Tome al gato y acúnelo en su brazo izquierdo como si estuviera sosteniendo un bebe.

Coloque el dedo índice y el pulgar de su mano izquierda para aplicar una suave presión sobre las mejillas del minino, mientras sostiene la píldora adentro y permítale cerrar su boca, a los efectos de que el gato la trague.

Levante la píldora del suelo y saque el gato detrás del sofá. Acune al gato en su brazo izquierdo y repita el proceso.

Traiga al gato desde el escritorio y tire la píldora baboseada.

Tome una nueva píldora de la caja, acune al gato en su brazo izquierdo, manteniendo las patas traseras firmemente sujetas con su mano izquierda. Fuerce la apertura de mandíbulas y empuje la píldora dentro de la boca con su dedo medio. Mantenga la boca del gato cerrada y cuente hasta 10.

Saque la píldora de la pecera y el gato de arriba del armario.

Llame a su esposa que está en el jardín para que lo ayude. Arrodíllese en el suelo con el gato firmemente sostenido entre sus rodillas. Mantenga sus patas traseras y delanteras quietas. Ignore los gruñidos que el gato emite. Pídale a su esposa que sostenga la cabeza del gato con una mano, mientras le abre la coca con una regla de madera. Arroje la píldora dentro y frote vigorosamente la garganta del gato.

Desenganche las patas del gato del techo y recuerde reparar la cortina de la ventana por la cual se trepo. Barra cuidadosamente los trozos de las figuras de porcelana que se partieron y póngalos aparte para pegarlos luego.

Envuelva al gato con una toalla grande y pídale a su esposa que lo mantenga estirado, con solo la cabeza visible. Ponga la píldora en una pajita de gaseosa. Abra la boca del gato con un lápiz y ponga un extremo de la pajita en la boca del gato y el otro en la suya. SOPLE.

Verifique en la caja para asegurarse que la píldora que se acaba de tragar no es dañina para seres humanos... (el gato soplo primero).

Beba un vaso de agua para recuperar el sentido del gusto. Aplique curitas a los brazos de su esposa y limpie la sangre de la alfombra con agua fría y jabón. Traiga al gato del tejado del vecino.

Tome otra píldora.

Ponga el gato en el armario y cierre la puerta en su cuello, dejando solo la cabeza fuera del mismo. Fuerce la apertura de la boca con un cucharón. Arroje la píldora dentro de la boca con una bandita elástica.

Vaya al garaje a buscar un destornillador para volver a colocar la puerta del armario en sus bisagras. Aplíquese compresas frías en la cara y verifique cuando fue su última dosis de vacuna antitetánica. Llame a los bomberos para bajar al gato del árbol de la calle de enfrente. Discúlpese con su vecino que acaba de estrellarse contra la reja tratando de escapar del gato furioso.

Tome la ultima píldora de la caja. Ate lo firmemente a la pata de la mesa de la cocina. Mantenga la boca del gato abierta con una pequeña palanca. Ponga la píldora en la boca seguida de un trozo de carne. Mantenga la cabeza vertical y vierta un litro de agua a través de la garganta para que el gato trague la píldora.

Haga que su esposa lo lleve a la sala de emergencias.

Siéntese tranquilo mientras el doctor le venda los dedos y la frente, y le saca la píldora del ojo.

En el camino a casa deténgase en una mueblería para comprar una mesa de cocina y luego visite una inmobiliaria para comprar una casa nueva.

Por ultimo,,, llame a su veterinario para saber si tiene a la venta algun perrito.

Lo espantó pero el perro volvió enseguida. Nuevamente intentaba espantarlo cuando se dio cuenta de que el perro traía una nota en el hocico.

Tomó la nota y leyó: ¿Podría mandarme 12 chorizos, cuatro morcillas y dos kilos de cuadril, por favor?

El carnicero vio que el perro también traía en su hocico un billete de $ 1.000... Así que tomó el dinero y metió las morcillas, los chorizos y el cuadril en una bolsa que, junto con el cambio, le puso al perro en el hocico.

El carnicero estaba muy impresionado, y como ya era hora de cerrar el negocio, decidió seguir al perro que comenzó a bajar por la calle con la bolsa en su hocico.

Cuando llegó a un cruce, depositó la bolsa en la acera, espero pacientemente a que cambiara la luz del semaforo y cuando tuvo frente a la luz verde, continuo su camino hasta una parada de omnibuis, mientras el asombrado carnicero lo seguía de cerca.

En la parada, el perro se sentó en la acera a esperar por su autobús.

Cuando llegó uno que resultó no ser el suyo, siguió esperando por el correcto.

Llegó entonces otro omnibus. El perro lo miró, y, al darse cuenta de que era el correcto, entró en él por la puerta trasera, para que no lo viera el conductor.

El carnicero, boquiabierto, lo siguió.

De repente el perro se alzó sobre sus patas traseras, y tocó el timbre de parada, y siempre con la bolsa en el hocico.

Cuando el autobús paró, el perro se bajó, y también el carnicero, y ambos se fueron caminando por la calle hasta que el perro se detuvo en una casa, puso la bolsa en la acera, y, retirándose un poco, corrió y se lanzó contra la puerta.

Hizo esto varias veces, pero nadie abrió la puerta.

Entonces el perro rodeó la casa, saltó una cerca, fue hasta una ventana y, con su cabeza, golpeó varias veces en el cristal. Regresó entonces a la puerta, que se abrió y apareció un hombre que comenzó a golpear al perro.

El carnicero corrió hasta el hombre gritándole: - ¡Por Dios, amigo! ¿Qué es lo que está haciendo? ¡Su perro es un genio!

El hombre, irritado, respondió:- ¿Un genio?

¡Esta ya es la segunda vez en esta semana que este perro estúpido olvida las llaves!

Moraleja:

Por más bueno que uno pueda ser o actuar en la vida, siempre habrá personas que no se lo sabrán reconocer.

Justo al lado del Cielo hay un lugar llamado Puente del Arco Iris.

La tradición cuenta, que cuando nos vamos de este mundo, pasamos por ese puente, que comunica el acá, con el mas allá. Nuestras mascotas, aquellos que nos han acompañado en parte del trecho en nuestras vidas, también lo cruzan.

Nosotros seguimos hacia adelante. Pero ellos, si alguien que quiso en la tierra aun continua aquí abajo, retrasan su evolución y se quedan en el parque que rodea el Puente del Arco Iris... esperando a su amigo.

En ese parque hay praderas en las que nuestras mascotas pueden jugar y correr.

Todos los animales que estaban enfermos o muy viejos recuperan la salud y el vigor; Aquellos heridos o lisiados vuelven a ser fuertes otra vez.

Los animales son felices, excepto por una pequeña cosa: cada uno extraña aquella persona tan especial que dejaron atrás.

Por eso, entre juego y juego, no dejan de mirar de reojo el puente ..., como esperando.

Todos corren y juegan juntos, pero llega el momento en que uno de ellos de repente se detiene y mira a la distancia.

El brillo en sus ojos es intenso; su cuerpo empieza a estremecerse.

Súbitamente sale del grupo, corriendo por el parque hacia el puente del arco iris... cada vez mas rápido.

Es que ha reconocido a su dueño y cuando finalmente el y su mascota se encuentran, se abrazan, miman, acarician y se miran a los ojos, reconociéndose.

El humano es inundado por lenguetazos, lamidos, saltos, aullidos y corridas.

La mascota vuelve a sentir nuevamente su nombre, las manos de su amo vuelven a acaricias su cabeza..., y de nuevo puede mirar aquellos confiados ojos, que hace tiempo se fueron de su vida, pero nunca estuvieron ausentes en su corazón.

Es entonces cuando cruzan - juntos -, el Puente del Arco Iris...

Mi reflexión y consejo: amigos -Si tienen mascotas es un buen momento para acariciarlos y demostrarles que Uds. también lo quieren mucho.

Si hace tiempo están pensando en tener una. No lo duden mas. Ellos, les aseguro, nos cambian la vida.

Anímense a adoptar uno, pero hágalo responsablemente.

Si están solos, será su gran compañía.

Si tiene chicos, será un amigo a quien siempre recordaran y del cual también aprenderán sus primeras responsabilidades con un ser vivo.

Si la mascota que alguna vez tuvo ya se fue, seguramente estará jugando junto a otras mascotas, jugando en ese parque fabuloso, pero a su vez expectante, mirando de reojo al otro lado del puente, esperándolo. y tenga la seguridad, que cuando Ud. llegue será recibido por el y juntos . Atravesarán el Puente del Arco Iris.