“La carrera del hijo pródigo”.

He llegado hasta la página 97, de 345, aunque hay 100 con  recibos de las tarjetas corporativas, certificados de estudio, vuelos de la avioneta de ALUR, cheques, cedulones y otra documentación.

En la introducción se nos anuncia que sabremos sobre su “licenciatura”, a todas luces falsa, y que también su secuaz el senador Leonardo de León durante algún tiempo dejó que le dijeran “ingeniero agrónomo” aunque no lo es. Vicio al parecer muy frenteamplista.

Se detalla que la avioneta de ALUR fue usada para infinidad de actividades que nada tenían que ver con su verdadera función.

Se anuncia que sabremos muchas cosas que hizo en Ancap, parte a la que aún no he llegado, pues es a partir del capítulo 4.

Luego de leer los 3 primeros capítulos tengo la impresión de haber aprendido muy pocas cosas nuevas ya que he seguido el “caso Sendic” atentamente en diarios, radio y televisión. Se hace un extenso resumen del tema de la “licenciatura”, con las idas y venidas, afirmaciones y retrocesos de Sendic hasta que queda claro que fue un invento descarado.

De su infancia en Paysandú, se nos dice que no veía nunca al padre, hasta que lo detuvieron y empezó a visitarlo en la cárcel. Una maestra recuerda que una vez que preguntó qué iban a ser cuando grandes, Raúl respondió “Presidente de la República”.

Se narra que no quería irse para Cuba pero el padre insistió, y el que les arregló la ida fue Arismendi del Partido Comunista, que luego en la isla trató de reclutarlos, a él y su hermano Ramiro para el PCU, como también José Díaz para el partido socialista. Pero finalmente se incorporaron al movimiento 26 de marzo seispuntista, prosoviético y aliado del PCU(26M)

Anécdota : quien le daba clases de química en Cuba a Raúl era la actual publicista y esposa de Esteban Valenti Selva Andreoli, que en 1970 era secretaria de educación del círculo de magisterio de la UJC, en el que yo era secretario de propaganda (ver LOS HOMBRES GRISES http://loshombresgrises.blogspot.com.uy/2007/11/los-hombres-grises.html )

Cuando su padre fue liberado  Raulito volvió a Uruguay, pero se peleó con él porque el Bebe (así lo llaman las autoras, como hacían todos los tupamaros) no quería saber de nada con los del 26M. Y estuvieron sin hablar hasta su muerte.

Luego se nos cuenta que cuando Tabaré le ofreció ser vicepresidente de Ancap, les dio una patada a sus camaradas seispuntistas marxistas-leninistas y empezó su escalada hacia el poder.

Todos se peleaban por captarlo, por el apellido, y fue por eso también que Tabaré lo eligió de vice.

Cuando estuvo estudiando medicina en Cuba se menciona que “levantaba suspiros en el cuerpo estudiantil femenino”.

 Hay también citas de un libro que el 26M  publicó sobre él cuando era miembro de su organización.

Finalmente vemos que su núcleo de colaboradores son exintegrantes del Frente Juvenil del MLN, luego colocados por Vázquez en puestos importantes de gobierno.

 Uno de ellos, el hoy diputado Pablo González, antes edil, una vez que envié un mail a todos los ediles exigiendo boleto rebajado para los docentes me respondió que si no era del sindicato no podía reclamar nada, y que habiendo buscado mi nombre en Internet vio que yo estaba “en las antípodas” de sus ideas.

La próxima opino sobre el resto del libro, cuyo capítulo 4 se llama “Ancap, del esplendor a la debacle”.