Hija mía-mía, pues eres de todos
Luego ninguno de ellos fue dueño válido
Durmamos ya, y cerremos la ventana
La vida está cerrada y estamos en nuestra casa
Es un poco alto, el mundo termina allí
Y lo absoluto no puede negarse más
Es tan grande llegar el último
Ya que ese día hartó a Mesalina.
Alfred Jarry