En mi cuadra tengo, como casi todos tenemos, un chico que cuida coches, es humilde pero buena gente, tiene cuarenta y algo pero parece más, como casi todos los excluidos está quemado por el sol y, supongo, otras cosas más, charlo con él a veces, del tiempo o el partido hasta hace unos días, en que me comenta de la nueva iglesia a inaugurar, la Iglesia Universal del Reino de Dios o algo así, nombre rimbombante si los hay, y le pregunto oficiando de periodista de Nacho Alvarez, que opina de eso

Su respuesta me dejo sin palabras, modestamente me dijo que él pensaba concurrir, que gracias a ellos salió de la droga, que tienen casa y familia, y, además, que él no pone un peso, que esta repuesto y me pareció bien, nada que decir, ningún videíto que mostrarle, no era interesante ni necesario intentar demostrarle su error, eso hubiera significado mi error, si para el vale, está bien

 Esto viene a cuento por el intento, frustrado y casi violento, que protagonizo un periodista del programa SANTO Y SEÑA, en que el hombre intentaba develar el engaño mostrando, a quien quisiera verlo, un video en el que el numero uno de esa iglesia cuenta dinero, producto de las ofrendas, y esto en la puerta de la Iglesia que acababan de inaugurar, ese domingo, y con las personas saliendo del encuentro

Esto, además de inútil, me pareció violento e innecesario, está claro que esa gente no necesita conocer esa realidad y lo que empecinadamente intentaba el periodista era, en definitiva, pincharles el globo, arruinarles la fiesta y el domingo, sin mencionar, además, arruinarles su fe

Se dijo mucha cosa en el programa mencionado, un poco sensacionalista y, a pesar de cierto rigor periodístico que intentan demostrar de alguna cosita se han olvidado

Se trata de un asunto más viejo que el mundo y de nada vale intentar alumbrar a algunos, la marea lleva y las matemáticas tienen mucho que ver, mas allá de las declaraciones de pedidos de miles de dólares de una pobre mujer, para librar del cáncer a su marido, esta iglesia no necesita desplumar a uno solo y explico porque

Al igual que el cuidacoches de mi cuadra este negocio consiste en otra cosa, este y muchos pueden ir y ofrendar lo que quieran o puedan, de ahí que se denuncie que no es verdad lo que dicen los periodistas, y tienen razón, la iglesia no necesita eso, el negocio de la fe consiste en otra cosa, se trata de números, de muchos números y de muchas personas, las cuales tienen diferente poder económico, por eso su búsqueda es de masas, saben que las grandes construcciones cautivan, lo saben la iglesia católica desde hace siglos, la magnificencia de las iglesias, su altura, en épocas en que dos pisos eran desconocidos, elevaban a todo el que entrara un poco más al cielo, por ende, a Dios

Y, saben además que existirá competencia, solo es necesario ayudarlos a comprender esto, comentarles rápidamente que una ofrenda mejor lo acercara más a su pedido, el resto viene solo, trabaja solo, conviven el que no pone un peso con el que se rasca el bolsillo para ofrendar, y quien lo obliga, nadie, solo su fe

Es un negocio, sí que lo es, es ilegal, bueno supongo que alguien deberá determinar si lavan dinero, pero el negocio de la fe no es nuevo, la gente necesita creer en algo, esta gente lo ofrece a un costo módico, dijera una señora que, en plena escalinata de la iglesia le soltó al periodista, prefiero donar algo acá y no gastarlo en cigarros o drogas

Pero también la iglesia católica pedía un diezmo y a nadie le parecía mal, solo que en lugar de enriquecer a un señor brasilero enriqueció a la curia romana hasta transformarla en un poder mundial, siglos pasaron, las modas cambiaron y otros descubrieron el negocio, la iglesia católica perdió moda, el destino final de quien se llena los bolsillos también, ¿Qué hay de nuevo?  

Ver para creer, y aprender también.-