ARTE y EDUCACIÓN
Reflexiones sobre creación y educación

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Mis artículos

03.10.2012 22:07

LA DISCIPLINA TERMINA SUPERANDO LA INTELIGENCIA.


Algunos sencillos valores que hacen la diferencia

1.- La Honestidad, ser veraz y justo contigo mismo y con los demas. No es solo tomar lo que no es tuyo, sino tambien respetarte a ti mismo, respetar a tu pareja, respetar la mujer/el hombre de los demas. Es dar a cada quien lo que le corresponde. Es ser coherente y autentico.

2,- El Orden, todo en el universo tiene principios, leyes, reglas y manifiestos. Es un organismo donde todo esta integrado e interconectado, implica sinergia. Es llevar la vida en el orden que le corresponde y respetar sus tiempos, un tiempo para hacer, un tiempo para parar, un tiempo para reflexionar, un tiempo para alimentarse, un tiempo para descansar. Saber vivir es aprovechar un recurso no renovable. Es tener limites.

3.- La Puntualidad, es consideracion consigo mismo y con los demas. Es priorizar y ser humilde. Es ser eficiente con el manejo del tiempo. Es darle el espacio a cada situacion en el momento que le corresponde o que se acordo. Estar en el momento preciso. Se valora el acuerdo, se aprecia y enaltece a los demas.

4.- La Limpieza, es el cuidado de poner cada cosa en su lugar, donde debe ir con el cuidado y delicadeza para darle el mantenimiento requerido, es la expresion de la belleza singular y simple. Da apertura al espacio, sensacion de pureza.  




06.10.2011 22:34

 Tienes que encontrar aquello que amas 

Me siento honrado de estar con ustedes hoy
en su ceremonia de graduación en una de

las mejores universidades del mundo.

Yo nunca me gradué de una universidad.
La verdad sea dicha, esto es lo más
cerca que he estado de una graduación.

Hoy deseo contarles tres historias de mi vida.
Eso es. No es gran cosa. Sólo tres historias.

La primera historia se trata de
conectar los puntos

Me retiré del Reed College después de los primeros
6 meses y seguí yendo de modo
intermitente otros 18 meses
o más antes de renunciar de verdad. 

Entonces ¿por qué me retiré?.

Comenzó antes de que yo naciera.
Mi madre biológica era joven, estudiante de
universidad graduada, soltera,
y decidió darme en adopción. 

Ella creía firmemente que debía
ser adoptado por estudiantes graduados.


Por lo tanto, todo estaba arreglado para que
apenas naciera fuera adoptado por un abogado y su esposa;
salvo que cuando nací,
decidieron en el último minuto 
que en realidad deseaban una niña.


De ese modo, mis padres

que estaban en lista de espera, recibieron una llamada
en medio de la noche preguntándoles:
"Tenemos un niño no deseado;
 ¿lo quieren?".
Ellos dijeron "Por supuesto".

Posteriormente, mi madre biológica se enteró
que mi madre nunca se había graduado de
una universidad y que mi padre nunca 
se había graduado de la enseñanza media. 

Se negó a firmar los papeles de adopción definitivos.
Sólo cambió de parecer unos meses más tarde
cuando mis padres prometieron
que algún día yo iría a la universidad.

Luego a los 17 años fui a la universidad.

Sin embargo, ingenuamente elegí una
universidad casi tan cara como Stanford 
y todos los ahorros de mis padres de clase obrera

fueron gastados en mí matrícula.
Después de 6 meses yo no era capaz
de apreciar el valor 
de lo anterior. 

No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida
y no tenía idea de la manera

en que la universidad me iba a ayudar a deducirlo.
Y aquí estaba yo, gastando todo el dinero
que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. 


Así que decidí retirarme y confiar en
que todo iba a resultar bien. 

Fue bastante aterrador en ese momento,
pero mirando hacia atrás fue una de las mejores
decisiones que tomé.

Apenas me retiré, pude dejar de asistir a
las clases obligatorias que no me interesaban 
y comencé a asistir irregularmente a las que
se veían interesantes.

No todo fue romántico. No tenía dormitorio,
dormía en el piso de los dormitorios de amigos, 

llevaba botellas de Coca Cola a los depósitos
de 5 centavos para comprar comida y
caminaba 11 kilómetros,cruzaba
la ciudad todos los domingos 
en la noche para conseguir
una buena comida a la semana en
el templo Hare Krishna. 
Me encantaba. 

La mayor parte de las cosas
 con que tropecé 
siguiendo
mi curiosidad e intuición resultaron
ser inestimables 
posteriormente. 


Les doy un ejemplo: en ese tiempo Reed College
ofrecía quizás la mejor instrucción en caligrafía del país.
Todos los afiches,
todas las etiquetas de todos los cajones
estaban bellamente escritos en caligrafía a mano en todo el campus. 

Debido a que me había retirado y
no tenía que asistir a las clases normales,
decidí tomar una clase de caligrafía
para aprender. 

Aprendí de los tipos serif y san serif,
de la variación de la cantidad de espacio
entre las distintas combinaciones de letras,
de lo que hace que la gran tipografía sea lo que
es. 

Fue hermoso, histórico, artísticamente sutil
de una manera en que la ciencia no logra
capturar, y lo encontré fascinante.

Nada de esto tenía incluso una esperanza 
de aplicación práctica en mi vida. 

No obstante, diez años después,
cuando estaba diseñando la primera computadora Macintosh,
todo tuvo sentido para mí.

Y todo lo diseñamos en la Mac.
Fue la primera computadora con una bella
tipografía.

Si nunca hubiera asistido a ese único
curso en la universidad, la Mac nunca
habría tenido tipos múltiples 
o fuentes
proporcionalmente espaciadas.
Además, puesto que 
Windows sólo copió la Mac,

Es probable que ninguna computadora
personal la tendría. 

Si nunca me hubiera retirado,
nunca habría asistido a esa clase de caligrafía,
las computadoras personales no tendrían
la maravillosa tipografía que tienen.

Por supuesto era imposible conectar
los puntos mirando hacia el futuro
cuando estaba en la universidad.

Sin 
embargo, fue muy, muy claro
mirando hacia el pasado diez años después.

Reitero, no pueden conectar los puntos
mirando hacia el futuro;
solamente pueden conectarlos mirando hacia el pasado.

Por lo tanto, tienen que confiar en que los puntos de
alguna manera se conectarán en su futuro.

Tienen que confiar en algo - su instinto, su
destino, su vida, su karma, lo que sea. 

Esta perspectiva nunca me ha decepcionado,
y ha 
hecho la diferencia en mi vida.

La segunda historia es sobre amor y pérdida

 Yo fui afortunado
- descubrí lo que amaba hacer temprano en la vida. 

Woz y yo comenzamos Apple en el garage
 de mis padres cuando tenía 20 años.
Trabajamos duro y en 10 años Apple

había crecido a partir de nosotros dos en un garage,
transformándose en una compañía
de US$2 mil millones con más de 4.000 empleados.

Recién habíamos presentado 
nuestra más grandiosa
 creación - la Macintosh - 
un año antes y
yo recién había cumplido 
los 30. 

Y luego me despidieron.
 ¿Cómo te pueden despedir de
una compañía que 
comenzaste? 

Bien, debido al crecimiento de Apple
contratamos a alguien que pensé que era
muy talentoso para dirigir la compañía conmigo, 
los primeros años las cosas marcharon bien. 

Sin embargo, nuestras visiones del futuro
empezaron a desviarse y finalmente tuvimos
un tropiezo. 

Cuando ocurrió, la Junta del Directorio lo respaldó a él.
De ese modo a los 30 años estaba afuera. 
Y muy publicitadamente fuera. 

Había desaparecido aquello que había
sido el centro de toda mi vida adulta, fue devastador.

Por unos cuantos meses, realmente no supe qué hacer. 
Sentía que había decepcionado a 
la generación anterior de empresarios

- que había dejado caer el testimonio cuando me lo
estaban pasando. 

Me encontré con David Packard y Bob Noyce
e intenté disculparme por

haberlo echado a perder tan estrepitosamente.
Fue un absoluto fracaso público e incluso
pensaba en alejarme del valle. 


No obstante, lentamente comencé a entender algo

- Yo todavía amaba lo que hacía.

El revés ocurrido con Apple no había cambiado eso ni un
milímetro. 
Había sido rechazado, pero seguía enamorado. 
Y así decidí comenzar de nuevo.

En ese entonces no lo entendí,
pero sucedió que ser despedido de Apple fue lo mejor
que podía haberme pasado.

La pesadez de ser exitoso fue reemplazada
por la liviandad de
ser un principiante otra vez,
menos seguro de todo. 

Me liberó para entrar en uno de las
etapas más creativas de mi vida. 

Durante los siguientes cinco años,
comencé una compañía

llamada NeXT, otra compañía llamada Pixar,
y me enamoré de una asombrosa mujer que se
convirtió en mi esposa. 

Pixar continuó y creó la primera
película en el mundo animada por
computadora,

Toy Story, y ahora es el estudio de animación
más exitoso a nivel mundial.
En un notable giro de los hechos,
Apple compró NeXT, regresé a Apple
y la tecnología que desarrollamos
en NeXT constituye el corazón del actual
renacimiento de Apple.

Además, con Laurene tenemos una maravillosa familia.
Estoy muy seguro de que nada de esto habría
sucedido si no me hubiesen despedido de Apple.

Fue una amarga medicina,
pero creo que el paciente la necesitaba.
En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza.
No pierdan la fe.

Estoy convencido que lo único que me permitió
seguir fue que yo amaba lo que hacía.
Tienen que encontrar eso que aman.
Y eso es tan válido para su trabajo como
para sus amores. 

Su trabajo va a llenar gran parte de sus vidas
y la única manera de sentirse realmente 
satisfecho es hacer aquello que creen es un gran trabajo.

Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que hacen.
Si todavía no lo han encontrado, sigan buscando.
No se detengan.

Al igual que con los asuntos del corazón,
sabrán usted sabra cuando lo encuentre.
Y al igual que cualquier relación importante,
mejora con el paso de los años.
Así que siga buscando hasta que lo encuentre.
No se detenga.

La tercera historia es sobre la muerte

Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo parecido
 a "Si vives cada día como si fuera el último,
es muy probable que algún día hagas lo correcto".

A mí me impresionó y desde entonces,
durante los últimos 33 años,
me miro al espejo todas las mañanas y me
pregunto: "Si hoy fuera en último día de mi vida, 

¿querría hacer lo que estoy a punto de
hacer hoy?" Y cada vez que la respuesta ha sido

 "No" por varios días seguidos, sé que
necesito cambiar algo.

Recordar que moriré pronto constituye
la herramienta más importante que he
encontrado para ayudarme a decidir las grandes 
elecciones de mi vida.

Porque casi todo -todas las expectativas externas,
todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso -
todo eso desaparece a las puertas de la muerte,
quedando solamente aquello que es
realmente importante.

Recordar que van a morir
es la mejor manera que conozco para
evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. 

Ya están desnudos. No hay ninguna
razón para no seguir a su corazón.

Casi un año atrás me diagnosticaron cáncer.
Me hicieron un scanner a las 7:30 de la
mañana y claramente mostraba un tumor en el páncreas. 

Yo ni sabía lo que era el páncreas.
Los doctores me dijeron que era muy probable 
que fuera un tipo de cáncer incurable y que
mis expectativas de vida no superarían 
los tres a seis meses.

Mi doctor me aconsejó irme a
casa y arreglar mis asuntos, 
es el código médico para prepararte para la muerte.

Significa intentar decirle a tus hijos todo 
lo que pensabas decirles en los próximos 10 años,
decirlo en unos pocos meses. 

Significa asegurarte que todo esté finiquitado de modo que
sea lo más sencillo posible para tu familia. 

Significa despedirte.

Viví con ese diagnóstico todo el día.
Luego al atardecer me hicieron una biopsia en que
introdujeron un endoscopio por mi garganta, 
a través del estómago y mis intestinos,

pincharon con una aguja mi páncreas
y extrajeron unas pocas células del tumor.
Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí,
me contó que cuando examinaron las células en el
microscopio,

los doctores empezaron a llorar
porque descubrieron que era una forma muy
rara de cáncer pancreático, curable con cirugía. 


Me operaron y ahora estoy bien.

Fue lo más cercano que he estado a la muerte
y espero que sea lo más cercano por unas

cuantas décadas más.
Al haber vivido esa experiencia,
puedo contarla con un poco más de

certeza que cuando la muerte era
un útil pero puramente intelectual concepto:

Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo,
no quiere morir para llegar allá.
La muerte es el destino que todos compartimos.
Nadie ha escapado de ella.

Y es como debe ser porque la Muerte
es muy probable que sea la mejor invención de la Vida.
Es el agente de cambio de la Vida.
Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo.
Ahora mismo, ustedes son lo nuevo, pero algún día,
no muy lejano,
gradualmente ustedes serán viejos y 
serán eliminados. 

Lamento ser tan trágico, pero es muy cierto.

Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan 
viviendo la vida de otra persona. 

No se dejen atrapar por dogmas
- es decir, vivir con los resultados
del pensamiento de otras 
personas.

No permitan que el ruido de las opiniones
ajenas silencien su propia voz interior. Y

más importante todavía,

tengan el valor de seguir su corazón e intuición,

que de alguna manera ya saben
lo que realmente quieren llegar a ser.
Todo lo demás es secundario.

 Cuando era joven, había una asombrosa
publicación llamada The Whole Earth Catalog,
que era una de las biblias de mi generación.

Fue creada por un tipo llamado Steward Brand
No muy lejos de aquí en Menlo Park, 
y la creó con un toque poético. 

Fue a fines de los 60, antes de las computadoras
personales y de la edición mediante microcomputadoras,
por lo tanto, en su totalidad estaba editada
usando máquinas de escribir, tijeras y cámaras
polaroid. 

Era un tipo de Google en formato de edición
económica, 35 años antes de que 
apareciera Google: 

Era idealista y rebosante de hermosas herramientas
y grandes 
conceptos.

Steward y su equipo publicaron varias ediciones
del The Whole Earth Catalog, y luego

cuando seguía su curso normal,
publicaron la última edición.
Fue a mediados de los 70
y yo 
tenía la edad de ustedes. 

En la tapa trasera de la última edición,
había una fotografía de una 
carretera
en el campo temprano en la mañana, 
similar a una en que estarían haciendo dedo

si fueran así de aventureros.
Debajo de la foto decía:
"Manténganse hambrientos.

Manténganse descabellados".
Fue su mensaje de despedida al finalizar.
Manténganse hambrientos.
Manténte descabellado.

Siempre he deseado eso para mí.
Y ahora, cuando se gradúan para empezar de nuevo,
es lo que deseo para ustedes.

Permanezcan hambrientos.

Permanezcan descabellados.

 

Gracias Steve !!





19.11.2010 01:02

Educación e instrucción


"Una cosa es instrucción y otra cosa es educación. Educar es una actividad que siempre se la relaciona con la escuela, pero no es así. Mis padres, mis abuelos, eran analfabetos y me han educado, esa educación se basa en los valores, en la solidaridad. Es un error confundir educación con instrucción, porque los analfabetos no pueden instruir, pero sí educar. Existe una idea equivocada acerca de que la escuela es la única que puede educar y en realidad no tiene condiciones ni vocación ni tiempo para hacerlo . Educar es cosa de la familia y de la sociedad. Pensar que es la escuela la que tiene que educar a los estudiantes es precisamente una de las grandes equivocaciones de nuestra sociedad y causa de la crisis en que se halla la familia. La familia debe educar porque forma parte de la sociedad, mientras que la escuela es un paraíso lejano a la vida real. Sin embargo, una escuela de calidad es la que crea felicidad a su alrededor, ya que una educación incapaz de hacer a los niños y a los individuos felices es una educación equivocada. Los maestros son unos auténticos héroes, incluso agredidos físicamente por los alumnos, víctimas de una evidente falta de respeto, sobre quienes la familia, hoy definitivamente en crisis, lanza los problemas que no es capaz de resolver".



05.09.2010 01:07

Hace unos siglos un famoso pensador griego dijo:

'Lo único permanente es que vivimos en mundo de cambios.'

¿Qué paradoja verdad? El mundo que nos ha tocado vivir es uno en que todo cambia a una velocidad que difícilmente podemos alcanzar. Las formas de comprar, producir, organizarnos para lograr el éxito, distribuir, promocionar y vender están cambiando permanentemente y cada vez a una velocidad mayor. Probablemente la respuesta principal a tanto cambio sea el impresionante avance de la tecnología, especialmente en dos actividades: la informática y las telecomunicaciones.   Pero ¿cómo preparar a nuestros hijos para que puedan ser mejores ciudadanos del mundo?

 

 A continuación les resumo un mensaje que recibí hace unas semanas de un buen amigo.

Debemos preparar a nuestros hijos para el mundo del futuro, no el mundo de nuestros padres ni el nuestro. En este mundo actual lo determinante para triunfar será el carácter, no exactamente el conocimiento, como muchos pudiéramos creer. Tener temple, salir de fracasos adecuadamente, hacer de los fracasos un desafío y no una tragedia..., eso será lo que buscarán los seleccionadores de personal 

Para los trabajadores independientes será un auto requisito.

Un hijo forjará carácter si percibe claramente la autoridad de los padres. Con presencia de autoridad los niños y jóvenes a su vez actuarán con autoridad para resolver sus problemas; actuarán por determinaciones. Sin presencia de autoridad nuestros hijos serán débiles de carácter y actuarán por impulsos con los consecuentes problemas de adaptación. 


¿
Exceso de autoridad? Siempre será mejor exceso que falta de autoridad. El límite de autoridad lo pone la siguiente regla: 'La autoridad no debe humillar'. Básicamente lo que es el niño o el joven hoy será el adulto del mañana. De vez en cuando hay que mirar al hijo como un adulto potencial. 

¿Queremos que nuestros hijos no sufran? Entonces hay que prepararlos para sufrir. No podemos estarle evitando todo el tiempo todo posible sufrimiento ¿si no cuándo aprenderá? Debe comprender la muerte, los problemas de la vida, los problemas en el trato de sus congéneres. No debemos resolverles todos los problemas, hay que ayudarlos a que poco a poco los resuelvan ellos mismos. Nadie logra metas exitosas y duraderas sin un poco de sufrimiento. ¿Alguien imagina a un campeón de atletismo que no sufra para lograr sus marcas? Eso se aplica a todo tipo de campeón y a todo tipo de actividad. Siempre hay que pensar que, en parte, no queremos que ellos sufran para no sufrir nosotros, pero les hacemos un daño con miras al futuro.

 

Hay que enseñarles a hacer ESFUERZOS SUPLEMENTARIOS, estirarse y exigirles Que sepan que siempre se puede un poquito más. Recuerda que nadie recoge su cosecha sin sembrar muchas semillas y abonar mucha tierra.


E
s muy importante enseñarles a carecer, es decir a 'sentir la falta de' y arreglárselas por sí mismos. Hay chicos que no juegan su deporte si no tienen zapatillas de 'marca'. Si no aprendes a carecer no aprendes a arreglártelas. Aunque tengamos para darles el 100%, los chicos deben saber el valor de las cosas. Si no lo hacen de chicos, les será muy difícil de adultos y allí sí que van a sufrir y nosotros también con ellos.   ¿Cómo les enseñamos a carecer? ¡Dándoles un poquito menos de lo que necesitan! ¡No hay otra manera! Si no ¿cómo sienten la falta de? Así aprenden a apreciar lo que tienen. Aprenden a no ser ingratos. Aprenden a gozar de la vida porque muchas veces se goza en las cosas sencillas. Aprenden a no ser quejosos. 


Una excelente escuela para aprender a carecer (sin morir en el intento) es la mesa del hogar, la comida. ¿Qué debemos darles de comer? ¡Lo que nosotros decidamos que es bueno para ellos! Es no sólo por su bien  estomacal, sino que es una excelente forma de que aprendan a carecer, que no sean ingratos, que no sean quejosos. 'Mami... no me gustan las lentejas'. Si quieren hacerles un bien para la vida, denles las lentejas. Habrá berrinches, no se exalten (autoridad no es gritar), que no coma si no quiere, pero cuando le vuelva el hambre: ¡SORPRESA! ... ¡Las lentejas del refrigerador calentadas! 

Parece increíble, pero si no hacemos este tipo de cosas no se podrá adaptar. La comida es una buena escuela del carecer, pues así no serán quisquillosos en sus relaciones sociales, en el trabajo y en el mundo real. 


También hay que educarlos en el servicio. Una familia normal es un equipo de trabajo con pocas tareas: tender la cama, limpiar los cuartos, lavar los platos, pintar la casa, etc. Hay que educarlos para que realicen labores de hogar, aunque lo hagan mal al principio. Si no hacen este tipo de servicios luego tendrán problemas. Las escuelas más importantes de liderazgo del mundo enseñan a los jóvenes a carecer, para que sepan y entiendan el mundo y lo puedan liderar. 

¿
Mesadas? Que sean una cantidad fija, más bien, semanales y algo menos de lo que creen que necesitan. Así aprenden a administrar el dinero. Claro que se deben aceptar excepciones, pero conversadas serenamente. 

Construyamos hijos luchadores, no debiluchos sobreprotegidos.  Que se superen a sí mismos. Que tomen los problemas como desafíos para mejorar. Recuerden que nadie alcanza altura con un solo vuelo. También hay que ilusionarlos con ideales, metas futuras, sueños para que sean buenos de corazón. Importante también es estar convencidos de que triunfador no equivale a tener 'dinero o propiedades', triunfadores son aquellos que son felices con lo que hacen, con su vida. Solamente así podrán hacer felices a otros. 


Los hijos con carácter templado, conocimiento del carecer, educados en el servicio y plenos de amor e ilusiones serán hijos triunfadores.
 
Los padres tenemos la gran responsabilidad de criar hijos que transformen nuestro país, en uno donde reine la libertad, la abundancia, la justicia y sobre todo la felicidad. Por favor comparte, puede ser útil para alguien.

 




29.03.2010 00:27


Hoy estuve pensando en esto de ser hijo de docente, en realidad nunca le había prestado atención, hace poco vi una película «Un novio para mi mujer» en la cual la protagonista dice: «Odio a la gente que busca casualidades», bueno, a mí me encanta, me parece asombroso. Y si no, díganme si no:
Soy hijo de docente, cuatro de mis tíos también son docentes, tres de mis amigos son hijos de docentes, dos amigas de la secundaria estudiaron magisterio, la mejor amiga de mamá es docente, y las «chicas» con las que se junta… adivinen, también son docentes. La palabra docente tiene el siguiente significado: «que enseña // relativo a la enseñanza».
Dadas las circunstancias de vida rodeado de docentes y sobre todo con una madre docente, puedo ayudarles a que realicemos el análisis de «el docente y su entorno, o el docente en familia, como quieran».
Empecemos, el 80% de las docentes de entre 40 y 50 años fuma; de ellos, el 90% fuma Derby Suaves, ya jubiladas cambian a Virginia´s Slims, cigarrillo que comparten con las señoras adictas al bingo (de las cuales el 50% son maestras jubiladas). Las docentes son excelentes abuelas, suelen decir cosas como «cuidé hijos ajenos toda la vida, a los tuyos cuídatelos vos, yo quiero hacer yoga». Los hijos de docentes sabemos mucho del léxico docente, sabemos de «adaptación curricular» así se denomina a la media hora en la cual tu mamá no te habla, luego de haber llegado del colegio, no intentes hablarle una palabra… porque la contestación termina en pelea, es como un «estado de crisis».
Los hijos de docentes, sabemos lo que es ir a guardería desde los 45 días de vida, las maestras son nuestras primeras y segundas madres, el 90% sabemos cocinar con: «lo que hay en la heladera» y lo aprendimos a la fuerza, si no te haces algo estás frito y muerto de hambre, ya que por lo general no la ves a mamá antes de ir al colegio (a tu colegio); los hijos de docentes sabemos hacer la tarea sin la ayuda de mamá, sabemos plancharnos la ropa, cosernos las medias y, sobre todo, movernos solos. Para nosotros la palabra «aguinaldo» significa: «zapatillas nuevas» y una esperanza a cualquier otro tipo de gasto «cuando cobre el aguinaldo, vemos». Los hijos de docentes esperamos el Día del Maestro como a Papá Noel, seguro comemos chocolates y algún que otro regalo pegamos. No quiero olvidarme de algo esencial, los hijos de docentes nunca tenemos el cuaderno de comunicación firmado por mamá, sino por papá. Porque si querés saber qué tipo está casado con una docente lo único que tenés que hacer es ir a la entrega de libretas de los chicos, 30 madres y 4 padres, simple, maridos de docentes o desocupados. En los actos escolares, reconoces un hijo de docente porque es el peor pintado, nunca me salió pintarme con el corcho quemado, pero de esa manera aprendimos a tener madres sustitutas y pedirle a la mamá de tu amigo que te pinte, obviamente que en la primera fila, papá (si es que no trabaja), ni hablar si te toca hacer de Colón y a mamá le toca hacer el «Acto del Día de la Raza», el disfraz lo terminas a las 3 de la mañana y esa semana bajas 4 kilos porque lo que menos importa en casa es: «la comida».
Mamá docente, no sólo da clases a la mañana sino que por lo general a la tarde corrige, planifica... Señoras y señores, el ser docente no es un trabajo de medio día, es un trabajo de vida completa.
Releo lo que escribo y pienso que esto puede sonar como una queja, lejos de eso está, las docentes son las mejores madres del mundo, nos enseñan la palabra «independencia», nos hablan de arreglárnosla solos, pero cuando las necesitamos, aparte de docentes son mamás, y las mejores que conocí, ¿cómo no van a ser las mejores? si tenemos mínimo 20 hermanos por año. Mi mamá docente me enseñó a vivir, y cuando me preguntan ¿a qué se dedica tu mamá? Digo: es docente, es psicóloga, es maga, es psicopedagoga, es esposa, es mi mamá (y la de un montón más).

 
AUGUSTO MANZANO.

 




11.02.2010 01:11

Entre el desinterés y la ignorancia militante - Guillermo Jaim Etcheverry

En un reciente artículo periodístico, el escritor español Rafael Argullol comenta el hecho de que algunos de los mejores profesores universitarios de su país están abandonando la enseñanza. Identifica como una de las principales causas de esta preocupante situación el desinterés intelectual que advierten en sus estudiantes.

Señala que los profesores no se sienten ofendidos por la ignorancia, sino por ese desinterés que demuestran sus alumnos. Es decir que no sólo comprueban que ignoran por completo nociones esenciales, sino que, fundamentalmente, tal desconocimiento no representa problema alguno para los jóvenes, quienes, dice, "adiestrados en la impunidad ante la ignorancia, no creen en el peso favorable que el conocimiento puede aportar a sus futuras existencias".

Esta situación no es más que el reflejo de un fenómeno generalizado: la indiferencia por el saber que muestra la sociedad que esos jóvenes integran, puesto que hoy se privilegia la utilidad por sobre la verdad. Señala Argullol: "Tras los ojos ausentes -más somnolientos que soñadores de sus jóvenes pupilos- los veteranos ilustrados advierten la abulia general de la sociedad frente a las antiguas promesas de la sabiduría. ¿Para qué preferir el conocimiento, que es un camino largo y complejo, al utilitarismo de la posesión inmediata?".

Hemos conseguido contagiar a los jóvenes el clima antiilustrado que caracteriza a nuestra época en la que no se valoran "ni bien ni verdad ni belleza, las antiguallas ilustradas, sino únicamente uso: la vida es uso de lo que uno tiene a su alrededor".

Esa reflexión, que refleja la realidad que se observa en la sociedad occidental actual, justifica en gran medida la crisis de significado que atraviesa la educación. Nos encontramos ante la paradoja de una sociedad que declama la importancia del conocimiento, es más, que se considera a sí misma "sociedad del conocimiento", pero que no valora ese conocimiento e, incluso, no pocas veces lo combate activamente en los hechos concretos.

Muchos jóvenes son el espejo de ese clima que prevalece en la sociedad y, más aún, convierten su desinterés en ignorancia militante, configurando un grupo en expansión que exhibe ese desprecio sin ocultar un cierto orgullo. Se muestran heroicamente resistentes a toda influencia que consideren inútil para la sociedad de uso, hacen gala del hedonismo que ven en sus mayores y, como ellos, desconfían de todo lo que tenga cierto sabor a antiguo. No alcanzan a advertir que la tecnología, a cuyo consumo desenfrenado se los impulsa, reconoce su origen, precisamente, en los fundamentos teóricos que se desarrollaron, con gran esfuerzo, en respuesta al desafío que plantearon a las generaciones anteriores aquellos ideales del conocimiento.

Hace poco, el presidente Barack Obama, de los Estados Unidos, decidió hablar directamente con los escolares al comenzar el ciclo lectivo de este año. Desde una escuela media en Arlington, Virginia, se dirigió por televisión a los alumnos reunidos en todas las escuelas de su país, actitud que generó un interesante debate en la opinión pública, ya que algunos grupos creían ver en ella el propósito de adoctrinar a los jóvenes.

En un discurso admirable -que deberían leer las dirigencias de todo el mundo-, les comentó que se había referido en numerosas ocasiones a la educación. Que había hablado de la responsabilidad que tienen los maestros en inspirar a sus estudiantes, alentándolos así a aprender. Que había hecho referencia a la necesidad de que los padres siguieran de cerca el desempeño de sus hijos, controlando que realizaran sus tareas y vigilando que no pasaran todas las horas del día frente a la televisión o a los videojuegos.

Que había señalado la responsabilidad que le cabe al gobierno de establecer estándares elevados y de apoyar a los maestros y directivos de las escuelas, mejorando la situación de aquellas que no funcionan adecuadamente y en las que los estudiantes no logran buenos niveles de aprendizaje.

"Pero -dijo- en última instancia, aunque contemos con los maestros más dedicados, con los padres más dispuestos a apoyar la labor educativa, con las mejores escuelas del mundo, nada de eso importará a menos que todos ustedes cumplan con sus responsabilidades, a menos que asistan a esas escuelas, a menos que presten atención a esos maestros, a menos que escuchen a sus padres, a sus abuelos, a los demás adultos y, sobre todo, a menos que estén dispuestos a realizar el duro trabajo que se requiere para alcanzar el éxito. Cada uno de ustedes es el responsable último de su propia educación."

Educarse representa una responsabilidad hacia uno mismo porque cada uno tiene capacidad para algo, cada uno tiene algo para ofrecer. "Y ustedes -señaló Obama- tienen la responsabilidad para con ustedes mismos de descubrir cuál es esa capacidad con la que cuentan. Esa es la oportunidad que les proporciona la educación."

Enumeró diversas situaciones: "Pueden ser grandes escritores, pero no lo sabrán hasta que escriban ese trabajo que les exigen para la clase de lengua; innovadores o inventores, pero lo descubrirán recién cuando elaboren su proyecto para la clase de ciencias; dirigentes políticos, pero para eso deberán estudiar el gobierno e incorporarse a los grupos de debate. Para cualquier tarea que quieran emprender necesitarán una buena educación. Nadie deja la escuela y simplemente aterriza en un buen trabajo. Para eso necesitarán entrenarse, trabajar y aprender".

Destacó como idea central el hecho de que, además de esa responsabilidad personal, lo que hagan los jóvenes con su educación decidirá el destino de la sociedad en la que viven. "El futuro de los Estados Unidos depende de cada uno de ustedes -señaló el presidente-, porque lo que aprendan hoy en la escuela determinará si nosotros, como nación, podremos hacer frente a los grandes desafíos del futuro. Necesitamos que cada uno de ustedes desarrolle sus talentos, sus habilidades y su intelecto de modo que puedan ayudarnos a los mayores a resolver nuestros problemas más complejos. Si no lo hacen, no sólo se abandonarán a ustedes mismos, sino que estarán abandonando a su país."

"La posición en la que ahora se encuentren -dijo- no tiene por qué determinar qué lugar ocuparán en la sociedad. Nadie ha escrito el destino por ustedes, porque aquí ustedes escriben su propio destino. Ustedes construyen su propio futuro." Y apoyó esta afirmación con un emocionado relato de las dificultades que enfrentó en su propia vida, mencionando los apoyos con los que contó para concretar su sueño y así asistir a las mejores escuelas de su país. En fin, instó a los jóvenes a asumir la responsabilidad por sus propias vidas, a fijarse objetivos para su educación, a comprometerse y trabajar en serio para alcanzarlos, recurriendo a quienes pueden prestarles ayuda.

La preocupación que expresa Obama es la misma que, de otra manera y en una sociedad diferente, planteaba Argullol: la imperiosa necesidad de poner de manifiesto el interés por educarse, de asumir las responsabilidades personales. En los niños y jóvenes en edad escolar ésta se manifiesta en la demostración del interés por aprender. Si quienes se acercan a las instituciones educativas lo hacen carentes de ese interés, todo lo demás será inútil.

Por eso, la tarea que hoy enfrentamos es titánica, pues consiste nada menos que en recrear en los jóvenes ese interés por el trabajo de educarse, en transmitirles la dimensión de su responsabilidad para con ellos mismos y para con la sociedad que integran.

Padres y maestros deberían renovar su alianza para emprender la reconstrucción del interés de sus hijos y sus alumnos por el conocimiento y así emprender la tarea de hacerse humanos. Si esto no se logra, si a las escuelas no asisten alumnos sino clientes o espectadores en busca de entretenimiento, los planes de estudio, las aulas, las computadoras, los libros, carecerán de toda significación. Los niños y los jóvenes dejarán las escuelas habiendo desaprovechado la oportunidad única que les brinda la educación para descubrir y desarrollar sus capacidades. Además, la sociedad en la que vivirán, integrada por ignorantes, jamás llegará a ser la tan declamada pero aún tan lejana "sociedad del conocimiento".

 



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EDUARDO SUÁREZ ARTISTA PLÁSTICO DOCENTE (Educación Secundaria)

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