Uruguay: click para actualizar
Una crónica del camino hacia un país que se amiga con la tecnología.

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Conectividad

03.05.2012 00:56

Muchas veces en este blog usamos estadísticas comparativas para tratar de hacerse una idea de la situación del país en temas de tecnología frente al resto del mundo. Por razones bastante obvias, es normal encontrar en los primeros puestos de esos índices a países europeos donde no sólo hay una mayor inversión en infraestructura, sino un desarrollo que lleva más tiempo y hasta con un involucramiento más importante de parte de los gobiernos.

Sin embargo los índices están limitados a medir y comparar en términos sumamente generales, por lo que no son buenos para describir la experiencia de uso, ni las diferencias que se generan a través de costumbres y hasta leyes que afectan profundamente cómo, dónde, cuánto y cuándo se usa la web.

En el artículo de hoy quiero aprovechar un viaje reciente para tratar de mostrar -desde una perspectiva completamente personal y una experiencia limitada, aclaro- las diferencias que encontré entre la conectividad local y la de algunos países europeos.

Para mi sorpresa, muchas de las cosas que descubrí no reflejan un mayor desarollo en el sentido de un acceso mayor, sino de una regulación mucho más acotada y exigente que restringe seriamente las posibilidades de uso.

Lo primero que llama la atención es un tema bastante familiar para cualquiera que salga de América Latina y que creo hemos llegado a mencionar antes en el blog; el WiFi gratis. Mientras que en Uruguay estamos acostumbrados a encontrarlo en infinidad de lugares, muchísimas veces sin siquiera obligarnos a consumir a cambio del acceso, la conectividad pública en el mundo desarrollado es algo completamente diferente. En primer lugar, casi ninguna red está abierta (sin contraseña) y tanto las que están como las que no, hacen pasar al usuario por un portal antes de permitirle navegar que exige datos personales (nombre, apellido, dirección, correo, etc.).

Esto resulta en primer lugar molesto, de la misma forma que molesta cuando nos conectamos a una red WiFi gratis de Antel que pide un usuario y contraseña que no sirven para nada (por si no lo sabían el usuario es "antel" y la contraseña "wifi"). Pero mientras que en nuestro caso es pura burocracia digital, las redes europeas registran nuestros datos y actividades y en la mayoría de los casos incluyen entre las bases y condiciones el uso de esos datos para fines comerciales (spam, como quien dice). En esto influyen enormemente las legilaciones anti-piratería que colocan la responsabilidad de lo que se haga con una red en el que la provee. Si yo me conecto al wifi de un Starbucks y me pirateo un tema, es el local el responsable. Por esa razón me obligan a dar todos mis datos, filtrar los contenidos a los que puedo acceder y registrar todos y cada uno de mis movimientos. Resumiendo, en el mejor de los casos puedo tener un acceso restringido y controlado a Internet sin pagar por el servicio, pero seguro que consumiendo.

Eso nos lleva al segundo punto que noté; la conectividad se vive como un bien transable, más que como algo que no se le niega a nadie. Personalmente tengo la teoría de que en Uruguay el WiFi público vino asociado al Plan Ceibal, lo que ayudó a crear esa idea de que -como un vaso de agua- es algo que no se le niega a nadie. Cosa reforzada aún más por el plan Universal Hogares. Pero parece que esa no es la norma. Pululan en aeropuertos, shoppings, hoteles y todo tipo de locales redes pagas de WiFi. Para ser más claros, los hoteles cobran el WiFi como un servicio aparte. Capaz que es por costumbre pero con el modelo mental que tengo del uso de Wifi acá, eso es como si me dijeran que el hotel cobra aparte por usar las toallas.

Hasta este punto se me puede tratar de exagerado, sobretodo porque son disposiciones legales las que de una manera u otra fuerzan a algunas de esas medidas (aunque hay quienes saben solucionarlas más elegantemente como el wifi abierto de las Apple Store que tiene un buen firewall en lugar de obligarme a registrar mis datos). Sin embargo, con gran asombro descubrí que ese tipo de situaciones se dan inclusive en conexiones privadas.

El hecho es que contraté en distintos países chips con planes de datos para poder tener conectividad y menuda fue la sorpresa cuando en Inglaterra me encuentro que al querer entrar a un sitio, me aparece en cambio un cartel del operador anunciando que el mismo puede tener contenido para adultos, por lo que debía registrarme para demostrar mi edad. A ver si nos entendemos; un plan de datos que contraté firmando un documento y con mi número de pasaporte (ergo, la empresa ya sabe que soy adulto) lo primero que hace es decidir a qué sitios puedo o no navegar y por si fuera poco me pide que lo compruebe pagando (una libra) con la tarjeta de crédito que -por mi comodidad, ejem, ejem- ellos se van a quedar, cosa de poder cargarme a ella cualquier consumo que quiera hacer.

La cereza de esa torta de hipocrecía es que en la misma página donde muy puritanamente se preocupaban porque mis pobres pupilas no se vayan a exponer a contenido inapropiado, la empresa telefónica promocionaba todas sus opciones de contenido para adultos pago que -adivinaron- podía contratar rápida y cómodamente con el número de tarjeta que pretendían que les diera. En una sola maniobra el proveedor estaba violando la neutralidad en la red tanto para el contenido al que yo podía acceder como para favorecer sus propios productos contra otros de acceso gratuito. Una joyita.

Más allá de eso está lo que creo que más envidiamos a los países desarollados que son las infraestructuras de alta velocidad. Lamentablemente, por mucho de lo que les contaba antes, mi experiencia personal se limitó a redes 3G que a pesar de probar con SpeedTest para ver que daban velocidades superiores a las locales (4Mb) no demostraron en el uso cotidiano una diferencia sustancial. De hecho, me llamó poderosamente la atención la pésima calidad de la señal de los celulares en el interior de casas y locales a lo largo de Europa, con distintas operadoras.

No tuve oportunidad de probar conexiones fijas pero sí de hablar con uruguayos viviendo en europa cuyo testimonio fue que no eran exactamente la panacea, y que tenían por esos lares los mismos reclamos que hacían cuando estaban por acá. No me animo a afirmar demasiado en ese tema, no sea cosa que como cantaba Jaime Roos en "Los Olímpicos" se olvidaran de "las que pasaban antes de irse para allá".

A modo de resumen general, quedé bastante convencido de que la conectividad es un concepto que no se limita a la velocidad ofrecida por un proveedor o a las opciones de tecnología para conectarse. Me cuesta mucho disociarla de la libertad de acceder cuando y como quiera a la red, sin filtros, bloqueos o la amenaza permanente de las consecuencias de mis actos. Honestamente espero que ese camino no sea el único camino hacia el mundo desarrollado y me gustaría que sepamos apreciar que con las muchas falencias y pendientes que tiene Uruguay en materia de conectividad, también tenemos cosas muy buenas. Espero también que los usuarios y el sistema político no se queden de brazos cruzados esperando y se tomen acciones para proteger eso como aprobar una ley seria de neutralidad en la red o no caer en la trampa de jugarle el partido a los defensores del copyright a costo de los usuarios.




10.01.2012 02:56

Ayer se presentó en el "Consumer Electronics Show" (más conocido como "CES") en la ciudad de Las Vegas, la muy esperada tableta XO o XO 3.0. Ésta viene a sustituir las famosas "Ceibalitas" que hoy forman parte del paisaje cotidiano con el agregado de que además del entorno Sugar de las XO, podrán correr también Android (la plataforma usada por la enorme mayoría de los tablets hoy).

No va a pasar demasiado tiempo antes de que lleguen a Uruguay, entregándose a los alumnos de primaria y esta vez no hay excusa: el Plan Ceibal lleva cuatro años y conocemos sus resultados y posibilidades así que la llegada de cientos de miles de tablets no puede agarrar desprevenido a nadie.

Todo esto viene a cuento porque en Uruguay muchas veces las empresas y los tomadores de decisiones en general se amparan en ese concepto -erróneo a mi entender- de que acá las cosas llegan tarde para no innovar o adoptar nuevas tecnologías. Un clarísimo ejemplo de esto se da con los libros electrónicos, donde a pesar de no haber cifras oficiales de penetración, basta con saber que las XO hacen las veces de lector para calcular que tenemos un porcentaje enorme de la población con acceso a los mismos.

La diferencia entre una notebook (o netbook) y una tableta es importante. La última se adapta a más situaciones y se puede usar en más lugares. No requiere apoyo y se puede leer o escribir en posiciones super cómodas como estando acostado o con poco espacio como en el asiento de un ómnibus. Esto implica que los usuarios pueden hacer más con las tabletas (lo mismo corre para los smartphones cada vez más populares) pero aún no es suficiente la oferta para sacarle provecho a las mismas.

Hay varios espacios donde se da esto. voy a tratar de ilustrarlos con algunos ejemplos.

Lo que posiblemente sea lo más obvio son los sitios web. La discusión "Flash si - Flash no" ya está zanjada; Adobe no va a desarrollar más Flash móvil por lo que no hay incertidumbre en ese ámbito. Hay sitios que necesitan visualizarse correctamente en móviles porque de ese tipo de dispositivos son consultados diariamente. El jueves tuve la pésima idea de tomarme un ómnibus desde tres cruces donde descubrí un ejemplo clarísimo de esto. No solo es una página parcialmente hecha en Flash, sino que no tiene una opción fundamental como la de ver el tablón de salidas (cosa que tiene cualquier sitio web de un aeropuerto). Lo que ví el jueves fue una masa de personas apretadas frente a las pantallas de la terminal -que dicho sea de paso, son inentendibles- y amontonadas junto a la puerta trancando el paso para ver otras pantallas más pequeñas. Yo no digo que se elimine el problema con una web mejor pero se le da la opción a quien la use de no sufrir eso. Ni hablar de ideas no-tan-disparatadas como buscar tu coche (o sacarle una foto al ticket) y que te avise una alarma o SMS si hay cambios de horario.

Otro terreno son las aplicaciones (nativas o web), aunque es discutible si web y "app" no son en el fondo lo mismo. Para este artículo vamos a tomarlas por separado, aunque vamos a pensar en aplicaciones creadas para un lugar físico en particular. El tema lo conversamos antes mencionando a las redes de contenido que presentó Starbucks hace un tiempo. Se trata de aplicaciones creadas específicamente para un local o lugar. Pensemos por ejemplo en Tienda Inglesa y sus pantallas donde dice qué número se está llamando en la fiambrería, carnicería y panadería. ¿Porqué no puedo acceder desde mi teléfono o tablet a esa lista o inclusive recibir una alerta tres números antes? O pensemos en un ejemplo más útil; el Banco República de Montevideo Shopping que tiene esperas de horas, ¿porqué no me permite salir a pasear por el shopping y avisarme por SMS cuando se acerque mi turno? De la misma forma podría ver en mi tableta el tiempo de espera promedio para las distintas operaciones, cúanto me falta, etc. Claro, tendría que ser desde afuera del banco porque en Uruguay no podemos ni siquiera tocar un celular en ningún lugar donde haya cajas...

Hay otra enorme dimensión que es la de agregar información contextual a las cosas. El Museo Nacional de Artes Visuales por ejemplo, desarrolló un lector de códigos QR para XO que permite a estudiantes ver más información de las obras en su Ceibalita. Más allá de si es un QR el medio o no, ¿cuántas cosas podrían llevar "metadatos" que se accedan por una tableta o teléfono? Podemos pensar en audioguías para los monumentos, información completa (y actualizada en tiempo real) de las líneas de ómnibus en una parada y un extensísimo etcétera.

Aunque esto son sólo un par de puntas de un tema mucho más amplio, lo que es claro es que no podemos seguir evitando una realidad inminente que es la ubicuidad; la conexión desde dispositivos crecientemente móviles y conectados que hacen que cosas como sentarse en un lugar simplemente a esperar que pase algo pierdan sentido. Las empresas que entiendan este concepto no sólo van a dar un servicio innovador a sus clientes, van a hacerles ganar tiempo -lo que para mí es respetarlos- y recibir el aprecio y fidelidad correspondientes.




29.11.2011 14:52

El 24 de noviembre, en el marco del IV Encuentro de Gobierno Electrónico organizado por AGESIC, se presentaron los resultados de la segunda encuesta de usos TIC. Esta información se desprende de una serie de preguntas que AGESIC acordó agregar a la Encuesta Continua de Hogares del INE y de ella se desprenden datos sobre cómo los ciudadanos hacen uso de las tecnologias, más allá de las cifras que solemos escuchar como penetración o porcentajes con respecto a la población que no reflejan la realidad.

Hay buenas y malas noticias en esas cifras -depende de cómo se lean, claro- y voy a tratar de detenerme en algunas de las que me parecieron más importantes. Los datos están disponibles en la web del INE como Datos Abiertos (así que pueden hacer el análisis que les plazca de ellas) pero lamentablemente la presentación que se hizo en el evento (con gráficas) no está para descargar, por lo que nos tendremos que conformar con la nota de prensa y las fotos que pude sacar en el evento.

Empecemos por la tenencia de PC en el hogar, donde Uruguay queda a la cabeza de América Latina con un 59,1%. Esta cifra no incluye a los que acceden a PC en otros lugares que no sean el hogar (trabajo, cyber, etc.). Obviamente se confirma lo que ya reflejaban las cifras del año anterior sobre la influencia del Plan Ceibal que ha tenido enorme éxito en achicar la brecha de acceso tanto entre el quintil más rico y el más pobre de la poblacion, como entre el Interior y Montevideo.

La cantidad de personas que usó una PC alguna vez (indistintamente de dónde), asciende al 71%.

Por otro lado, está el acceso a Internet desde el hogar, que se ubica en un 45% por cantidad de hogares y en un 49% por la cantidad de personas en esos hogares (contando el acceso fuera del hogar la cifra sube a 65%). El 73% de las conexiones son de banda ancha fija y otro 32% por 3G.

¿Porqué 1/6 de los hogares con PC no se conectan a la web? Los motivos más comunes son: costos con 52,6% de las respuestas y desinterés con 47,3%. Ahí empiezan a emerger los datos preocupantes.

Por un lado está el tema del costo que -vale aclarar- se preguntó antes de que existiera el plan Universal Hogares (que da conectividad gratuita). En la encuesta del año que viene descubriremos si el motivo "costos" era real. En mi experiencia en publicidad, muchísimas veces he visto investigaciones donde el precio se usa como la primera variable pero a la hora de la verdad un cambio de precio no se refleja en las acciones de los consumidores.

Lo que me asusta más sin embargo es cuando vemos que existe gente con posibilidad de acceso pero que sin embargo no logra imaginar las ventajas de la conectividad (ese 47,3% de desinterés). Esto implica una responsabilidad del Estado y de todos los proveedores de servicios para brindar más y mejores servicios y también para comunicarlos e impulsarlos. Un ejemplo con el que yo soy bastante pesado es el de pagar las cuentas en línea, cosa que puede hacer cualquiera que tenga una cuenta en un banco ahora mismo. Se necesita acción afirmativa para dar impulso a que la gente use la web, visualice ventajas y las obtenga realmente.

Algo similar se da con el acceso a PC donde costos tiene el 57,5% de las respuestas y desinterés el 52,6%. En este caso el argumento de costos tiene un asidero más significativo pero el de desinteres es igual de preocupante.

Otro dato que no es sorpresivo pero igual debería procuparnos es que el acceso a Internet es discriminatorio por edad, sexo y nivel educativo. Mientras que la edad es algo bastante entendible y en lo del nivel educativo podemos apostarle unas fichas al futuro gracias a Ceibal, no hay justificación alguna para que las mujeres accedan menos a PC o Internet que los hombres.

Sobre celulares no me voy a detener mucho porque -increíblemente- de dijo poco más que hay un 80% de personas que lo usan. En los datos crudos hay información valiosísima como cuánta gente se conecta a Internet o manda mails desde el celular pero no he podido analizar esa información (dicho sea de paso, agradezco ayuda para saber en qué abrir los archivos ".SAV" que dejó el INE para descargar).

Hablemos ahora del uso de internet. 55% de los usuarios accede todos los días lo cual es un avance (gracias a vos, Facebook) y éste es el "top 7" de actividades:

  • Correo 76,6%
  • Descargar o ver media 70,7%
  • Chatear 62%
  • Redes sociales 57,6%
  • Estudiar 57,3%
  • Información sobre bienes y servicios 57,2%
  • Noticias 56,6%
El destaque de los últimos dos es mío porque me alegra enormemente ver en más de la mitad de los usuarios actividades para informarse. Eso es usar Internet como herramienta "emancipadora", formadora de opinión, de ciudadanos más informados y consumidores más inteligentes.

Por último quiero hablar de dos usos bien diferentes pero que tienen un mismo problema cultural; Comercio Electrónico y Gobierno Electrónico.

Miren lo que es la diferencia entre "compra o venta con intervención electrónica" (columna azul) y "compra o venta con transacción electrónica" (en naranja). En Uruguay hay muchísimo comercio electrónico, casi 25% de los internautas han hecho alguna compraventa a través de la web. Lo que soportan estos datos es lo que decíamos hace unas semanas en el artículo "Dejame pagar" sobre el problema de los pagos en línea. Parte se explica por falta de buenos métodos de pago y otra parte -la que debería asustar- se debe a miedos o simplemente costumbres que hay gente que no se interesa en cambiar.

Con el gobierno electrónico pasa algo similar ya que mucha gente tiene contacto con el gobierno y sus servicios a través de la web:

  • 42,9% visitó sitios del Estado
  • 38,9% busco información sobre trámites, leyes o similares
  • 25,7% descargó archivos o formularios públicos
  • 15,2% envió correos a funcionarios
Lo deprimente viene cuando se le pregunta a la gente porqué no hace uso de estos medios y las primeras tres razones son:
  • 71,6% prefiere realizarlos presonalemente
  • 52,5% por seguridad y/o protección
  • 33,6% no sabía que podían realizarse

El primer dato es el más llamativo y el que no me puedo sacar de la cabeza. En un país donde el "empleado público" tiene una mala fama digna de infinitos cuplés de murga y sketches de televisión, ¿es posible que la gente prefiera hacer los trámites en persona? De hecho, haciendo un poco de memoria recuerdo la que se armó cuando el BPS quiso empezar a pagar por cajero en vez de tener miles de jubilados haciendo cola en la puerta. En aquella instancia se excusaba el pedido bajo el criterio -que no comparto- de que "eran viejos" y la fila del BPS era un evento social. En este caso hablamos de mucha gente que básicamente prefiere ir a hacer fila y quejarse con el que le sigue en la cola de lo lento que es hacer el tramite, en vez de hacerlo desde su casa.

Acá se demuestra que hay una importantísima barrera que vá más allá del acceso, la conectividad, la velocidad del ancho de banda o la usabilidad de los sitios del estado. El argumento número uno de los servicios web del estado en todo el mundo es evitar el desplazamiento del ciudadano pero parece que los ciudadanos de la República Oriental del Uruguay son un poco masoquistas.

 




15.11.2011 03:58

Las operadoras de celulares del país están dando los primeros pasos para la implantación de la tecnología de cuarta generación o 4G. Una tecnología que implica mayores velocidades de transmisión de datos y -aparentemente- una serie de riñas entre las empresas de telecomunicaciones.

Si nos guiamos por la historia, no va a ser una transición pacífica. Cuando el 3G llegó a Uruguay fue Antel la primera empresa en probarlo, pero Movistar se adelantó en ofrecerlo comercialmente. Por si fuera poco, esta segunda salió con la estrategia de llamar a su producto 3.5G en un intento de aprecer como superior al que Antel lanzaría como 3G, cosa a la que la estatal respondió buscando un obscuro recoveco de las especificaciones para llamarle a su lanzamiento 3.75G. Claro (por aquel entonces CTI) llegó más tarde pero con la premisa de ofrecer la "mejor cobertura 3G en todo el país", hecho disputado por ambos contrincantes. Las relaciones a partir de entonces no fueron demasiado floridas tampoco.

Hoy la situación es que Antel nuevamente es el primero en realizar pruebas (comenzó en abril y a esta altura se dan por terminadas y exitosas) y de Movistar no se ha sabido nada pero no hay que olvidarse que las empresas internacionales tienen recursos y "know how" del exterior, por lo que no requieren el mismo nivel de aprendizaje y prueba que Antel. Claro por su parte parece que va a usar una redefinición reciente de estándares para llamarle 4G a la tecnología HSDPA+. No importa si no saben qué es eso último, la discusión va a estar en que lo que Claro pretendería llamar 4G no es "verdadero" 4G como el LTE con el que hoy está trabajando Antel.

A todo esto se le suma algo muy importante. Si bien ya tiene un peso importantísimo la transmisión de datos dentro del negocio de las operadoras telefónicas (los datos de junio de la URSEC indican unas 600.000 líneas de Banda Ancha Móvil) la tecnología 4G promete ofrecer velocidades competitivas con los mejores ADSL disponibles (no fibra, aclaro) por lo que el negocio se va a poner mucho, pero mucho más jugoso. Básicamente, con la llegada de la tecnología de cuarta generación la red de cobre de Antel se vuelve menos significativa en el mercado, dándole ventaja a los operadores privados. No es casual tampoco que por esta época la empresa estatal esté apostando fuertemente a actualizar la infraestructura de la "última milla" a fibra óptica.

Y por si esto fuera poco, también tenemos la transición de TV analógica a digital. Aunque intuitivamente no parece tener nada que ver, la TV analógica hoy ocupa bandas de frecuencias muy bajas (700 y 800Mhz). Las ondas, como el sonido (de hecho son la misma cosa), se miden por la distancia entre los picos de la onda y la cantidad de vibraciones por segundo (Hz). Las empresas de telecomunicaciones, venderían a su madre (si la tuvieran) por conseguir bandas lo más bajas posibles para la transmisión.

¿Por qué? La mejor analogía posible es con los sonidos graves y agudos. Si uno está en una fiesta y una banda toca en vivo, todos los instrumentos se escuchan más o menos al mismo volumen. A corta distancia, la energía de las ondas no varía como para notar diferencias. ¿Pero que escuchamos si nos alejamos de la fiesta? Se escucha el bombo de la batería y el bajo. Las frecuencias bajas tienen más energía y viajan más lejos, lo que -volviendo a las telecomunicaciones- implica que el operador con la frecuencia más baja va a poder transmitir más lejos con los mismos tipos de equipo, dando un mejor servicio y posiblemente con menos torres.

Por esa razón Antel ya le solicitó a la URSEC la banda de 700Mhz para lanzar 4G en Punta del Este durante el verano. Por la misma razón, Movistar y Claro pusieron el grito en el cielo y expresaron interés por explotar la banda, presionando a la URSEC para que no la pueda entregar sin licitación, e impulsados por una resolución similar a favor de Movistar que se dió por una cesión de banda similar para servicios rurales, que fue recientemente revocada.

Aunque no está muy claro qué va a pasar, lo seguro es que se vienen tiempos revueltos. Me voy a permitir por eso hacer una sugerencia; de acá a 2013, duden de todo lo que prometan las empresas de celulares. Averiguen, consulten, pregunten y duden. Parece que otra vez viene la temporada de gato por liebre.

[actualización]

Como decíamos en el artículo, Claro ya presentó su "falso 4G". En la gacetilla de prensa explican hasta de canto que según la flaxibilización de la definición el HSDPA+ es 4G pero la verdad que es una lástima que el primer acercamiento al público de la cuarta generación sea con una verdad a medias.




26.07.2011 04:26

Hace un tiempo publicaba en este espacio un artículo llamado "Laica gratuita y obligatoria", donde hablábamos de la Neutralidad en la Red. Un concepto que implica que los proveedores de servicios de conectividad, no podrán filtrar ni privilegiar ningún tipo de tráfico sobre otro, aún si no es conveniente para sus intereses comerciales.

Este tema está sumamente en boga alrededor del mundo, sobretodo gracias a una extensa discusión parlamentaria e idas y vueltas legales en Estados Unidos al respecto. Más allá de lo que pase allí, es considerado por muchos -entre los que me incluyo- como una piedra fundamental para mantener a Internet como un terreno de libertad e innovación, tal como lo soñaron sus creadores. No es casual que al día de hoy dos de los que abogan por esta neutralidad sean Tim Berners-Lee Vinton Cerf (considerados "padres" de la web).

Aunque la discusión es global, la acción concreta es aún limitada. El único pais en el mundo que cuenta hoy con una ley de Neutralidad en la Red es Chile, ganándole de mano a las democracias que abrazan los temas tecnológicos como Finlandia y Suecia. Ni hablar de Suiza, que parece que para esto todavía no es tan neutral como su fama.

El camino no fue sencillo tampoco. La existencia de esta ley responde a que los proveedores de Internet chilenos estaban haciendo importantes intervenciones en el tráfico de sus redes (o "traffic shaping", que en la mayoría de los casos lo que hace es degradar la velocidad de las redes P2P). Esto motivó una fuerte manifestación popular a favor de la Neutralidad en la Red, que tuvo la buena fortuna (o la visión) de coincidir con una reforma macro de la legislación de telecomunicaciones.

De esa experiencia chilena estuvo hablando ayer en Uruguay el subsecretario de Telecomunicaciones de Chile, Jorge Atton. El evento se llamó "Neutralidad en la red. Opiniones, tendencias, desafíos" y se realizó en el IMPO (por estos días, más conocido como "el edificio que tiene la pantalla frente a la explanada de la Intendencia").

A pesar de "promover el debate sobre la Neutralidad en la Red", como titula el portal de presidencia, esto no implica necesariamente un proceso que lleve a una ley de estas características para Uruguay. El mismo artículo publicado aclara:

"José Clastornik, director de AGESIC, aclaró que este debate no implica que exista un interés por parte del Gobierno de establecer este tipo de políticas".

Aunque Uruguay no parece tener demasiados problemas en este tipo de cosas, nunca está de mas prevenir en lugar de curar. Por un lado porque en lo que es ADSL móvil llegó a haber un par de casos de filtrado de BitTorrent y por otro porque el mayor proveedor del país es Antel y por ahora todo lindo y neutral pero si cualquier día se da vuelta la tortilla, pasa a afectar prácticamente a todos los usuarios del país. Ese riesgo no es poca cosa.

Es muy difícil movilizar cuando "el problema" no está pero espero que algún político levante la punta tirada por AGESIC. Ojalá nunca necesitemos una ley de Neutralidad en la Red pero con las mismas ganas, me encantaría tener una.

 

 




04.05.2011 03:15

El artículo de hoy se atrasó un día para poder analizar algunos de los datos brindados por el Perfil del Internauta Uruguayo que llega a su 8va edición con los datos del año 2010.

Estando disponible para descargar, no pretendo con este artículo repetir lo que allí se muestra. La intención es en este caso, tratar de buscar algunas tendencias que no necesariamente se abordan de forma explícita en los resultados del informe y que me parecen relevantes.
Una aclaración antes de empezar: todos estos datos surgen de declaraciones de los encuestados, por ende hay un margen de error que no es sólo estadístico sino humano (preguntas mal comprendidas o vagas, respuestas sesgadas por recordación o pudor, etc.).

¿Qué pasa con la brecha digital?
Uno de los principales objetivos del Plan Ceibal era atacar este problema, aunque nos hemos olvidado un poco de él últimamente. ¿Dio resultado? Creo que se podría decir que sí con seguridad, ya que hay cifras que demuestran que la posesión de PC entre los hogares de menos recursos, se acerca paulatinamente al promedio de todos los hogares.
  • En 2008 el 27% de hogares de nivel socioeconómico (NSE) bajo tiene PC, comparado a un 50% cuando se consideran hogares de todos los NSE.
  • Dos años después, en 201049% de los hogares de NSE bajo tienen PC, en comparación con el 74% considerando a todos los NSE.
Específicamente hablando de la brecha entre los más ricos y los más pobres, los avances también son significativos.
  • En 2008 teníamos 27% de hogares de NSE bajo con PC, contra 92% de hogares con PC en el NSE alto (65 puntos porcentuales de diferencia).
  • En 2010, esas cifras pasan a 49% para el NSE bajo y 98% para el alto (49 puntos porcentuales de diferencia).
Datos: diapositiva 6

Conectividad
Más allá de quienes tienen computadora, los usuarios de Internet en Uruguay representan al 61% de la población (incluyendo a menores de 12 años). La distribución por edades y NSE es la intuitiva (cuanto más joven y rico, mayor afinidad). El rango de 12 a 19 años tiene una penetración de 94%. Siendo la primera vez que un grupo etario supera el 90%, me animaría a declararla como la primera "verdadera" generación de nativos digitales del país. En ese mismo ámbito, sorprende que 17% de los menores de 5 años usan Internet.
Todo eso no significa que las cifras sean insignificantes en el resto de los grupos. A modo de ejemplo, la penetración en el NSE bajo exclusivamente es de 41%, la misma cifra que la penetración entre personas de 50 a 65 años. Muchas de esas personas están comprendidas entre los 75.000 adultos que empezaron a usar computadoras, a partir del contacto con las XO del Plan Ceibal.
12 a 19: 94% (15)
A nivel de exposición en cantidad de horas, el promedio es de 1,2 horas por día (comparado con 3,4 horas de televisión*). Vale recordar en este punto de vuelta que estamos hablando de la cantidad de horas que la gente dice estar en Internet -en mi experiencia, se suele minimizar-, contra un dato de TV obtenido por sistemas de medición. 

Datos: diapositivas 17, 15, 18, 27
* Dato de 2009 extraído de aquí, si alguien tiene uno más nuevo, se agradece.

La movilidad y la ubicuidad ganan terreno
De los hogares con PC, un 29% tiene notebook y un 39% tiene XO. Cuando sumamos esas cifras (teniendo en cuenta que algunos de los hogares tienen ambas máquinas), llegamos a que un 63% de los hogares tienen al menos una PC portátil e inalámbrica, sea laptop o XO.
Esta tendencia se acentúa, ya que de todas las personas que piensan comprar una PC, 52% declara que comprará una portable.
En lo que respecta a la conectividad de esas máquinas, el crecimeinto de la banda ancha móvil es un claro indicador, arrojando la investigación que cuenta por el 33% de todas las conexiones a Internet. En el mismo sentido, 36% de las personas con celular declaran poder conectarse a Internet desde el móvil, auqnue sólo 13% declara usarlo. Para explicar esa brecha, mi sospecha está en la formulación de la pregunta. "¿Tiene acceso a Internet desde ese celular?" puede interpretarse como una pregunta sobre las capacidades técnicas del aparato, no de la existencia de un plan de datos.
Es una lástima que no se haya preguntado sobre la presencia de tablets en el hogar -aún siendo un fenómeno incipiente en 2010- porque nos hubiese dado un vistazo de los "early adopters" de esa tecnología. Las notas del estudio aclaran sin embargo que esa categoría estará en el próximo estudio.

Datos: diapositivas 7, 10, 23, 20, 60

Usos estratégicos
El informe cubre ampliamente los principales usos de la web, así que mi atención va a estar dedicada a los que son fundamentales para una verdadera "soceidad de la información".
No me parece despreciable el 12% de personas que usan Internet para trámites con el estado. Sobretodo considerando que no todo el mundo necesita hacer esos trámites. Irónicamente, es más común esta práctica en Montevideo (14%) -donde está lleno de oficinas gubernamentales- que en el Interior (10%) donde es más complicado de solucionar.
Con el dinero vemos que aumenta un 50% la cantidad de personas que hacen transacciones bancarias, llegando a un 9%. Se vuelve a dar una situación a mi entender contradictoria, donde la práctica es más común en la capital (12%) que en el Interior (6%). La mejor noticia en este sentido es el uso de la tarjeta de crédito para compras por un 24%.
Otra curiosidad es que en este ámbito no son los jóvenes los que llevan la delantera. El grupo de 40 a 49 años tiene un 22% de personas que hicieron trámites con el estado y un 18% que hace transacciones bancarias.

Datos: diapositivas 32, 52

La mentira
Los sitios para adultos sólo son visitados por un 4% de los uruguayos... Antes que Monsegnor Cotugno llame al Vaticano a pedir un bono por productividad, yo diría que esta respuesta es el ejemplo más claro de todo el informe de la peor cara de depender de declaraciones. La mala memoria, las confusiones propias y las malas interprestaciones de preguntas son riesgos importantes pero las mentiras así de alevosas son asesinas.
Honestamente, no puedo creer que hayan mantenido inocentemente esa cifra como un resultado válido sin -por lo menos- comentarlo.

Datos: diapositiva 32

Redes sociales y participación
Facebook, como era de esperarse, es la red elegida por el 98% de los internautas. La sigue muy de lejos Twitter con un 8%, que puede ser poco en comparación con Facebook pero haciendo unos cálculos** se trataría de unas 165.000 personas (contra las últimas estimaciones de 40.000 usuarios).
La interacción con las marcas en redes sociales arroja también datos interesantes. 52% de quienes están en las redes se hacen "fan" de páginas (en estos casos la marca se relaciona con los consumidores en el espíritu de una comunicación "2.0") mientras que sólo el 26% admite hacer click en banners en esas mismas redes (comunicación tradicional en un medio digital). Otra prueba de la necesidad de adaptación de la comunicación a los nuevos paradigmas, no sólo a los medios.
En lo que refiere a interacción más directa, sólo 21% escribe en los muros y un 10% comenta en blogs. No está de más para recordar que quienes lo hacen no son necesariamente voceros que representan a todos los consumidores, sino un perfil de personas particularmente "vocales" (alguien le podría haber comentado eso a GAP).

Datos: diapositivas 40, 41, 43
**Uruguay tiene una población de 3.424.595, de los cuales usan Internet el 61% (2.089.003). De éstos últimos, usa Twitter el 8%: 167.120 personas.


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