Versión para imprimir 20/12/18



Sexismo y LIJ

¿Existe una literatura para niños y otra para niñas? Esta pregunta es el comienzo de varios artículos sobre el tema.

 Al principio no existían los niños y menos las niñas (para la Literatura), luego apareció una preocupación de que todos eran iguales, así bajo el nombre genérico de niños se decidió que la literatura era una para todos; y ahora en los comienzos del SXXI volvemos a diferenciar los niños y las niñas.

 Desde la UNICEF que decide que así sea hasta la literatura infantil y juvenil elaboran seminarios, congresos, estudios, etc, sobre la importancia de la diferenciación de los sexos.

Algo que parece tan natural y tan sabido como aquello de que el universo necesita de las dos alas para volar: la masculina y la femenina, mantiene en vilo a estudiosos del tema.

 Un análisis hecho por la autora milanesa Adela Turín sobre la imagen que ofrecen los libros infantiles sobre las mujeres revela, que aún hoy , en los libros, la función de las mujeres sigue siendo la de ocuparse de los niños y de las labores domésticas, mientras la de los hombres es ganar dinero.

 En cuanto a los niños, si estos aparecen como activos y atrevidos, las niñas resultan pasivas y miedosas, si estas aparecen afectuosas y sensibles, a los niños les queda mostrarse violentos.

 La transmisión de valores masculinos y femeninos es uno de los aspectos más transparentes  en la literatura escrita para niños y niñas a través de todas las épocas de la historia.

 Escritoras como Alcott (Mujercitas) Juana Spryri, Florencia de Arquer, Enid Blyton, Josefina Bolinaga y escritores como Emilio Salgari y Julio Verne, han dedicado sus obras apuntando a niñas o niños , respectivamente.

 Hay algunos intentos de una literatura mixta, que han significado solamente un cambio de roles: la niña adquiere valores masculinos( Las Botas de fútbol de Frederick Hetmann) o el niño se afemina como sucede en el libro de Tomie de Paola, donde su protagonista niño sueña con ser bailarín, en Historias de Franz de Chrisyine Nöstlinger, una chica llamada Francisco de Roeder-Gnaderberg.

 También la sueca María Gripe, cuestiona los roles en sus obras complementarias: El papá de noche y La casa de Julia.

 Estudios culturales se refieren al tema, en  Argentina, la escritora Graciela Beatriz Cabal en su libro “ Entre las hadas y las brujas” , Gianni Belotti en “ A favor de las niñas”, Ana María Machado en “ Ideología y libros para niños”, Rose María Cuba Riche:”

 Lo femenino en la literatura infantil brasileña: poder, deseo y memoria, en las obras de Edy Lima, Lygia Bojunga Núñez y María Colasanti.

Mucha agua ha corrido bajo el puente y seguirá corriendo en este SXXi donde todos y todas estamos tan preocupados por reafirmar derechos e ir ganado espacios. Profesiones y oficios están tomando un tono mixto en distintas áreas, política, ciencia, cultura, carpintería, albañilería, cocina, etc.

Lo más importante: que prime el respeto, dejar los prejuicios de lado y seguir teniendo en cuenta que seguiremos volando en equilibrio mientras las alas del universo encuentren un punto de equilibrio.

 

 

 

 





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Caszacuento
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