Versión para imprimir 23/11/18



EL CILINDRO DE VIERA : "COMO ERA Y DONDE ESTABA" (*)

 

En los años 50, Bruno Zevi era un historiador de fama mundial. Su libro “Saber ver la arquitectura” era referencia obligada en las Facultades de Arquitectura de América y Europa, y ya sobre el fin de la década, no lo fue  menos “L´architettura/cronache e storia”, la revista de su dirección. En el número 30 de abril de 1958 se incluye un largo artículo -en italiano e inglés- donde se describe la construcción de un pabellón en el campus de  la Columbia University / New York, siguiendo la iniciativa del profesor Bruno Funaro, vicepresidente de la Facultad de Arquitectura. Se trataba de organizar un curso sobre “Estructuras Nuevas”, y construir con los estudiantes de arquitectura e ingeniería un edificio que marcara nuevos principios estructurales.

Transcribo ahora del texto (1)

“La idea generadora de la estructura, corrió de boca en boca desde Montevideo, Uruguay, donde el Ing. Viera había construido en el año 1954 un extraordinario techo cubriendo un estadio. Si bien los detalles de esta obra no estaban en aquel tiempo todavía publicados, ya se había divulgado su principio estructural”. Pasa luego el autor del artículo a describir el sistema:

“Imaginen un pequeño anillo interno puesto a un nivel inferior al de un anillo externo de mayor diámetro, y unidos los dos anillos con cables de acero del tipo usado en los puentes colgantes. Dejen que los cables asuman la curva catenaria bajo el peso propio y bajo el peso del anillo interno. Construyan en tierra un cierto número de elementos trapezoidales en cemento armado que después serán colocados sobre los cables en círculos concéntricos. A este estado de la construcción el techo circular aparecerá como una carpa dada vuelta y se moverá como si estuviera libre, dado que no existe continuidad entre los elementos prefabricados.

En este punto, habrá que cargar cada elemento prefabricado con pesos, usando por ejemplo, ladrillos, de modo que todo el techo ceda elásticamente. Apenas queda  estabilizado, todas las juntas entre los elementos prefabricados -radiales y circunferenciales- deberán ser cementadas, dejando un tiempo para el fraguado del material de unión.

Cuando luego se remueve la carga de ladrillos sobre las piezas, los cables tienden a retomar la forma primitiva y el techo tiende a subir. El movimiento está parcialmente anulado por la continuidad del cemento aplicado en las juntas, así que una parte de la tensión en los cables queda bloqueada y balanceada por una correspondiente compresión en el cemento. El resultado final de estas operaciones es una cúpula invertida en cemento armado. precomprimida, que no puede ondular, debido a la fuerza de la precompresión de los cables  y del cemento”.

Y concluye en estos términos, que transcribo con énfasis agregado:

“Es difícil imaginar un sistema menos caro para cubrir una vasta  área circular. Es verdad que estructuras en tensión sostenidas por cables han sido construidas anteriormente, pero el problema de la oscilación ha presentado siempre dificultades insuperables. En la arena de Raleigh, Carolina del Norte, el techo ha debido ser anclado con elementos agregados,  obstruyendo así la belleza del espacio interno. Hasta el día de hoy, el techo oscila (…) Se me ha dicho que el pabellón es un común argumento de discusión para todos los que visitan Camp Columbia. Siento que ha sido bueno construirlo por el interés que ha suscitado. Detalles sobre la construcción han sido publicados en 5 revistas distintas, 2 europeas y muchas escuelas tratan de seguir el ejemplo de la Columbia University de New York".

Aclaro que el pabellón de referencia tuvo un objetivo didáctico, y con un diámetro de menos de 15 metros, era como una maqueta de la gran obra de Viera (cuyo diámetro es dos veces mayor que el Panteón de Adriano en Roma…). Respecto a las circunstancias en que fue concebida la obra, el arquitecto Carlos Trobo, hace este relato:

“Otra vez me contó cómo concibió el que ahora se llama el Cilindro Municipal para la Exposición de la Industria. Enterado del llamado a licitación para construirlo, Viera pensó: "la forma de obtener algo del más bajo precio, es haciendo que los materiales trabajen cada uno en lo que es más apto; por lo tanto, como el hormigón trabaja óptimamente a la compresión, las paredes -que soportan el peso del techo- deben ser de hormigón, y el techo, debe ser sostenido por acero trabajando a la extensión". Sobre esa base, fueron consultados expertos en ese tema de la Universidad de Columbia en los EE.UU. y, así se presentaron a la licitación. El resultado fue que era justo la mitad del precio más bajo que presentaron las demás ofertas. La comisión Organizadora de la Exposición, llamó a la empresa Viera-Mondino y les preguntó si estaban dispuestos a arriesgar tan bajo presupuesto. La obra se hizo, y decía Viera que nunca habían ganado tanto dinero”.

Esta obra excepcional,  hoy ya no existe. Tuvimos tiempo para corregir las cuestiones que hubieran requerido una solución más ajustada (caso del sistema de evacuación de pluviales, de la protección del acero de toda filtración de agua, o del acondicionamiento térmico, todas cosas de resolución accesible) pero como no supimos valorar ni a Viera ni a su obra mayor, nada hicimos para asumir con el cuidado debido ese real patrimonio de los uruguayos. Habrá sin duda responsables directos de tantos años de irresponsable desidia e ignorancia culposa, tiempos que tuvieron su fin en la madrugada del pasado jueves, cuando “la carpa dada vuelta” colapsó. Pero en rigor, muy pocos podrán tirar alguna piedra (sin duda el ex-edil Graffigna. con buenas razones). Por acción u omisión, todos estuvimos involucrados en el derrumbe.

Nos queda una posibilidad: están los planos y hoy sabemos cómo hacer mejor el Cilindro de Viera. En términos generales -e históricos- podemos reconstruirlo “DONDE ESTABA Y COMO ERA”. Al final, el Estado habrá invertido en la obra original y en su reconstrucción, el mismo dinero que el de la oferta que siguió a la de Viera y Mondino en la licitación original. Y entonces, una obra muy notable, apreciada en todo el mundo pero pergeñada en esta tierra, seguirá viva. Y el olvido será para todo ese tiempo en que “saber ver” nos fue ajeno, y así ninguneamos obra y  autor (tal vez porque no tenía título de ingeniero…)

(1)Traducción: Ana Rebech

(*) Publicado en el semanario "Brecha", en su edición del viernes 29 de octubre / 2010

IMAGEN DE PORTADA: foto del pabellón en construcción en la Columbia University/New York, una de las universidades más prestigiosas del mundo, donde Leonel Viera era recibido con honores.

NOTA AGREGADA:en el N° 79 de "L´Architecture d´aujourd´ hui" (setiembre de 1958, página xxxv), se deja constancia de la construcción, incluyendo tres imágenes del proceso de obra.  Dice el título: Pabellón para la Exposición Nacional de la Producción. Montevideo Uruguay; y subtitula: Proyecto de L.I. Viera, L.A. Mondino, A.S. Miller, Arquitectos  Asesores. Lucas Ríos, Arquitecto. En el texto que sigue hace una precisión importante: El programa exigía que esta construcción, de carácter permanente, pudiera albergar a posteriori diversas manifestaciones deportivas; pero la primera etapa de realización no incluía más que la cubierta y los elementos portantes. Finaliza la nota describiendo el sistema estructural, que permite cubrir una planta circular de 94 metros de diámetro sin puntos de apoyo en su interior.

Un estudio actual de esa estructura y una valoración comparativa con obras de grandes constructores (P.L. Nervi; el estudio norteamericano S.O.M; I.M. Pei), puede verse en el sitio elintrepidosaltomortaldelexcentrismo.blogspot.com Es por demás ilustrativo de la significación del sistema concebido por Viera y compañía.

 





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acerca de patrimonios varios
algunas reflexiones sobre nuestros "lugares de la memoria"

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