En 1908, alrededor de 15,000 mujeres de Nueva York salieron a las calles a protestar por las excesivas jornadas laborales y los miserables sueldos que recibían.
Un incendio fue ocasionado para hacer retroceder la protesta, dejando como consecuencia la muerte de 146 de ellas.
"La mujer salió de la costilla del hombre.
No de los pies para ser pisoteada,
Ni de la cabeza para ser superior,
Sino del lado para ser igual...
Debajo del brazo para ser protegida
Y al lado del corazón para ser Amada..."