Retirada: Tras 107 posts, el ciclo está más que cumplido. Este club de lectura virtual que se abrió en Octubre de 2007 sin más propósito que el de intercambiar buenos consejos entre el responsable de la columna y todos quienes mejoraron este espacio con sus aportes y comentarios, no iba a durar para siempre (¿qué o quién podría? ¿quien quisiera?). Quien esto escribe espera reencontrarlos más adelante, seguramente en otro espacio, también virtual y ojalá en este portal integrado por gente tan retorcida y perversa como para dejarme intervenir semanalmente en su emprendimiento. A modo de despedida va el último post, dedicado a los infaltables one-hit wonders, cuyo éxito fugaz envidiamos y saludamos al mismo tiempo. Para mi ha sido un mahometano gusto y como dijo el gobernador de California en un rapto de romanticismo y sensiblería barata: "hasta la vista, baby".
Christian Font
No pidan otra
Quiebro una lanza por los one hit wonders (bandas/solistas de un solo hit, permisarios ocasionales de los "15 minutos de fama" warholianos). Es cierto, quedaron por esa pero si tenemos que armar un compilado únicamente compuesto por "one -and only- hits".¡que discazo, eh! El Mahoma Social Club, que en mąs de cien posts no logrņ el čxito de A-HA con "Take On Me", dedica su homenaje a los que al menos colaron una en el parnaso de los temazos. Y no me digan que A-HA tenģa otro čxito ("You Are The One" no cuenta, la usaron solo para sumar para el grandes čxitos, y disculpen los lectores noruegos adeptos al pop new romantic de los 80.o lo que sea que haya hecho A-HA).
Hay una comedia romąntica liviana, posiblemente desestimada por cualquiera que quiera evitar un momento meloso que toca este punto y, de paso, tiene la mejor secuencia inicial de los última década. Es mąs, hasta creo que es buena y todo. Se trata de "Letra y música" (Music & Lyrics, 2007) con Hugh Grant y Drew Barrymore. Grant es Alex Fletcher, quien supo integrar un combo ochentoso llamado "Pop" cuyo éxito "Pop Goes My Heart" es lo que los mantiene vivos en la memoria de la gente. El personaje, para peor, no era ni siquiera la figura de la banda, sino un segundo apenas recordado por nostálgicos y fanáticosque se gana la vida cantando en ferias de pueblo, despedidas de soltera, parques de diversiones y demąs.sin que la inspiración le haya vuelto a visitar. El comienzo de la película es, precisamente, el video clip de "Pop Goes My Heart". Una sátira a la estčtica y al sonido de la época que no pretende ser mąs gracioso de lo que nos pueda parecer uno de la misma época pero hecho en serio. Ademąs, nos pone del lado de los perdedores de entrada ¿Perdedores los "one-hit wonders"? Nah.
Qué quieren que les diga, si soy Mungo Jerry -interprete de "In The Summertime", si no ubican cual es apróntense para escucharla hasta el hartazgo como cada nostálgica semana final de Agosto- prefiero tener algo para contarle a mis nietos y que cada tanto me aparezca alguna regalía por que MI tema está incluido en "27 bailables inolvidables de noviembre de 1970 Vol. 5" a someterme al stress de una carrera ininterrumpida por tres décadas que me haya costado un divorcio y salud para que encima parte del periodismo insista con que es hora de mi retiro. ¿A mi, Mungo Jerry, me van a echar?Ja! Renuncio!
Pero antes de ir a la lista (si, hoy viene de lista, especialmente confeccionada por jóvenes redactores a los que vamos a despedir después de esta nota para que tengan algo que contarle a sus nietos) de bandas y solistas de un único éxito, recordemos otra muy buena comedia que ojalą hayan visto y sino ¿qué esperan? Hablamos de "¡Eso que tu haces!" (That Thing You Do!, 1996,escrita y dirigida por Tom Hanks), película que retrata el fenómeno de los one-hit wonders partiendo de una banda ficticia de los 60' llamada poco sutilmente "The Wonders"y sumándole un manager oportunista y todos los conflictos que le genera a la banda el pasar de ser figuras de pueblo a salir en televisión y colocar su simple al tope de las listas. La película es buena, las canciones son buenas y trabaja Liv Tyler (que haga lo que haga, está buena).
Del 10 al 1 para este club de lectura virtual (se reciben donaciones, hubo que depurar una selección previa de casi 25 canciones). Para compartir, debatir, bajar, grabar y bailar.aquí están, ellas son:
10) Ugly Kid Joe - "Everything About You" . Banda californiana que se tomaba el hard rock con humor, pegaron este tema a principios de los 90', nos hizo sacar ampollas en los dedos en el botón de pausa esperando para grabarlo en cassette y desparecieron menos de una década después. Su primer disco vendió muy bien, sobretodo en la liquidación de Palacio de la Música y a 50 pesos. De todas maneras, cada vez que en la radio pasan este tema, a falta de cassette, en la redacción subimos el volumen
9) The Marmalade - "Reflections of My life". Acá me puse Lecuederianamente nostálgico. Banda escocesa que comenzó bajo el nombre "Dean Ford & The Gaylords", título que de seguro cambiaron por sugerir conductas amaneradas para sustituirlo por el mucho más contundente,, enérgico y viril "La Mermelada". Gran balada, preciosa orquestación, y un estribillo pegadizo como su propio nombre.
8) The Human Beinz - "Nobody But Me"."No, no, no, no, no-no, no no (y así unas doce veces mąs) nobody can do the twist like I do" y ese comienzo con el bajo machacando una sola nota por varios compases siguen sonando potentes y sino vean qué bien la utiliza Tarantino en KILL BILL Vol.1 cuando "La novia" se trenza con los "Crazy 88", haciendo volar cabezas y extremidades por todo el lugar. Formados en 1964, The Human Beinz se reune cada tanto. En cumpleaños y casamiento de los nietos de cada integrante.
7) Huey Lewis & The News - "The Power Of Love". Hace poco los homenajes a Michael Jackson se sucedían en televisióny una de las vedettes era el clip de la canción-himno "We Are The World". No faltó quien, jugando a reconocer cada intérprete, se quedara pensando "¿y ese quien es?". Uno de los "¿y ese quien es?" era Huey Lewis. Y acá pueden haber divergencias, porque para el lector californiano seguramente Lewis es sinónimo de mąs de un éxito y ademąs sigue en carrera. Ok pero ¿qué canción pudo lo que "The Power Of Love", canción insignia de Volver al Futuro? "The power." es más Marty "nadie me llama gallina" Mc.Fly chuponeándose a su futura madre antes de tocar en el baile de graduación que otra cosa incluyendo a Huey Lewis. Otro con la jubilación asegurada.
6) Midnight Oil - "Beds Are Burning".Seguramente una leyenda en su Australia natal, los "Oils" pegaron este tema en 1987 cuando ya tenían casi veinte años tocando juntos y el pelado Peter Garrett, vocalista del grupo, ya no era ningún purrete. Lo otro que hizo célebre a la banda fue su mensaje en pro de la ecología y la defensa del medio ambiente. Esto llevó posteriormente a Garrett al mundo de la política. Representante del Partido laboral Australiano, el dolape es hoy ministro de Ambiente, Cultura y Artes de su país, siguiendo los pasos de Gilberto Gil y Ronald Pais. La banda sigue adelante. Y ahora que las camas solares fueron declaradas cancerígenas por la OMS, tienen regalģas aseguradas y la posibilidad de decir "¿vieron? ¡se lo dijimos!"
5) Blind Melon - "No Rain".El cantante Shannon Hoon debe haber dicho "después de este temazo me puedo morir tranquilo". Y se murió nomás. La banda se separó poco después. Es de 1992, cuando salió ni me enteré y cuando lo conocí no pude dejar de escucharlo.
4) Thunderclap Newman - "Something in the air" . Este ha de ser el caso mąs extraño entre los "one-hit wonders". "Speedy" Kane era plomo de The Who y hasta compuso un tema para la banda ("Armenia City In the sky" del disco The Who Sell Out). Pete Townsend retribuyó el favor produciendo a esta banda experimental que lo tuvo como bajista (bajo un nombre falso) y sumó al veterano tecladista Andy "Thunderclap" Newman (de ahģ el nombre de la banda) que debģa sumar unos 45 añitos a esa altura y a Jimmy Mc.Culloch (que debía tener unos 15, luego fue guitarrista de Wings y se pelņ muy joven, sobredosis de heroģna mediante). No pasaron de este simple. Es decir, sacaron otro con el que no pasņ nada, se frustraron y adios banda. "Something." tiene una notable versión de Tom Petty & The Heartbreakers, lo cual no es difícil de imaginar no solo porque Petty sea muy buen músico sino porque el original es imbatible y hay que ser muy mala gente para destrozarlo ¿no la tienen? ¡a por ella que es una y conseguible!
3) Los Bravos - "Black Is Black". Qué temazo. La banda española que logró colar su tema entre los exitosos sajones sesentosos de turno es una leyenda en su paģs a varias dčcadas de su separación. No se si tienen mąs čxitos aunque ninguno ha marcado lo que "Black." En cualquier caso, bien vale incluirlo en la lista.
2) Schocking Blue - "Venus". Podía haber sido número 1. La banda holandesa que dejó a muchos pensando si su vocalista era hombre o mujer. Tuvo vocalistas de ambos sexos pero quien canta "Venus" es Mariska Veres, quien siguió con la banda hasta su separación, cuatro años después de aquel tema. Capaz que está gastada a mąs no poder pero, joder, qué canción estupenda. Y si no es la número 1 de esta lista es porque.
1) EMF - "Unbelievable".Caso paradigmático de banda de un solo éxito, aunque el disco que traģa la canción ("Schubert Dip") era muy bueno en si. Combinando funk con dance music, los Epson Mad Funkers (de ahí el EMF) tienen en "Unbelievable" un cląsico irresistible. El rarísimo riff de guitarra apoyado por las teclas. La base del tema -y la línea de bajo- es muy parecido a "Hey Bulldog" de Los Beatles. Y eso solo puede ser bueno.
Para el cierre ¿qué elegir? Después de ver todo este menł de opciones sin duda el video elegido no puede ser otro que."Pop Goes My Heart" por Hugh Grant y sus secuaces.
Hace tiempo que el club le debía un post a uno de los personajes mąs enigmąticos y fascinantes del universo vinculado al rock, cuyo trabajo se conoce poco y nada por acá: Kim Fowley. No es sencillo toparse con su trabajo y como la industria del disco va camino a dejar de ser lo que alguna vez conocimos (mientras, ironģa del destino, de a poco parece volver el vinilo) voy adelantando que en el blog 1pocodmusica.blogspot.com pueden encontrar un amplio catálogo de discos de todos los tiempos -amén de varias joyitas con fama de inhallables- entre los que está el imperdible "Outrageous" que va recomendado.
KF podría parecer desconcertante pero en realidad se ha mantenido coherente a una forma de trabajar. Lo que en su caso son muchas formas de trabajar. Porque una cosa es Kim el compositor , el hitmaker que trabajó para los grupos de "bubblegum pop" de los primeros 60' pero también para Cat Stevens, The Byrds, Kiss y Alice Cooper, por citar alguno de los números más pesados, y otro Fowley es el productor e impulsor tanto de bandas nuevas como de regresos inesperados. Buscó relanzar a Gene Vincent en 1969, fue productor de los psicodélicos Soft Machine, creador de The Runaways (banda de punk de chicas de los 70' con Joan Jett a la cabeza) y de otros engendros que le valieron el apodo de "rock n' roll svengali" (según el diccionario de lengua española de la Real Academia de Aiguá: persona que con malas intenciones manipula a otra a someterse a su voluntad. Asociado a un entrenador que ejerce un grado de extrema dominación sobre su pupilo) con el cual se presenta hoy por hoy (a sus 67 años) en entrevistas y presentaciones.
No hay dos sin tres, y en el caso de Kim Fowley, pueden ser cuatro o cinco. Mąs allą del suceso comercial que haya obtenido como compositor, promotor e incluso managera Fowley le atrajo siempre la fauna mąs extraña del rock. Participņ del primer disco de Frank Zappa & The Mothers of Invention, "Freak Out", y produjo el que posiblemente sea el tema mąs extraño que haya accedido a lo mąs alto de ranking alguno: "They're coming away to take me away Ha-Haaa!" de Napoleon XIV (alter ego de otro productor discogrąfico: Jerry Samuels.ahora vemos de lo que son capaces los productores cuando los dejan sacar fuera sus verdaderas agallas). Tambičn grabņ -ya como młsico- un simple, "The Trip", en 1965 considerado por muchos el primer mojņn de la psicodelia y el primer tema que nombra explícitamente al LSD. No fue un čxito ni mucho menos, pero hace algunos años integrņ la estupenda colecciņn "Nuggets" dedicada a rescatar lo mejor de la producción rockero-lisérgica de los 60' en Norteamérica, Ingalterra y el resto del mundo. Como ven, este sujeto es algo a considerar.
"Outrageous" salió en 1968, promocionado con el slogan "conozcan al animal definitivo: Kim Fowley", aprovechando a lanzar el tema "Animal Man" que daba inicio al disco. En sus dos minutos y medio de ruido y con una primera guitarra que parece tocada por alguien que estaba grabando en un cuarto contiguo al resto de la banda (bajo, baterģa, otra viola y un Hammond que suena crudísimo y sin sutileza alguna en la ejecución durante todo el disco), la letra de "Animal Man" se encarga de presentar a Fowley como un tipo feo, sucio, depravado.y por ende notoriamente atractivo para las chicas. En este y otro tema se escuchan risas y orgásmicos gemidos femeninos. Fowley canta y grita como un psicópata enajenado a punto de sodomizar a su victima. Ruido y mąs rudio, puro caos sonoro. Y he ahģ apenas el comienzo.
En "Chinese water torture" simula una situación de violencia policial y hace que el tema finalice abruptamente."Barefooy Country Boy" es un rock n' roll de la vieja escuela y "Hide and seek" un instrumental irresistible en ese mismo plan. Desprejuiciado, Fowley le imprime el corte psicodélico a sus canciones pero hay soul, surf rock, blues y pop adolescente. En casi todos los temas se combinan melodģa cantada con diálogos, gritos y discursos. Meterse en "Outrageous" es dar con una caja de sorpresas tema a tema y comprobar que a 41 años de su edición se mantiene tremendamente fresco. Allí pueden rastrearse influencias del movimiento punk en ciernes.
Fowley casi no graba pero tampoco para. Toca con su banda donde le pinte (desde un pub al hall de una disquerías) y sus presentaciones son happenings donde incluso puede participar el płblico. A travčs de festivales le sigue abriendo puertas a solistas y bandas dispuestos a ponerle ruido y locura a la cosa. Vaya este ruidoso saludo a Kim Fowley y larga vida al noise, la psicodelia y las ganas de escandalizar que ha promovido con sus inventos.
De regreso a Uruguay, una de las preguntas que mąs me han hecho es sobre el panorama noticioso al que asistģ durante mi breve estadģa por New York. La pregunta, formulada en general por colegas, en realidad apuntaba a un solo lado: ¿qué lugar tiene la Gripe A en el armado diario del noticiero de equis cadena? Respuesta: Practicamente no lo tiene. Los temas eran dos: los interrogatorios a la jueza Sonia Sotomayor, nominada a ser la principal de la Suprema corte y contando con el visto bueno del presidente Obama, por parte de los senadores del congreso...y Michael Jackson.
La muerte de Jacko seguirá alimentando especulaciones de aquí a la eternidad. Que si el ataque cardíaco, que si se tomaba 40 analgésicos diarios, que si estaba en bancarrota o fue asesinado porque alguien quería su fortuna (las "último momento" apuntaban a que el cuerpo de MJ tendría también quemaduras de segundo y tercer grado). Mientras los kioscos y tiendas liquidan remeras con su imagen y no hay revista que no se ocupe del tema, el verano neoyorquino deparaba otros momentos mąs gratos y en definitiva mąs auténticos porque, a fin de cuentas, hablamos de un tipo que, ademąs, hacģa młsica (en esta última frase cito sin permiso al amigo y colega Andrčs Torrņn, autor de una crņnica excelente -y de lo mejor que he leido sobre MJ- publicada en Brecha el viernes 3 de Julio).
Esas postales, por ejemplo, pasan por uno de esos camioncitos de helado (que habģa visto alguna vez en pelģculas y dibujos animados) que en verano están poco menos que en cada esquina, poniendo al mango la intro de "Billie Jean" y la gente ensayando pasos espontáneamente en la calle mientras el heladero hacģa sonar la registradora al compąs (tomą pa vos y tus cursos de marketing)
"El rey del pop", así se autodenominó. Y le puso sonido al término "pop". Porque dicho rótulo se aplica a tal amplitud de manifestaciones artísticas que trascienden largamente las canciones pegadizas y bailables de tres minutos que suelen empezar en acordes mayores. El "pop", la noción actual de la onomatopeya asociada a la música, arranca a partir de MJ. Jacko lo encarnó y entendió como nadie que un recital es una experiencia audiovisual y nada de mega pantallas en esa época (miren el video que cierra el post: es el tipo haciendo "Billie..." en 1983 cuando el 25 aniversario del sello Motown. El escenario no estará pelado del todo ya que aparece una orquesta cual escenografía que se diluye con cada paso, con cada desplazamiento del tipo sobre las tablas).
También, en los albores de MTV, se mandó a hacer de sus canciones un verdadero evento que iba mucho más allá del mero clip: "Thriller" (dirigido por John Landis) o "Bad" (por Martin Scorsese, nada menos) son cortometrajes, cuentan una historia además de la canción y su correspondiente -y señera- coreografía.
Eso no era necesariamente nuevo. El soul, el funk y sus derivados discotequeros habían hecho de los pasos de baile algo mucho más emblemático que el "mashed potato", el twist y otros de salas de baile para blancos buenitos. El ingrediente sexual (más allá del escandalete, hoy infantil, de "Pelvis" Presley en su época) lo pusieron los negros. MJ lo curtió de pibe mismo y vaya de paso la recomendación par descubrir lo bien que sonaban The Jackson Five y qué buenas canciones tenían: "I Want You Back", "ABC", "Blame It On The Boogie" (una favorita de la redacción, a pesar de la herejía de Luis Miguel de convertirla en un vulgar "no culpes a la noche, no culpes a la plaia, no culpes a la iuvia, será que no me amas"), "Goin' Back To Indiana" y otras tantas. ¿Qué vida normal puede tener alguien que a los 10 años era un ídolo musical y figurita repetida en la televisión? Vuelvo a la nota de Torrón (a por ella) y no puedo coincidir más: si algo no cierra del todo con idea de la muerte de Jackson es que, a estas alturas y a pesar de su inminente regreso, el tipo era poco menos que un personaje ficticio y grotesco que hacía años no daba señales de vida (de música, buena, menos). Y en la última conferencia de prensa, en la que presentó su serie de "últimos"conciertos lucía como una imitación viviente de Skeletor, la huesuda némesis de He-Man.
Si Madonna es "la reina del pop" y hay otros príncipes, princesas y demás figuras de corte monárquica es porque primero vino Jacko. Alguno puede decir: "si pero antes Sam Cooke, James Brown, Otis Redding, Aretha Franklin...". Ok, pero ninguno llegó a tanto, a pesar de su genio. Hay un poco de todos en MJ, un artista que encarna la mejor época del soul y uno de sus sellos más emblemáticos (además de Stax y Atlantic) y que se reinventó (no le quitemos mérito a Quincy Jones quien se puso al hombro "Off The Wall", el disco del renacimiento) a punto de crear una nueva idea de lo que hoy entendemos por "pop music" y de resignificar el pararse en un escenario. Tan solo observen los movimientos cortos, milimétricos o como éstos juegan con la línea de bajo (irresisitible).
Entonces, más vale dejar de lado "Blood on the dance floor", "Invincible", las demandas de los niños y esas apariciones fantasmales y cuasi paródicas de los últimos años. Es lógico que un tipo que nunca quiso crecer se haya tomado el buque a los 50 años. Fin de la cronológica. El tipo hizo buena música. Y es el Rey. Punto.
Una vez alguien me dijo que al estar solo y lejos de su país conectaba, en busca de serenidad, con lo que nos era común a todos cualquiera sea el lugar del mundo en que nos encontremos: las estrellas. Comparar esa foto del cielo diáfano y poblado de estrellas con recuerdo de otros cielos (aunque los astrónomos podrán decir que el cielo es siempre el mismo. O no. Algún astrónomo que aclare este punto entonces) con el cielo de una noche estrellada en Villa Serrana, en Valizas o en La Figurita. En la "gran manzana" el oteo estelar está algo limitado por los gigantescos edificios y rascacielos (aunque los arquitectos podrán decir que son lo mismo. O no. Algún astrónomo que sea arquitecto que aclare esto). Por tanto, encontrándose este cronista solo y lejos de su país -con el aliciente de estar en una ciudad mágica y ansiada de visitar desde su primer encuentro con la filmografía de Woody Allen- hubo que ir en busca de otros cielos estrellados para conectarse. La compañía natural y permanente de este viaje resultó ser la música de Los Beatles, infaltables compañeros de ruta, me encuentre donde me encuentre.
He intentado teorizar sobre la importancia de su música, pero "importancia" no es algo que aplique a lo que genuinamente siento por esa música a la que día a día le encuentro cosas nuevas. Es importante para mi: sin ese temprano encuentro con ellos posiblemente no hubiese agarrado la guitarra, ni un lápiz o cualquier otra cosa que resultase un canal de expresión en la más fermenta preadolescencia. Entonces, estos días neoryorquinos de caminatas, viajes en metro, excursiones extensas a librerías y disquerías y la razón laboral puntual que aquí me cita me encontraron volviendo una y otra vez a Los Beatles. De azar, nada. Acá mataron a Lennon y eso es algo que aunque uno pretenda obviar, no puede. Lo que supone ser una parada turística más (así figura en los mapas) es un lugar cargado de una extraña energģa que, al menos a mi, me resultó desoladora. Mientras escribo estas líneas, Lennon suena más vivo que nunca desde una radio online del ITunes (beatlesradio.com) cantando la enorme "Rain" (1966, del simple que tambien incluía "Paperback Writer") respaldado por una línea de bajo de Mc.Cartney que es una exquisitez. Pero volvamos al Dakota y crucemos al memorial "Strawberry Fields", calle por medio en Central Park.
Pienso en cuanta iconografía errática se ha usado para describir a Lennon, un tipo que era la antinomia del pacifismo a pesar de que fue su bandera por años. Un tipo que se autoimpuso ser distinto, conflictuado y conflictivo desde su niñez, ácido, corrosivo y dueño de un humor negro espeluznante. Lennon tuvo cualquier cosa en su vida menos paz. Un guitarrista rítimico del carajo, un melodista único y un cantante de rock n' roll como pocas veces se ha visto y oģdo. Dejen de lado "Twist & Shout" como asociación libre a Tinelli. Escuchen el tema con auriculares y simplemente dediquen esos dos minutos y poco a contemplar lo que es la mejor performance vocal de la historia del rock. Nunca nadie hasta ese entonces había cantando en un disco de esa manera. No eran los aullidos de Little Richard u otros desbordes de los rockers de entonces. En "Twist & Shout" hay cansancio, bronca, un derroche de energģa pocas veces visto. Fue la toma dos la que quedó finalmente y la que cierra el primer LP de Los Beatles, "Please Please Me". También fue el ultimo tema en ser grabado en una maratónica y única jornada de grabación: tras cantarla, John se quedó sin voz, literalmente. Los estudios sobre las grabaciones de Los Beatles hechos por Mark Lewishon dan cuenta de que, al día siguiente, los ingenieros de la EMI se iban pasando los auriculares para escuchar esa toma vocal. Nadie podía creer que un tipo hubiese cantado con esos huevos. Si un día consiguen la toma 1 de "Twist...." comprobarán que Lennon se va quedando sin voz segundo a segundo. Ese enojo, esa bronca atragantada era Lennon, más allá de la bed peace y todos los yokoonismos en los que haya incurrido.
Caminé con determinación por la Central Park West, doce cuadras hasta la 72, bordeando el inmenso y hermoso Central Park (donde el sábado me vi un tremendo show en vivo de ¡Calle 13! A la mierda yo y mis prejuicios reggaetoneros!) para llegar al Dakota. Cuando comenzaba a acercarme, los pasos de desaceleraban. Al llegar a la esquina, me senté a mirar el lugar. La energía concentrada allí por años, por los cientos de miles de personas que quieren -como yo- ver el frente del edificio, sacarse una foto, pararse en la vereda donde lo asesinaron...genera un microclima rarísimo. No es joda: entristece. Me paré en la vereda de enfrente, caminé un poco por la calle y me acerqué a tomar la foto que ilustra este post. Me fui sin más a cruzar al parque y ver el memorial.
No me movió un pelo. Ni el la leyenda "Imagine", ni las flores, ni la gente que mira la placa de "Strawberry Fields" y reflexiona, ni nada. Lennon en bronce no es Lennon, allende el sincero cariño de la gente que alli va o de la novelería turística de sacar la foto. Quería volver, prender la computadora y escuchar al Lennon genuino. En su lugar me encontré a José Feliciano haciendo una tremenda versión de "In My Life" (el eslogan de la radio es "Beatles music, covers and more") y, tras cartón, "Girl" y con ella el cielo estrellado que estaba esperando para hacer contacto con mi casa, con mi primer acorde mentido porque los dedos duelen al pulsar, con mi padre -quien me enseñó el acorde- poniéndole un candado al estuche de la guitarra porque había dejado de hacer los deberes, con mi primer disco, con mis amigos, las mujeres que quise y a la que quiero, con el Copacabana en Sarandí y Misiones, con los ensayos para tocar en aquel baile de Aebu, con la vista de cada madrugada al despertarme desde mi casa en Ciudad Vieja y su pavorosa calma de los domingos.
Con quienes hayan llegado al final de estas cuitas.
El tema que se roba la agenda no escapa a las asociaciones con tópicos diversos: el cine en este caso. Es así que por allí podrán leer artículos llamados, por ejemplo, "Como el séptimo arte retrató la pandemia", "El cine nos lo advirtió", "La epidemia en celuloide" y hacer un repaso a títulos como Epidemia (Outbreak, 1995, dirigida por Wolfgang Petersen) o Exterminio (28 Weeks Later..., 2002, por Danny "pagale a los niños hindúes que actuan en tus películas" Boyle). Films que retratan mundos caóticos atacados por esos enemigos invisibles que son los virus. Para evitar confusiones "El amor en los tiempos del cólera", vale aclarar, no entra en esta categoría.
A la redacción de El Mahoma Social Club no entra nadie. Están todos con gripe y tememos que el contagio se expanda. Y eso que oyeron la advertencia del MSP de evitar lugares cerrados, con escasa ventilación y donde se registren aglomeraciones...por eso fueron a ver el recital del prócer del reggaeton boricua, Daddy Yankee, que actuó ayer al aire libre, bajo lluvia y con tormenta eléctrica. No solo no pueden venir a trabajar sino que a muchos se les arrugó el tapabocas y al que tuvo más suerte lo va a visitar el médico de radio el jueves de tarde. A la única redactora que quedó en pie le encargamos un artículo sobre "grandes películas sobre la paranoia". Desde que volvió de Buenos Aires de saludar a una tía nadie la saluda y muchos temen que ella sea la agente portadora de la AH1 N1. Eso si, fue la única que no fue a ver a Daddy Yankee y por eso se mandó este artículo.
"El Pistolero" (Henry King, 1950) por Camila Viola de Parada (*)
La sociedad entre Gregory Peck y el realizador Henry King (que dirigía desde antes del sonoro y tenía su trayectoria) dio lugar a unas cuantas películas. Bíblicas ("David y Betsabé"), bélicas ("Twelve O'Clock High") y un par de western de los cuales éste es el mejor. Lo más curioso de "El pistolero" es que su protagonista pasa tres cuartas partes de la película sentado a la mesa de un bar. Todo lo que ocurre, o amenaza ocurrir, se debe a la neurosis colectiva que despierta esa presencia.
En el primer minuto del film, Jimmie Ringo (Peck) llega a un pueblo, desmonta y va a un bar. Acodado a la mesa puede escuchar el murmullo. No busca problemas, está de paso, quiere tomar un whisky e irse. Claro, su fama lo precede: Ringo es el pistolero más rápido del oeste, con pasado de forajido y buscado en varios estados. Aún así, no está dispuesto a disparar una sola bala. Al reconocerlo, un triste matoncito quiere darse dique y ser el primero que se la de a Jimmie Ringo. Mala idea. El pistolero busca escapar de su pasado pero sus dedos siguen rápidos. Ringo sigue viaje rumbo a Cayenne, pero los tres hermanos del matoncito lo siguen. Podría ser perfectamente el prólogo de la película y uno seguramente espere un western lleno de acción y cuerpos volando sobre los techos del saloon. King y Peck logran uno magistral, lleno de tensión y donde el personaje no disparará una sola bala más.
A su llegada a Cayenne, Jimmie repite el procedimiento. Al pedir un whisky se topa con un cantinero que supo cabalgar con él (en los western "cabalgar" suele ser sinónimo de haber afanado unos cuantos trenes y no pocos bancos...el clisé descalificador del western como " películas de vaqueros contra indios" aplica a una ínfima minoría dentro del género). El cantinero (el gran Karl Malden, de pie, que se peló la semana pasada con 97 ñoquis) le avisa al alguacil que Jimmie Ringo está en el pueblo. Mientras Jimmie se sienta a tomar su café y comer su bife, el rumor empieza a recorrer el pueblo. Los hombres del lugar comienzan a especular con cuanta gente vino a matar. Uno, símil de aquel que la quedó en la cantina del primer pueblo, dice que Ringo "está viejo y que seguro ya no es tan rápido". Los niños escapan de la escuela y se turnan para ver por la ventana del bar. Y la bola seigue corriendo: que mató a 50, que el legendario Wyatt Earp le tenía miedo, que es un asesino despiadado. Un lugareño, más veterano, está convencido que Ringo mató a su hijo, aunque no tiene mayores argumentos. Que lo hubiese matado el más rápido le habría dado algo de redención heroica, suponemos. Entonces decide ponerse de francotirador, apuntando a la puerta del bar con un rifle desde un balcón. Mientras la paranoia sigue alborotando al pueblo y todos imaginan una sangría de un momento a otro, Jimmie Ringo sigue sentado a la mesa y no tiene en las manos más que una pequeña navaja con la que talla una madera.
En realidad, la visita si tiene un motivo. En Cayenne está la mujer que Jimmie aún ama y a la que no vio durante ocho años. Tampoco conoce al hijo que ambos tuvieron, uno de los tantos críos que se agolpan al bar tratando de ver al famoso pistolero. Jimmie solo quiere ver a su mujer y a su hijo y largarse: sabe que lo vienen a buscar y sabe que siempre va a aparecer uno que quiera ser el héore de la jornada. En la mejor escena de la película, Ringo divisa al francotirador y logra llegar hasta él para luego encerrarlo en la oficina del sheriff. En ese momento llega una comitiva de damas del lugar que pregunta por la máxima autoridad y se encuentra con Ringo sin saber de quien se trata. Éste se hace pasar por un paseante consternado por la presencia del pistolero y escucha todo tipo de historias y represalias ideadas por ese grupo de honorables señoras. "Hay que colgarlo y quemarlo vivo"- dice una. "Seguro vino a matar a más, es un asesino sangriento"-complementa otra ante la incredulidad de Ringo quien trata de convencerlas de lo contrario. Cuando el pueblo está a punto de estallar por la bola que se genera en torno a la presencia de Ringo, él decide irse tras ver a su mujer y conocer a su hijo.
Pero el pueblo debe justificar toda esa psicosis colectiva y no lo van a dejar ir tan fácil. No puedo dar más detalles, sería revelar la resolución y ahí está la película (tomen el "ahí" como sinónimo del lugar que prefieran para ir por ella) para que comprueben como, en definitiva, lo que la masa quería en el fondo era que se desatase la sangría y sentir esa sensación confortable que brinda pertenecer a la mayoría paranoica.
Y hablando de Ringo, este 7 de Julio cumple 69 años y nos va poner este video con Los Beatles ejecutando esa maravilla que es "Hey Bulldog".
Soy uno más de los que escuchó "Bipolar", lo nuevo del Cuarteto de Nos, filtrado en la red. No se si se trata de la mezcla definitiva o qué pero reconozco que suena de puta madre y que reedita méritos varios sobre los que hablaré más adelante. Tampoco, tratándose de el Cuarteto, me termino de creer si la filtración es accidente, estrategia de venta o qué. De veras, pueden tildarme de ingenuo redimido. De lo que no dudé fue de la veracidad de la noticia de que Riki Musso no integraría más la banda. Otros amigos y colegas me dijeron que no podía ser, que seguro sería estrategia de venta, que el disco se llama "Bipolar", que son dos "Musso" y varias asociaciones en ese plan. Yo recordé una tarde en el estudio de Riki cuando tuve la chance de entrevistarlo para Brecha, hace tres años, cuando la presentación en sociedad de "Raro". La noticia me cerraba por todos lados.
Aquella tarde en el estudio y sala de "Tío Riki" la recuerdo por la fascinación que tenía meterse en la cocina de la banda y ver de cerca la impactante y talentosa usina de ideas que es el tipo. Pedales de efecto armados por él mismo, experimentos sonoros (en aquel entonces me encantaba el solo de guitarra de su tema "Autos nuevos", el cual no tiene guitarra sino la propia voz de Riki pasada por la computadora y por varios efectos) y escuchar parte de lo que sería su disco solista, "Servo" (editado por Perro Andaluz más adelante ese año). Riki me parecía el ancla en el irreverente y estrambótico Cuarteto de Nos de los 80' y primeros 90'. Cuando le pregunté con qué obra de el grupo se sentía más afín me nombró temas como "El guardian del zoo" o "Cuna de colores". Nada más lejos de "Raro" y la prolijísima producción de Juan Campodónico. También me dijo, con total sencillez y una honestidad poco recomendable a la hora del marketing (aspecto que le era indiferente, por lo menos) que lo único que le importaba era tocar mejor la guitarra. Y también escuchamos el disco, tema a tema. La mayoría no le gustaban demasiado, otras los salteó, en una dijo "acá me gusta como toco" y mostró entusiasmo expreso en la primera canción, "Nada es gratis en la vida", la cual consideraba la mejor del disco. También me mostró un tema, "La antorcha humana", que preparaba para un próximo disco de El Cuarteto, o eso creo recordar. El tema no está en el disco nuevo. Escuchando la tónica de "Bipolar" es comprensible.
Intermedio. No creo que Riki esté loco ni mucho menos, si es que tuviese una acepción adecuada para tal vocablo, Pero un informe de la revista argentina La Mano sobre los chalados y el rock me lo trajo a la memoria. En el informe había perfiles e informes puntuales sobre artistas como Peter Green, Syd Barret, Brian Wilson, Roky Erickson, Daniel Johnstone y Tanguito (esto, evidentemente, mé sonó a hacer valer la localía. De talento bastante discutible lo único que lo liga a los anteriores es haber estado chapita. Talento discutible no, Tanguito era un espanto). En la mayoría de los casos, se emparentaba locura con genialidad. En otros, se lamentaba que lo errático del accionar de un músico tal haya privado al público de otro tipo de producción. También se hablaba de la locura más amigable, de esa que cae hasta casi simpática. Riki no precisa de una secta religiosa, ácido ni padecer ninguna fobia para crear su delirante universo sonoro. Que seguramente sea delirante para un escucha cualquiera y para él lo más normal del mundo. Lo contrario a raro, puede decirse.
Fin del intermedio. Sigo escuchando "Bipolar". Roberto insiste en sus crónicas de outsider narradas en primera persona. Aunque repetido lo salvan sus dotes de habilísimo melodista y el ingenio de sus letras, cada vez más orientadas al rhymin' hip-hopero. Juega con las palabras y siempre consigue que alguno de sus temas prenda casi de inmediato. El disco suena bien, efectivo, contundente, la búsqueda sonora se aggiorna (hay mucho de The Killers en algunos temas) pero de a ratos lo encuentro, como decir...falto de locura. Riki está, claro, aunque haya que agudizar el oído para rastrear su ejecución entre la catarata de palabras de Roberto y la potente base rítmica. Creo que El Cuarteto, por exitoso y siempre vigente que sea, lo va a sentir. El escucha no. Ahí están sus discos, sus asociaciones con Maslíah, sus insólitos videos caseros en Youtube y hasta se lo puede ver en tv gracias a "Reporte Descomunal" (TV Ciudad).
Desde "Recital de M", de Maslíah y Musso, aquí está (gracias al trabajo del cameraman de platea, quien sea él) "La antorcha humana" desde la Sala Zitarrosa. Una pena no esté en el disco.
Sobre mí EL MAHOMA SOCIAL CLUB SE DESPIDE
En la foto vemos al responsable del club proyectando la última película antes de cerrar la sede. Alguien debería decirle que la cinta va por dentro y se proyecta lámpara mediante, pero el cree que para ver cine lo mejor es mirar la cinta fotograma a fotograma. Allá él.