados por diversos abusos y corruptelas. Le disparan pidiéndole al compañero intendente que le quite el título de “ciudadana ilustre de Montevideo”, que debe ser la única que lo tiene por méritos propios y no por ser obediente miembro del rebaño.
Pero esta agresión a Vigil ha servido para mostrar el verdadero rostro del castrochavismo criollo y lo que nos espera si nos imponen su dictadura como en Cuba o Venezuela.
Ha servido para movilizarnos a los que nos oponemos a que nos implanten esa dictadura, junto a la agredida.
Vinieron por Mercedes,y como yo no era ella, no me preocupó. Después vinieron por mí.
Hoy todos los ciudadanos Orientales demócratas somos Mercedes Vigil.
Prof Antonio Romero Piriz
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