Versión para imprimir 18/12/18



pregunta de un hijo sobre la doctrina verdadera

Un día mi hijo me preguntó:-- “Papá, cuál es la doctrina verdadera? púes yo veo tantas denominaciones que me confunden”--. Entonces le contesté:-- “Por el fruto que produce en la vida de las personas.”—

La doctrina es como un guía o tutor que se le pone a un arbolito para que crezca derecho. Este lo ayuda a desarrollarse y a tener fruto. Le conté una historia que había oído de dos vecinos que habían plantado árboles frutales. La tierra que ellos tenían era la misma, las semillas e injertos eran los mismos, pero uno tenía mucho fruto y el otro no.

Entonces, el que no tenía mucho fruto le pregunta al otro: --“¿Que hice mal que no tuve mucho fruto”?-- El vecino le contestó:-- “Es que le pones más atención al tutor que al árbol. Algunos tutores que les pones son muy rígidos y no sirven para esos árboles, y otros los ajustas tanto que ahogas la savia y el nutriente no fluye hacia las ramas”--.

A veces prestamos más atención a la doctrina que a la vida que necesita crecer.

El buen fruticultor sabe esto y usa las guías de la manera que ayude a crecer el árbol.

La verdadera doctrina es la que ayuda a desarrollar la imagen de nuestro Padre celestial en nosotros, no la que pone énfasis en si misma.

Jesucristo dijo que los judíos estudiaban la Palabra porque creían que alcanzarían la vida eterna de esa manera, pero ellos estaban equivocados porque la Palabra lo que hacía era señalarlo a El*. Jesucristo es la vida, y si señalamos a El y a lo que produce verdadera vida espiritual, estaremos aplicando correctamente la doctrina.

Le dije:-- “Si ves un lugar que se predica una doctrina vacía, llena de muerte y ves que salen murciélagos y ratas ¡Escapa por tu vida!-- Algunas doctrinas son como una lapida que dice:-- “Tal y tal vivió en tal tiempo y murió en tal otro”--, solo hablan del pasado cuando el difunto tenía vida.

Si a la doctrina se le escapó la vida busca a otro grupo que la aplique correctamente. Muchas veces no es el tutor que esta mal, sino como lo usamos. A veces la gente busca doctrinas insensatas y que no tienen sentido común. Solamente lo hacen porque ven un poco de vida.

Muchas veces la doctrina se asemeja a un sueño que tuve en que ví cientos de cayados de pastor que se inclinaban y eran plantados acostados en la tierra. Entonces brotaban, cobraban vida y florecían. Estos callados pueden representar la autoridad y la doctrina, a veces es mejor humillarnos y rendir la doctrina a favor de la vida. La doctrina es un siervo, no un señor, y así desea el Padre Celestial que la veamos.

*San Juan 5:39

 





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RENUEVO "proyecto Oasis"
de pastor a pastor

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