Los dichos populares encierran una sabiduría ancestral que -justamente- con el paso de los años y por el cambio de èpocas en las cuales discurre nuestra existencia van, adquiriendo nuevos significados, al punto que después de enunciar alguno de ellos , le agregamos cosas como :"Al que madruga, Dios lo ayuda"...y mientras nos despegamos de las sábanas intentando autoconvencernos con esa frase no podemos dejar de pensar...será a levantarse? "Siempre que llovió, paró"... y mientras nos estamos empapando seguramente pensamos que eso pasará  arriba de la cabeza de alguien, que no es precisamente nosotros...y bueno, "No hay mal que dure cien años"...al que automaticamente nuestra mente replica..."Ni cuerpo que lo resista"...

Para "El trabajo es salud"....siempre está aquel que conteste: "entonces que trabajen los enfermos", a para ese que reza: "Cuando hay hambre, no hay pan duro"....alguien sentirá que eso se lo tendrían que hacer saber también a los dientes, siempre y cuando no agarre para el lado de los tomates y lo complemente con un "cuando no hay pan, buenas son tortas"...o los "ardorosos por unanimidad" encolumnados tras "la necesidad tiene cara de hereje"...u "Obligado, cualquiera pelea" hasta aquel definitivamente depredador con su "Todo bicho que camina va a parar al asador"

En esas circunstancias aparentemente aciagas "apurado como rengo en tiroteo"... y ya sin mas remedio que entrar en acción el "Agarrate Catalina que vamos a galopar" sería un acerto que en esta nota  "cayó como peludo de regalo" "metido en un berenjenal""Triste como pollo mojado" y "revolviendose como gato entre la leña"...