¿ Libertad de expresión ?
Anna Donner Rybak. Compañeros; hasta la victoria.

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Encuentros cercanos del tercer tipo.

23.11.2007 17:18

El sol penetra por el cristal de la ventana, es una mañana hermosa. Ni una sola nube, el cielo azul, ni mucho calor, ni mucho frío, el día es prometedor.

Dejo mis bártulos en el escritorio. ¡Empezaron las vacaciones! Por Dios, qué paz y tranquilidad.

-¡Ring!

- Informática.

-¿Quién habla?- (Fá, ya empezamos, no hay cosa que me irrite más que me pregunten quién habla. ¡Diganme con quien quieren hablar! Pero, me resigno, hago ¡Om!, y respondo con voz de idiota-feliz).

- ¿Con quién quiere hablar?

-¿Ahí es el interno 666? - (Sin comentarios)

- Si.

- Y decime, ¿Ramiro, está?

- No...

- ¿Y no sabés donde podrá estar? - (Sin comentarios).

- No.

- ¿Habrá ido al baño? - (Sin comentarios).

- Ni idea.

- ¿No te podés fijar si dejó el celular ahí? - (Sin comentarios).

- Acá no está.

- ¿Y no sabés si habrá terminado el informe que me iba a hacer? -

- La verdad es que no tengo la menor idea.

- Es que es urgente. (.) (Cuando algo de verdad sea urgente, no te voy a creer, pimpollo, lo que es abusar del "Urgente", qué la parió.)

- La verdad es que no sabría decirte.

- Bueno, ¿te animás a dejarle un cartelito en el escritorio de que lo llamé?

- No te preocupes, ya le anoto.

Lavo mi jarrita, abro el frasco de Nescafé, una, dos, tres, una de azúcar.

-¡Ring! (Ufa).

- Informática.

- ¿Paula?

- Si -

- ¡Habla Yoli, Paula!, decime, ¿el Fer, llegó? -

- Acá no está- (Sin comentarios).

Revuelvo la mezcla, voy por el agua caliente, me dispongo a encender mi P.C.

-¡Ring!

- Informática.

- ¿Podría hablar con Fermín Pereira?

- Qué tal, Irene, habla Paula-

-Hola Paula, ¿cómo estás? -

- Mirá, hace un ratito estaba, pero intento pasarte al celular -

Uy si me llego a confundir de voz, tamaño kilombo, atender este teléfono señores, implica una responsabilidad muy seria, habrase visto.

Irene, la esposa, y Yolanda. Y si creían que era fácil, el otro que tiene dos Isabeles. ¡Todavía eso! ¿No pudo elegirlas con distinto nombre? La pucha... (Yo las tengo numeradas, sino se me arma un lío con las esquelas.)

No hay nadie en esta puta oficina, el teléfono pasa sonando, y por supuesto no es para mí, yo siempre estoy, si seré cornuda.

Digamos que al fin pude encender mi P.C. Mientras levantan todas las redes que tienen que levantar.¿Podré leer mi mail?

(Pues no creas, Paula).

Luego de atender a Isabel I, e Isabel II, todavía mi máquina está abombada, intentando abrir el Outlook Express.

¡Al fin bajaron los mails! Tres seguidos de la mamá de Constanza, que ocupan cada uno 7 Mega. Los borro inmediatamente. Todos los días me pregunto cómo no se aburren de mandar esos gigantescos archivos pps, con musiquita, letritas que se abren y cierran, esas cadenas monstruosas que te dicen que si no reenviás la presentación, serás aplastada por un monstruo de siete cabezas, y si la reenviás, dentro de una hora te vas a sacar el cinco de oro, y te va dar bola el hombre de tus sueños, la verdad tan grandecitas y tan boludas. no entiendo cómo pueden hacerlo. Mejor dicho sí, ya me lo había dicho un amigo. No hay nada más fácil que apretar el botón "Reenviar". Y todavía, a "Undisclosed-recipients", no sea cosa les venga una hernia de digitar especialmente los nombres de los destinatarios.

Me abandono a las profundidades del Cyber espacio. Permanezco sola otro buen tanto rato, hasta que llega uno de mis compañerillos.

- Paula, mirá que esto que ves es mi holograma. Ya me estoy yendo - me dice, y acto seguido caza el teléfono, el cual no suelta por espacio de la siguiente hora.

Se sienta en su lugar de trabajo, tubo en mano, se va encorvando cada vez más, así, haciéndose pequeñito. Un susurro acompañado de una mirada perdida en el horizonte cercano, un gesto de complicidad, un rostro de ensueño, y una cara de boludo enamorado.

- Negra, ya sabés que hoy no puedo - se deshace en atenciones para su escucha al otro lado de la línea.

Mi vecino al otro lado de la mampara de cristal, Pablito-Paul, está con cara de abombado, perdido en las profundidades del chat. Yo creo se hizo adicto. Pobre, siempre quiso tener una amante, y ahora la cosa se le facilita. Le pregunto qué gracia tiene para él, a esta altura de la vida, ir a una cita a ciegas, en donde te podés encontrar con cualquier bagre. - El placer es la conquista - La verdad, no lo entiendo. A menos que. A menos que la patrona no lo atienda como él merece. - Soy Pablito-Paul, lindo, inteligente, simpático, divertido -

Al fin mi compañero suelta el teléfono. - Me estoy yendo - (Pico y me voy).

Nuestro benemérito jefezuelo, ha comenzado su licencia por dos semanas, a partir de la fecha.

Señores, que cuando el gato no está, los ratones bailan.




19.07.2007 22:05

- ¡Crash!- Xavier  reventó el teléfono contra la pared de su cuarto.

- ¿Señor Vergara? – Le habla Caty, de Polvos Express.  Lamento informarle que la Srta. Angela Ramera tropezó con un vibrador, y se fracturó la  pierna.

- ¿El Señor desea contratar otra chica? -

- ¿Sin cargo?- 

- La promoción “Rapidito sin humo”, no tiene garantía.  Pero por una módica diferencia, puede pasarse a “Por adelante y atrás”, y le enviamos a Gilda Memás.

- ¡No estoy dispuesto a pagar un puto peso más!- rugió furioso.

Xavier tenía menos arrastre que una ballena muerta.

Si alguna gorda desesperada le daba bola, todo terminaba tras pagar Xavier la adición del Tenedor Feliz, luego que su cita hubo pedido entrada, plato principal y postre.

En el mejor de los casos, si había eclipse de Luna, y pasaba a la próxima etapa, Xavier era abandonado, tras depositar una generosa suma en la mesita de luz:

- Papi, sos tan divino. Mañana me vence la tarjeta, y estoy en la lona. ¿Me podés tirar un cable? Te prometo que en cuanto pueda te lo devuelvo…

Xavier siempre quedaba sin un peso, y ni rastros de la susodicha.

La cosa ya era grave.  

O levantaba algo en el chat, o se iba a dormir con María Muñeca.

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y Xavier se conectó.

¡ Xavier, tienes dos mensajes nuevos !

De :Travieso Feliz. Asunto: Nunca es tarde.

De : Gatita Apetitosa. Asunto: ¡ Miau !

Iba a borrar el primero de ellos,pero lo pensó mejor, y podría ser un buen Plan de Emergencia. Por lo pronto, lo intentaría con Gatita Apetitosa.

Continuará…




19.07.2007 21:59

“Gatita Apetitosa te ha incluído en su lista de contactos”, anunció el mensaje de una ventana emergente desde las profundidades de su escritorio.

Xavier hizo click  en Agregar.

“¡Cómo está ganando el pibe!”, petulante,  se conectó alborozado, regocijándose con la idea de un encuentro muy pasional.

-¿Estás? – dice GatiApe.

-¡Para vos, todo, mamita! -  dice XVergara.

-¿Todo, ricura?- dice GatiApe.

“¡Salió fiesta! “  Xavier no cabía en sí de gozo, y temblaba cuando tecleaba.

- Pará, bombón, hay condiciones - dice GatiApe.

“La mierda, tranquilo campeón.”

- ¿Cuánto medís?- dice GatiApe.

- Uno setenta, peso ochenta, complexión delgada, ojos marrones – dice XVergara.

- ¡Eso no me importa!- dice GatiApe.

-¿No? – dice XVergara. (Anonadado)-

-¿Y qué tengo que medir?  - dice GatiApe.

- Tu pajarito, ¿entendés, tesoro? – dice GatiApe.

- ¡Ah….! – dice XVergara.

- ¡ Pará que traigo el centímetro de mamá !-  dice XVergara.

- Siete centímetros con tres milímetros – dice XVergara.

-¡Hm bombón! Pero eso no es todo.- dice GatiApe.

- ¡Papá no le hace asco a nada! – dice XVergara. (Vanagloriándose, ufano, constatando que su miembro había comenzado a endurecerse).

- ¿Qué desea mi gatita?- dice XVergara. (Aguardando impaciente la propuesta).

- Quiero que vengas vestido con corbata – dice GatiApe.

- Te veo en una hora y no te olvides de llevar una banana – dice GatiApe.

- ¿Una banana? – dice XVergara (Azorado).

- Lo que entendiste, ¡Una banana, no me hagas repetir las cosas porque pierdo la paciencia!  - dice GatiApe.

“¡Qué la parió, cómo me cachondean las malas!”, Xavier se imaginaba esposado a la cama, vestido de cuero rojo, y su conquista de botas negras, con látigo en mano, clavándole los tacos aguja en sus partes más sensibles.

“¡Dame palo, mami, que soy tu esclavo!” Xavier no podía con sus libidinosos propósitos, pero aguantó el pichí.

- Pará, pará. ¿Cómo sé que sos vos y dónde nos encontramos? – dice XVergara (Poniendo los pies en la tierra, con un toque de real sensatez).

- Mando foto- dice GatiApe. “Enviando archivo, aguarde un instante” ratificó un mensaje del sistema operativo.

Xavier abrió el archivo .JPG, y quedó apabullado. ”¡Fá!” La rubia con cara de vicio le sonreía lasciva desde el monitor. Tenía el dedo índice en su labio superior, mientras su lengua relamía el pulgar.

¡Anna Nicole Smith, Alejandra Pradón,  y Silvia Suller juntas! Xavier se esforzó y aguantó el pipí.

¡En una hora todo eso sería suyo!

- Te espero en La Covacha, voy con ropa negra - dice GatiApe.

-¡Papá sale para ahí, aprontate, mamita!- dice XVergara.

-¡No te olvides de la banana y los forros los pagás vos!- Dice Gatiape.

“¿Para qué mierda será la banana?” Se debatía Xavier.

-¡Quedate tranquila, mamita, que llevo la bananita! –dice XVergara (“¡Me salió en verso y todo, cómo estoy je je!) y acto seguido se desconectó.

Xavier procedió a emperifollarse para la ocasión.

“Lle-var-cor-ba-ta-fo-rros-y-ba-na-na”, se repetía a modo de recordatorio no sea cosa que Gatita Apetitosa le negase sus encantos.

 Media hora y Xavier estaba listo. Penetró en las instalaciones de farmacias “Machado”, y se detuvo frente al mostrador, abochornado.

-¿Señor, en qué lo puedo ayudar? – Interrogó el simpático dependiente.

-Un ndn-

-¿Un qué?-

-Un ondn-

- El Señor me va perdonar, pero no lo entiendo – indicó el funcionario farmacéutico.

- ¡Un condón! – vociferó Xavier, irritado.

- ¿De qué talle?-

- Uy..¿Qué talles hay?-

- XS,S,M,L, y XL-

- No sé – proseguía dubitativo, Xavier.

- ¿Y de qué tamaño la tiene el señor?-

- ¡Sí! ¡Siete centímetros con tres milímetros! –

- Muy bien señor, acá tiene- el dependiente le entregó un sobrecito color negro.

“Y yo que creía que eran todos iguales, lo qué es la ciencia, qué la parió”…

Xavier arribó a La Covacha, a la hora establecida. De una mesa lo corearon con aplausos:

-¡Ver-ga-ra! ¡Ver-ga-ra! ¡Ver-ga-ra!-

Reconoció al instante, la blonda cabellera de Gatita Apetitosa, así como su minifalda negra. Se acercó, presuroso. ¡La fiesta comenzaba! 

No lo dejaron ni hablar. La horda estaba enardecida, lo llevaron en andas a la pista de baile, y el stripper le cedió su lugar.

-¡Ver-ga-ra! ¡Ver-ga-ra! ¡Ver-ga-ra!- clamaba la multitud.

Lo desnudaron, vendándole los ojos con la corbata.

Gatita Apetitosa se le acercó, y lo tumbó en el piso. Le quitó la corbata, y le susurró al oído:   

-Bó, ¿Y la banana? - mientras la parte delantera de su minifalda crecía vertiginosamente.

Dos horas después, Xavier había llegado a casa. No podría sentarse al menos por una semana. No importa, chatearía desde su cama.




19.07.2007 21:54

La máquina  rugía mientras las ardillitas cantaban  -¡Tz,tz,tz,tz,tz,tz,tz! - gracias al cañón y la potencia de los parlantes invertidos por “El Jonatan”, pagos en veinticinco mensualidades.

La coupé verde lechuguita  con llantas de aleación cromada, se desplazaba con la cantora puesta al mango;  mientras un Jonatan veloz como el rayo y libre como su escape la conducía embelesado.

“El Jonatan” estaba orgulloso de su nave, como buen miembro del Tuning Club que era.

Todos los días pasaba horas encerando el vehículo y lustrando sus magníficos herrajes mientras se preparaba para salir de levante.

Años emperifollando  esa reliquia, la había bajado “al piso”, y se movía, iluminando el asfalto desde los flash de neón azules, escupiendo fuego por el escape, cual ardiente dragón.

“Con esta goma soy Gardel”, se atontaba boquiabierto mientras circulaba al este por la costa montevideana, y cataba la mercadería.  

La pasó en la vereda, y su mirada lo engatusó por completo. Giró la cabeza, contemplando su grácil caminar.

Sus cabellos se mecían al viento, montada sobre sus tacones altos. Al Jonatan se le habían puesto los ojos bobos, manejaba hecho un zoombie, pero la mujer ni se había percatado. “¡Qué hembra, por Dios!”, se decía, e hipnotizado, aceleraba. Una criatura sensual, un cuerpo por recorrer. Bajo ningún concepto, podía perderla.

-¡Hola Susana, te estamos llamando!-, tocó el jovial ring-tone que había bajado de Internet para su celular; era “La Quella”, y no quedaba otra que atender.

-  ¿Gordo, cuando vayas al súper, traés gelatina sin sabor para el “sin fin de arco iris”?-   

-  ¡Claro, gorda! –

- ¿Demorás? –

-  ¡No, gorda, si estoy en el Macro!- 

Víctima de su embuste, en menos que canta un gallo, devino la hecatombe.

“El Jonatan” frenó en seco su joya nunca taxi, y la mujer por milagro no pereció pulverizada.

-¡Qué hacés, imbécil!- vociferó ella trastornada.

- ¡Te miro a vos, mamita! – se excusó.

 Acto seguido, la silueta de la fémina se perdió en el horizonte.

“El Jonatan” aterrizó “la nave” en  la estación,  con el guardabarros aboyado. Se dirigió al Rapid-Food, desplazando sus despojos entre las góndolas de los postres.

Al abrir la puerta de su casa, una semipenumbra lo encandiló.  Se divisaban unas velas rojas que “La Quella” había preparado con esmero en el rellano de la escalera.

- La próxima sesión traés 500 p., un calzoncillo sin palometa, y ahora te llevás el gualichu de la pasión – le había dicho la bi-dente Lowe, experta en amores, tras sucuchar el primero de los diez pagos.

- Gordo, preparate -

La patrona bajó empaquetada en un baby-doll de encaje negro, y  se había afeitado el bigote. “El Jonatan” se inspiró en la fugaz desconocida y pudo atender a “La Quella” como se merecía.



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Sobre mí
Anna Donner Rybak nace en Montevideo el 21 de setiembre de 1966.Desde 1989 hasta 1996 es docente en UTU de Programación de Sistemas y de Lógica.En 1993 se recibe de Analista de Sistemas.Escribe desde 2000, diversos géneros: Cuentos históricos, cuentos de humor, Columnas de actualidad, Ensayos, Poesía y fantástico.

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