Versión para imprimir 23/11/18



MARINA EN LA BAHIA DE COLONIA DEL SACRAMENTO (III)

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(III) 2008 : Consultoría de "Asistencia Técnica y Elaboración de un Plan de Recuperación y Nuevos Usos para el Real de San Carlos".

La iniciativa del Ministerio de Turismo y Deportes, coordinada con la Intendencia Municipal de Colonia y las comisiones de patrimonio con competencia en el tema, abre una perspectiva auspiciosa en cuanto hace a la recalificación del área y a su inserción en un plan global de ordenamiento territorial. De cumplirse los objetivos expuestos en la convocatoria, se estará en mejores condiciones para tomar decisiones fundadas sobre la viabilidad de determinados emprendimientos –caso de las “marinas”, en el supuesto que se presenten ubicaciones alternativas-, y mejor aún, para definir pautas orientadoras de iniciativas que no sólo vale la pena recepcionar, sino que, para bien de todos, será conveniente alentar.

En la primera quincena de setiembre quedó definida la selección de la empresa consultora (Equipos Moris), de modo que en pocos meses estaremos en conocimiento del resultado de su trabajo. Sin querer adelantarme a sus conclusiones, o a las evaluaciones que seguirán por parte de las instituciones convocantes, hago constar mi convicción de que esos estudios arrojarán luz sobre una cuestión que en la última década ha sido planteada sin que su pertinencia llegara a laudarse. Me refiero a la ya citada “marina” o “puerto de yates” que podría llegar a instalarse en la bahía de Colonia del Sacramento.

Conozco dos propuestas presentadas por inversores privados. Las dos han recibido una respuesta negativa. Creo que en ambos casos, el criterio de afectación del casco histórico fue el argumento decisivo –y compartible-, antes incluso que pudiera profundizarse en otros aspectos de la iniciativa (solvencia del promotor, sustentabilidad del proyecto en cuanto a sus efectos sobre el sistema hídrico y el equilibrio ecológico del lugar, etc.). En particular, la decisión denegatoria tomada poco tiempo atrás, se tomó con el “reaseguro” de la intervención asesora de UNESCO, intervención que bien pudo omitirse, porque no se requiere mayor análisis para poner en evidencia lo inadecuado del sitio elegido en este caso por los oferentes. Pero ocurre que el texto de UNESCO vale también como afirmación de la posibilidad de soluciones alternativas, que obviamente habrá que estudiar con detenimiento, pero que la historia y el sentido común indican que pueden ser perfectamente integrables al escenario de la bahía. ¿Dónde?. No tengo dudas. Allí donde Cevallos (en 1761) y Mihanovich (en 1908), decidieron construir sus embarcaderos.

La plaza fuerte edificada y reedificada por los portugueses tuvo dos “puertas”: una de contacto con la tierra firme -aquella a la cual Vasconcelhos dio en 1745 el perfil que hoy conocemos-; otra, de salida sobre la bahía, sobre el pequeño puerto, nexo vital con la flota protectora. En este punto se ubicó en la segunda mitad del siglo XIX el muelle de madera cuya reconstrucción celebró la gente de Colonia siete años atrás. Tal vez no pase mucho tiempo para que desde allí podamos ver, en el entorno del muelle hoy derruido de Mihanovich, las jarcias y las velas del puerto de yates que dará a la ciudad y a su gente, un nuevo impulso.

La imagen de portada -una buena foto publicada por el MINTURD, mal retocada-, pretende dar una mínima idea de ese paisaje renovado, que agregaría valor al escenario histórico, aun en el caso de que la protección de UNESCO se extendiera a toda la bahía. ¿O lo patrimonial se confundirá con un freno, y no con la herramienta –que realmente es- para construir un futuro con arraigo en el pasado?.





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acerca de patrimonios varios
algunas reflexiones sobre nuestros "lugares de la memoria"

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