FASE 2

TEATRO TERAPEUTICO GESTALTICO

ASÍ EN EL TEATRO COMO EN LA VIDA

En el teatro terapéutico gestáltico lo importante es darse cuenta... permanecer en contacto cueste lo que cueste como primera regla, para eso a veces será necesario aumentar la figura: si es cerrada más cerrada (ej. personaje introvertido), si es abierta más abierta (ej. personaje clown). El personaje sobre el escenario contacta la emoción, encarna la emoción, permanece por suficiente tiempo allí y cuando se llega a la apoteosis, tomamos el lugar de observador y captamos lo patético, lo absurdo, lo siniestro (quien coordina, solicita a alguien de la platea que suba y tome ese rol. También puedo solicitar un intercambio de roles sobre el escenario, de manera de hacer figura la proyección y facilitar la toma de conciencia, el despertar, insight o minisatori. Para el trabajo sobre la neurosis, tomar el lugar de espectador aunque sea en retrospectiva (si podemos congelar en el momento mejor) en escenas en las cuales participamos cotidianamente y que nos exigen un importante monto de energía. La caricaturización del drama quita solemnidad al personaje y descubre la máscara, en un camino que puede llevar a la ridiculización, el personaje permanece mientras el espectador viaja a la catarsis. Cuando congelamos la escena podemos hacerlo para aumentar la figura y separarnos de ella o para darle un final forzoso a la experiencia. De hecho de no ser así jamás podríamos cambiar de acto y seguiríamos repitiendo hasta el infinito un solo personaje que por naturaleza se torna falso. Al final de cada acto encontramos al CONTEMPLADOR EXPECTANTE que se encuentra inmerso en el drama y dispuesto a la catarsis, pero que permanece en estado de tensión. Así es en el teatro como en la neurosis. Pues de hecho quedamos demasiado pegados en nuestra vida a ese rol de contemplador expectante, atrapado entre el pasado y el futuro. 

EL CONTEMPLADOR EXPECTANTE

El grupo como UN sólo SER. Se observa que el trabajo sobre el movimiento y la respiración permite la emergencia de una figura grupal, dando lugar a fenómenos que la psicología ha denominado exclusivamente grupales, tal como lo teorizó S. Freud en “Psicología de las masas y análisis del Yo”. En un plano más sutil, de fenómenos suprapsíquicos que permite la presencia de la conciencia superior, de nuestro Yo superior, tal como los describen las disciplinas orientales y en nuestra cultura occidental, científicos como R. Steiner y C. Jung, más toda la escuela de la Psicología Transpersonal.

El campo se configura de manera espontánea. La autenticidad habita cada día de manera más familiar los espacios inter e intrapersonales, dando lugar a la expresión de lo transpersonal. De esta manera el campo se ha configurado dando lugar a la presencia de lo ancestral, lo genealógico, a través de la memoria emotiva.

Por medio del trabajo de armonización de los chakras, de expresión y danza de las polaridades, del ir habitando poco a poco los lugares olvidados del cuerpo, comienza el movimiento dialéctico entre lo relegado, rechazado, reprimido y lo nuevo, lo germinal, que permite la presencia omnisapiente del momento presente.

Los personajes más desfavorecidos ejercitan su derecho a estar presentes, sobre el escenario. Los más agraciados al alto costo del empobrecimiento de la personalidad realizan un trabajo de autoobservación por medio del ejercicio de lo que he llamado contemplador expectante, en lugar de espectador, dadas las cargas sociales del que se ha teñido este término marcada por la sociedad de consumo y el lugar pasivo del que traga. Aquí por el contrario se da un trabajo nuevo de digestión en diferentes planos, pero el modelo orgánico nos seguirá siendo útil en el aquí y ahora de la experiencia. El resultado es un nuevo compromiso con el sí-mismo, del cual seguiremos contemplando mayores posibilidades de acción en la vida escénica, y luego en la vida cotidiana. Sin sobresaltos y sin horror, y sí con emociones auténticas  y la posibilidad de empezar a movernos en sus tonalidades. A partir de la aceptación de lo que es es posible ampliar nuestro campo perceptivo hacia atras en nuestra historia sin expropiarnos del contacto con el aqui y ahora y "quien estoy siendo" sin expectativas.

Imaginales, somos imaginales. Es todo lo que necesitamos Ser. Recobrando la alegría del juego, la memoria infantil, que también nos trae el aliento de nuestros antepasados, en un espacio atemporal y sagrado.

BIBLIOGRAFIA:

Perls, Fritz. Sueños y existencia

Naranjo, Claudio. Carácter y Neurosis

Freud, Sigmund. Psicología de las masas y análisis del Yo.

Jung, Carl. Arquetipos e inconsciente colectivo.

Schnake, Adriana. Diálogos del cuerpo

Stanislav, Grof. Psicología Transpersonal

Steiner, Rudolf. Fundamentos de la Medicina de Orientación Antroposófica.

Steiner, Rudolf. La educación del niño

Steiner, Rudolf. Antroposofía, un resumen después de 21 años.