Un teatro de sangre
teatro experimental

http://blogs.montevideo.com.uy/begerez |  Agregar a favoritos  | 
Elucubraciones varias

21.02.2007 23:54

El enemigo está acechando, patrullando nuestros movimientos, fichando nuestras reacciones, anotando nuestros bufidos en su libretita color sepia. El enemigo está despierto mientras creemos dormir en paz, gira sobre nuestra cama sin descanso, moviéndose torpemente nos susurra su bajeza. Asienta en sus folios letales cuántos ronquidos y cuántos suspiros   realizamos por noche. No hay momentos de tregua. Observa con un tigre entre los ojos cuando le decimos palabras de ternura a nuestro amor, cuando jugamos con los niños. Él siempre está aguardando, pronto para dar el zarpaso. Mientras tanto nosotros creemos no escuchar, fingimos que todo está bien, que son solo miedos que nos dejó la historia, que el hombre es necesariamente bueno; y nos olvidamos de todo, nos mareamos con tanto atractivo, con tanto brillo,  con tanta imagen que la sociedad nos tiene preparado. Ese es el momento. El asesino se viste de abuelo, de ochentón senil de apariencia huérfana  y nos sigue de atrás. Y sube al ómnibus con nosotros y hasta se sienta a nuestro lado.
El enemigo siempre está. A veces afuera, otras veces dentro. En ocasiones se instala en nuestra propia cabeza y desde allí opera. Y muy de vez en cuando se escabulle por lugares insospechados, para pasar desapercibido, o al menos intentarlo. Pero por más que se disfrace, la diferencia queda a la vista, por más que lo intente, el tufillo defensor del  asesinato se trasluce con cada palabra. Es imposible ocultar tu penumbra.
    Gerardo Begérez




21.02.2007 20:00

Pero qué eufórico te vi, qué desenfreno tenías. Y yo que pensaba que ya no reías o que ya no recordabas cómo hacerlo. Y mirá que te reíste ese día, qué loco.  Y yo que pensaba que la risa era una sola, una vez más te subestimé, una vez más me sorprendiste. Cuánto colorido supiste reunir, cuánto grito. ¿Pero por qué llorabas? De emoción me dijeron. ¿Tanta emoción se puede tener dentro? Me explicaron que la emoción la venís acumulando desde hace años y que es el resultado de una lucha, de una  gran pelea; y parece que vos peleaste mucho y que sufriste más.  Cómo bailaste el otro día, loco. ¿Alguna vez habías salido así a la calle, con esa alegría, con esa esperanza, con tanto color?   Ahora no te rindas, seguila che. Sé que no será fácil, pero cantá, cantá muy fuerte y que tu voz se eleve. Dicen que ahora será un poquito menos difícil, que no te vas a sentir tan solo, que la palabra “dignidad” empezará a resonar por las calles.  Pero vos seguí alegre, eufórico, tal cual lo hiciste el pasado 1º de marzo.



Inicio

Buscar
Buscar en Un teatro de sangre

Sobre mí
Gerardo Begérez Actor de la Institución Teatral El Galpón Montevideo, Uruguay

Categorías

Mis Links

Archivo


Contacto

¿Qué es RSS?