La Piedra Lunar
Ejercicio de Libertad de Conciencia

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26.04.2016 11:32 / Mis artículos

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Habiendo dejado pasar unas cuantas semanas, y dado que el famoso diploma en genética humana dista de aparecer, quisiera hacer unas reflexiones sobre el tema.

La primera refiere a que el emperador está desnudo, por más que los tupamaros se esfuercen en minimizarlo, o enterrarlo debajo de la alfombra de la conspiración de la derecha, Sendic mintió, fue pertinaz en su mentira, y además tuvo la arrogancia de decretar ex manu militare que el tema estaba laudado, cuando la verdad es que dista mucho de estarlo.

Según sus palabras, “nunca dijo ser lo que no era”, pero afirma que hizo una licenciatura de un año con dos de investigación de campo en hospitales.

Eso por cierto no es una licenciatura en ninguna parte del mundo. También dijo que estudió 5 años de medicina, pero los papeles que él mismo aportó a la UDELAR muestran que estudió 4 y llegó al quinto sin cursarlo. Y con notas del montón, sin dejar nada claro las “varias medallas de oro” que declaró haber obtenido en el programa “Sonríe te estamos grabando” (link).

Peor aún, si nunca tramitó su Título, o no puede mostrarlo, eso solamente indica que no lo tiene. Estudiar, y aprobar los programas, es un prerrequisito para la titulación, pero no la titulación per se. Uno solamente adquiere el derecho a reclamar ese estado cuando recibe el diploma, luego de completar los estudios, ya que es el acto de concesión por parte de la institución del rango COMO CONSECUENCIA de esta finalización la que constituye el hecho.

Ejemplificando: si un estudiante de medicina finaliza la curricula pero no tramita su diploma y ejerce, lo hace de manera ilegal, y es pasible de sanciones.

Ahora bien, según los patriarcas del movimiento tupamaro, Topolansky y Mujica, para ser vicepresidente es irrelevante ser o no licenciado, y yo coincido, obviamente. Lo que no es menor, es ser un mentiroso contumaz o un administrador deficiente. Y tampoco es válido como razonamiento anteponer lo primero a lo segundo.

Es falaz, pero aparentemente Mujica tiene vía libre para razonar como quiere sin que el electorado le pase factura.

Con todas estas consideraciones, quiero finalizar con la acusación que el Plenario del Frente Amplio hizo de que todo el tema era una suerte de conjura para minar la carrera política de Sendic. Lo milagroso es que alguien considere que todavía puede tener (como obviamente tiene, mínimo como senador en el futuro) una carrera política luego de este asunto y de haber realizado la conducción más desastrosa que registra la historia de la empresa que le tocó administrar.
Porque es verdad, que parte (solamente parte) del déficit se genera porque Mujica impide subas de tarifas para manejar la forma de medir la inflación, pero un administrador honesto lo que hace en estos casos es renunciar, no aferrarse a la silla que le permite una plataforma electoral con tal de consolidar su poder.

Porque este es el verdadero problema, los objetivos de los dirigentes tupamaros confunden lastimosamente un medio con el fin buscado, el poder es solamente la forma de acceder al gobierno para manejar el país, nunca el objetivo final.

Porque cuando el único objetivo al que se apunta es el llegar al poder, cuando toca ejercerlo, “la chambonean”.
Y así vamos…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



26.11.2012 18:53 / Mis artículos

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No iba a escribir sobre el tema, me había propuesto no hacerlo, porque el debate dista mucho de ser racional, no se enfoca en la realidad, y solamente ha desatado un zafarrancho más digno de las hinchadas pesadas de Peñarol y Nacional.

Y hago esto a sabiendas de que esta nota refleja más mi enojo que mi verdadera opinión, pero es mi derecho y lo ejerzo.

Sin embargo, hubo varias razones que me convencieron de cambiar mi posición y me alegro de poder hacerlo luego del alto el fuego.

La primera es el despropósito de la comunicación del MPP al respecto, una verdadera canallada. Si será un dislate, que la presidenta del Frente Amplio y el propio Mujica tuvieron que salir bien rapidito a desmarcarse.

Como comentario, es obvio que importa mucho lo dicho por el Presidente, ya que todos sabemos que el MPP es una entelequia, los votos solamente tienen un nombre y se van a ir al garete ni bien ese nombre desaparezca: políticamente, no son nada. Garrapatas que viven de los votos de Mujica. Nada más.

Y tampoco son nadie para erigirse en jueces de la moral, y si se tiran a eso, que midan a China con la misma vara. Pero con el motor de la "ecomunistomía" les falta tiempo para gastarse las rodillas...   

Y el Pepe se desmarcó de ellos más rápido que ligero, junto con el Canciller Almagro, dejando a estos carcamales de doble moral (jamás hubieran saltado por los genocidios en Cuba, Corea del Norte o la China) agarrados del pincel.

La segunda, es el uso y abuso de la palabra “genocidio”, lo que es una barbaridad, Israel no comete ningún genocidio, la operación “pilar de hierro” solamente pretendía frenar la lluvia de cohetes (llegaron a más de 700, incluyendo una veintena disparados luego del cese del fuego).

Una cosa es cierta en las acusaciones: Israel tiene un armamento infinitamente superior (pero los misiles iraníes no son piedras como románticamente comen algunos)  y lo usa con fuerza. Ahora los misiles Farj 5 no son piedras... 1500 misiles no son piedras...

Nunca debió usar bombas de fósforo, por ejemplo, pero no puedo dejar de pensar lo horrible que debe ser vivir todos los días en los bunkers. Junto con esta mentira viene la de la ocupación. Israel se retiró en el 2006 y no pretende volver a ocupar, meramente quiere vivir en paz, lo que el gobierno usurpador de Hamas impide.

Recordemos el golpe de estado que estos terroristas dieron en 2007, que lo llevó a enfrentarse a Cisjordania, el otro país palestino.

Lo que me lleva a la tercera: Hamas no es el pueblo palestino. De hecho, eran enemigos de Yasser Arafat.

Este movimiento terrorista solamente responde a intereses iraníes, que lo abastecen de contrabando de misiles vía Egipto. No mandan comida ni medicamentos ni tecnología civil como computadoras o equipo médico (eso lo hace el “genocida” Estado de Israel, digan los tupamaros lo que digan). En cambio, mandan millones de dólares en misiles  y armas.

¿O de dónde se piensan lo ingenuos antisionistas (moderno eufemismo para antisemita vergonzoso) que salen los fusiles, ametralladoras, misiles y, muy especialmente, las balas? ¿De la lámpara del genio? Los propios líderes de Hamas reconocieron que vienen gratis de Irán, lo dicen ellos mismos, no el Mossad. No mandan alimento ni medicinas, insisto, eso lo provee, reitero, el "genocida" de Israel.

En cuanto a la cuarta razón, está el hecho de que un misil cayera en Jerusalem, ¿no debería ser una ciudad santa, por la que tanto de golpean el pecho y rasgan sus vestiduras? Estos muchachitos, ¿tirarían misiles sobre la Meca o Medina?

Por supuesto que no, pero esto deja en evidencia que toda la precaución internacional para no quedarse sin petróleo o si enojan a los árabes reconociendo que la capital de Israel es Jerusalem y no Tel Aviv es mera cobardía.

Lo que verdaderamente interesa a Hamas (y a Hezbollah, que ni siquiera está integrado por palestinos sino que son sirios en su mayoría)  es lo que llaman el “Derecho de Retorno”, o sea volver a sus propiedades antes de la Partición de Palestina de 1947. Lo que me lleva a la siguiente causa, una mentira tan obvia que me sorprende lo que ha prosperado.

En efecto, la quinta es la imagen que puse para ilustrar la columna, una que muestra la  supuesta pérdida de territorio palestino desde 1946. En ella se ve en verde y blanco el supuesto avance de Israel, lo que es una mentira de la peor calaña.

El croquis en rosado muestra la verdadera partición, y el sector enorme en oscuro muestra la “Palestina Transjordania”,  o la parte de Palestina que quedó en manos árabes.  

Es decir, lo que hoy es Jordania, y antes era parte de Palestina, era el territorio que les tocó, pero, cuando se establece el Estado de Israel, muchos deciden mudarse a Transjordania (así se llamaba entonces) pero fueron aislados en campamentos de refugiados.

Esto es, el origen de estos campamentos hay que buscarlos en por qué los árabes se negaron a integrar a sus hermanos en la década del ’50. Y en por qué ellos mismos hicieron la masacre conocida como “Setiembre Negro”, en 1970, que terminó con su expulsión definitiva de Jordania y su establecimiento en el Líbano, iniciando todo el periplo desde la época terrorista de la O.L.P. hasta la Autoridad Palestina de hoy.

Por último, deseo establecer – una vez más – que es innegable que el pueblo palestino merece tener su país libre e independiente, y ya que no puede ser en Jordania que sería lo pactado, que sea en Cisjordania y Gaza.

Pero jamás bajo la amenaza del fuego instigado y financiado por la cobardía iraní, cuyo fantoche de presidente (amado por Chávez, Evo Morález y nuestro benemérito MPP) Mahmud Ahmadineyad, financió un congreso de pseudointelectuales para negar el Holocausto.

Hoy en día nadie en Israel puede negar – y casi nadie lo hace -  que el Estado Palestino debe existir, pero la lluvia de 1500 misiles (cuenta de Hamas, no mía, insisto una vez más) le hace el caldo gordo a la derecha del Likud, y como toda derecha, reacciona a la violencia con violencia. El asunto Palestino debe resolverse humanitariamente y lo antes que se pueda.

Sus derechos son inalienables, y deben respetarse. Si quieren lapidar mujeres, practicar ablaciones de clítoris,  empalar homosexuales o mutilar ladrones, deben tener su país para hacerlo, como lo tienen los iraníes, los sirios y los iraquíes. Hay que respetar los derechos humanos, aún de los que no creen en ellos. Digo, porque con la misma que hoy se ponen banderitas rojiverdes mañana se horrorizan de estas cosas [1]. 

En esta escalada fundamentalista han muerto más de cien palestinos y eso es inexcusable. Pero también murieron 35000 sirios, incontables sudaneses, kurdos y ruandeses, pero ni al MPP ni a los humanitaristas que se sienten héroes por poner una banderita en Facebook, no les importan nada.

Obvio, no hay judíos ni yanquis  para culpar…

Bernardo Borkenztain

 

[1] El tema es mucho más serio, es la oposición de la libertad individual y la pluriculturalidad contra los "derechos humanos" que son una entelequia occidental, y será para otra vez. Pero es llamativo como estos pruritos se guardan en el bolsillo si el enemigo es Israel en vez de Siria o Iran...

 

 



30.10.2012 12:27 / Mis artículos

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No es un secreto para nadie que a medida que avanzan las comunicaciones esquemáticas como SMS o las redes sociales, la mentalidad de la sociedad parece seguir una simplificación similar a la reducción semántica de estos medios. En efecto, a fuerza de “LOL” y “OMG”, de tanto tweet estamos al borde de tener la complejidad mental de un canario.

Así, las discusiones se polarizan de una manera brutal, y a falta de argumentos la escalada de agresión es explosiva. El problema es que la velocidad y la falta de matices es performativa de una realidad intelectual igualmente carente de profundidad. Sin ningún valor de metáfora, estamos, literalmente, cayendo víctimas del “doblepensar” que en la novela “1984” de Orwell un gobierno autoritario imponía a un pueblo sin libertades, pero con la diferencia de que lo hacemos voluntariamente.

Y también pasa que, como en el libro, esto se logra a partir de un neolenguaje brutalmente simplificador.

Orwell la vio clarísima, y no nos olvidemos que el gran mal de la comunicación mediática, los “realities” nace de una idea de este libro, el omnipresente censor “gran hermano”.

El problema se agudiza porque como estos medios sin control de calidad alguno dan acceso irrestricto a cualquier mostrenco, a veces, como me dijera Alejandro Dolina de manera precisa en una entrevista, “se convierte a verdaderos imbéciles en figuras consulares”, y esto se logra a través de los medios o, más recientemente en las redes sociales a través del mecanismo conocido como “viralización”.
La viralización es un fenómenos mediante el cuañ un contenido se multiplica rápidamente por internet y se convierte en el tema del momento. A veces es alguna cosa simpática, como el rapero coreano Psy, y a veces cosas de una importante carga de bizarrez que lo pone entre lo kitsch y la basura literal.

Así, hace un tiempo una ignota argentina colgó un video en la red para quejarse de un novio que la dejó, accedió a esta fama instantánea y gratuita y hoy es la “estandapista” Malena Pichot,  conocida como “La loca de mierda”, como la apodó Campanella. Maravilloso.  Por supuesto que su fenómeno fue convalidado por ese gran ratificador de la idiotez moderna que es “MTV”.

El tema es que esta Sra. Se enteró de que el periodista uruguayo Gonzalo Curbelo había escrito un libro sobre stand-up y se dedicó a vomitar el mismo veneno que destilaba para su ex, con sesudas reflexiones del tipo de que “Un tal Gonzalo Curbelo chorea con un libro de stand up y no se subió a un escenario en su vida?” en su cuenta de twitter[1]. Lo mejor sin dudas es que la muy ignorante no se molestó, no digamos en mirar el libro que sería mucho, ni siquiera en mirar por internet al autor, que como vocalista del grupo “La Hermana Menor” se subió a muchos escenarios desde mucho antes y con más laburo atrás que la Srta. Pichot.

O sea que se abstuvo de leer un libro potencialmente muy útil para su trabajo, por la aplicación errónea de una premisa falsa: por llamarla de alguna manera, la “falacia de la loca de mierda”.
Lo que más me indigna a mí es la burrada suprema que expresó en una entrevista: se considera una escritora.

A ver, alguien que solamente sabe despotricar en un escenario, no es un escritor, por más que se escriba sus guiones, un escritor es otra cosa. Por ejemplo, un periodista como Curbelo que publicó en “La diaria” durante años su “Prontuario de Comediantes” y cuya recopilación terminara en el libro citado por la “escritora”.

Habitualmente no le dedicaría a este tipo de esperpento ni media sinapsis, pero recientemente cayó en unas declaraciones consistentes con otras que hiciera Diego Forlan en la TV, entrevistado por Ignacio Álvarez, y eso me provoca explicar por qué ambos dijeron sendas burradas (con motivaciones y desde lugares diferentes, concedido, pero iguales).
En dicha entrevista, Forlan declaró que mucha gente habla de fútbol sin saber nada, y que según su padre, para ver si alguien tiene derecho a opinar sobre el tema le tiraría una pelota en la calle a ver cómo la baja. Sin palabras.

Pero el sermón de la montaña no terminó, Álvarez lo interrogaba con la firmeza y objetividad de una nenita frente a Nick Jonas, y el diez se despachó explicando cómo en el partido con Argentina entregó mal la mitad de las pelotas que agarró (la cuenta no es de él, es de Gonzalo Ribas) o hace un año que no hacía goles, pero sigue jugando igual de bien que cuando fue el mejor jugador del mundial o cuando fue botín de oro.

Ahora, con esta forma de verificar la autoridad intelectual menos mal que Forlán no es arquero. De los que tiran flechas, digo. Otra reflexión que me surge, es que si levantara los centros como los que le entregó Álvarez,  Uruguay estaría primero o segundo en las eliminatorias [2].

Incluso ahora que hizo un par de goles, aclaró sus polémicos dichos  pero reclamó un cinco o un diez por ciento para los que se pusieron los cortos para opinar. Como no se puede ser un poco virgen ni un poco jodedor, por las mismas razones, la autoridad (moral o intelectual) no es fraccionable, así que, pese a que sabe que no se hacen moñas en el área, la volvió a tirar a la tribuna…

Ahora a lo que iba, analicemos el núcleo de ambos argumentos: solamente un “standapista” puede analizar el  “standup” y un futbolista hacer lo propio con el balompié.  Qué difícil debe ser para un cirujano tener que hacerse operar en salud para tener derecho a entrar a un quirófano, o para un juez tener que vejar una señora, robar u banco y golpear un par de niños para poder condenar criminales.

Porque esa es la lógica subyacente:  la premisa “solamente quien realiza una actividad puede analizarla”  es tomada como verdad axiomática, y no es ninguna de las dos cosas, porque ni siquiera es lo primero. Porque por un lado niega la posibilidad de análisis externo, en particular de la mirada externa, que es, no solamente válida: es imprescindible. Y por el otro, cae en el ejemplo anterior del juez que debería delinquir para poder aplicar correctamente la ley. Un sofisma importante… Vemos el problema de aplicar la falacia de la loca de mierda en la vida real, no funciona…

Al tiempo, la ideología que se oculta con esto es el corporativismo: si solamente los de adentro pueden opinar, uno está a salvo de toda crítica, porque nadie se atrevería a tirar la primera piedra, ante el peligro de ser lapidado ante la primera de cambio. Un poco igual que la barbaridad de los periodistas deportivos de enorgullecerse de “no hacer periodismo de periodistas” (ver nota).

La culpa para mí empezó con el famoso relativismo, cuando so color de “no discriminar” (ver nota) alguien entendió que todo vale y así, ayudados por la simplificación (¿atrofia?) mental de la que hablábamos,  los generadores de opinión dejaron de ser los intelectuales, profesionales o artistas, y pasaron a ser “los que salen en la televisión”. Esto implica que por poder rebuznar en megahercios o en baudios, el proverbial burro ya se ha instituido en el gran profesor. Es evidente que solamente así alguien podría llegar a sostener seriamente un razonamiento basado en la “falacia de la loca de mierda”, emisor y receptor conectados por su propia inopia intelectual.

Lo peor es que en cualquier momento estos sofistas no solamente nos van a decir lo que tenemos que pensar, además  nos van a gobernar. No quiero…Que el Gran Arquitecto, Dios, Buda o Allah  nos ampare…

Bernardo Borkenztain
 

[1] El “stand up” es la reinvención de la rueda, el antiguo “Café Concert”, o sea un tipo con un micrófono despotricando ante un público más o menos alcoholizado con una paleta temática más o menos reductible a : “soy un infeliz”, “Uds. son unos infelices”, “los que nos gobiernan son unos infelices”.  El éxito depende del talento del que se suba al escenario, si es un Gonzalo Cammarotta, Diego Bello o Rafael Cotelo  lo más seguro es que logren hacer reír, pero en otros casos, lo más probable es que solamente sean incitaciones al suicidio en masa. Obviamente, además,  el escritor de los guiones es vital, y por eso todos se matan por lograr el concurso de algún Carlos Tanco o Fernando Schmidt, pero el talento ahí queda claro donde está…

[2] Y que por favor no me vengan con el lugar común de la memoria y el agradecimiento con la selección, no digo ni que lo saquen ni que lo dejen, y ni mucho menos que Álvarez tenía que entrevistarlo con la severidad con la que lo hizo con los estafadores que ha  desenmascarado, pero un poquito de ganas, un cuadro que se come doce goles y hace un punto en cuatro partidos, no puede decir que está jugando igual de bien que antes. No se sostiene como argumento.   Como detalle, jamás pude ver ninguno de los programas de TV de Ignacio Álvarez, esa tendencia a lo bizarro con personajes como Escanlar tomando orina o Fablet burlándose de un Sr. Que fabrica enanos de Jardín  me subleva, pero “Santo y Seña” lo veo siempre, debo confesar que me gusta. 



15.10.2012 14:41 / Mis artículos

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Juro que no escribo esto bajo la angustia del paseo que nos dieron en Mendoza  los hermanos argentinos, pero hace ya tiempo que siento la necesidad, como frenteamplista asumido y confeso, de escribir sobre la terrible agresividad del gobierno de Kristina-I, la Emperatrix del Uruguay para con sus involuntarios súbditos, que vendríamos a ser nosotros.

Lo primero que quiero aclarar, es que el título no es en contra de Cristina Fernández, legítima y democrática presidenta de la nación argentina [1], que gobernará bien mal o más o menos, pero es bien claro que un día sí y otro también, nos agrede.

Lo segundo, es que estoy perfectamente consciente de que la polarización y agresividad que se vive a ambos lados del estuario es de tal amgnitud e irracionalidad que hace imposible razonar calmadamente sobre casi ningún tema político.

Se me van a enojar los partidarios K porque me atrevo a analizar su política exterior, los frenteamplistas porque me niego a tener anteojeras ante la incompetencia suicida de Mujica y Olivera (no trato al IM en esta nota, pero es la peor intenencia que ha tenido la ciudad desde la cisplatina) y por supuesto, como siempre me van a insultar los reaccionarios (blanco y colorados) porque tengo el atrevimiento de creer que el bien de muchos se antepone al de pocos. Pero esa es la época que nos tocó vivir. 

En cambio, sí es en contra de la obsecuencia que nuestro presidente legítimo y democráticamente electo tiene para con ella.  Y aclaro que lo voté y lo votaría de nuevo, dadas las alternativas que había en el momento, pero ni cerca eso implica que esté contento con su falta de dignidad diplomática ni con su inoperancia en temas como la educación o la logística.

El título, obedece a la genial alegoría de Darwin Desbocatti de describirla como una dominatrix, manejando a sus ministros en consecuencia, caricatura fuerte pero acertada en cuanto a lo que sentimos los uruguayos. Veamos, si ella mismo bromea diciendo que un obrero de una planta de cosméticos “le rellena el pomo a Romina (su compañera)” o que a ella hay que tenerle un poquito de miedo, habilita esta caricatura.

Tomo amplia y explícita distancia de la repulsiva tapa de la publicación “Noticias”, de un machismo y misoginia repugnantes, pero la prensa argentina es de una virulencia y capacidad de mentir que es difícil de imaginar acá.

En fin, llevando la metáfora un poco más allá, y dado que Mujica parece determinado a dejarla que nos gobierne, como no la elegimos para tal tarea, su posición, por la defección de nuestro presidente es la de una emperatriz, y vaya que le estamos pagando tributo. En mi fantasía el tupamaro “gusta suyo”[2] y anda con ganas de llevarla para la tatucera.

Recordemos la triste imagen de ir a esperarla con flores cuando la fallida iniciativa del tren de los pueblos libres. Me dio algo de vergüencita de ser uruguayo, lo confieso.

Yendo ahora al centro de la columna, voy a enumerar apenas cuatro de las maneras en que el gobierno de la Nación Argentina nos está agrediendo:

1)      La payasada de llevar el tema del río Uruguay a la Haya – Un país en default, que no cumple ninguno de los compromisos internacionales que contrae, no tiene autoridad moral para hacer eso, pero gobernar es algo que se hace desde el poder y como lo tienen, se mandan la payasada de hacernos juicio.

Mientras tanto, al tiempo que se rasgan las vestiduras ante una supuesta contaminación, sus ríos internos tienen tanta contaminación que el chiste de los Simpsons de que por la planta nuclear apareciera un pez con tres ojos (Blinky) en Springfield se hizo real en Argentina, con una bella tararira trioculada.  Todo esto, mientras el gobierno de Brasil mira para otro lado y chifla bajito.

Y que quede claro que los análisis realizados no han arrojado señales de alarma, y salvo los orates piqueteros de Gualeguaychú que los impugnaban aún antes de salir nadie objetó nada al respecto… Y no olvidemos de que el finado los “fogoneó”. KIRSCHNER LES DIO LAS ALAS A ESTOS BUITRES y ahora hacen lo que saben, buscar carroña.

2)      En cuanto a la segunda agresión, hablo de denunciarnos como paraíso fiscal ante la OGDE. Como la nefasta manera de manejar los fondos del gobierno argentino lo lleva, junto con el hecho de que al estar en default no es posible atraer inversiones, a no poder acceder a créditos, trata de evitar de todas las maneras posibles que los argentinos que tienen y pueden sacar sus dólares los pongan a salvo en Uruguay. Un ejemplo de esto es que tiene su fragata escuela incautada en Ghana por estas mismas deudas.

Eso igual no impide que le cuelgue la espada de Damocles encima de llevar una política comercial igual a la de Corea del Norte (ojo la comercial nomás, en otros aspectos deberíamos envidiarla y mucho).

Las trabas para arancelarias a nuestras exportaciones hacia allá son violatorias de todo el reglamento del MERCOSUR [3], lo que sumado a la desprolija manera elegida para burlar la voluntad paraguaya e introducir a Venezuela en el tratado, son una clara muestra de la inoperancia de dicha institución.

3)      La tercera nos perjudica mucho pero no es tan reprochable, asumiendo la inexistencia de la buena volunrtad del gobierno K. Es una movida válida, pero puesta en contexto, irrita mucho. Me refiero a la manera en que sabotea la posibilidad de los argentinos de veranear acá, impidiendo sacar dólares, bloqueando las tarjetas de crédito y demás. Veremos en unos meses el resultado, pero la intención es nefasta.

Un detalle de color en este sentido lo puso el fallido intento de la hija de Timerman de hacer una obscena fiesta de casamiento en Cabo Polonio, que a lo mejor no se enteraron, pero no lo terminaron de colonizar, seremos colonia suya, pero todavía no somos provincia.
 
4)      Por último, pero porque me cansé y no por otra cosa, la más persistente chicaneada que varios gobiernos nos vienen haciendo, y que es el eterno y continuo sabotaje al dragado del Canal Martín García, que determina el calado de los barcos que pueden navegar hacia el Río Uruguay, mientras mantienen limpito el Mitre, que lo usan ellos cobrándonos peaje a los barcos de más calado que llevan grano desde Mueva Palmira, por ejemplo. 

Recordemos el penoso incidente cuando el Inefable García Pintos fue rezongado por el mismísimo Pablo Millor, allá por el 2004, reconociendo que su “Cruzada 94” era una “murga fuera de temporada” (demostrando una ignorancia supina acerca  del enorme fenómeno artístico que son las murgas) por las  “notas reversales” y el incidente del dragado unilateral del Canal Punta Indio (violación al Tratado del Río de la Plata por parte de la misma Argentina que se rasga las vestiduras por el del Río Uruguay). [4]

Desde aquella época y antes que Argentina viene saboteando nuestra logística fluvial, y todavía Mujica, reconociendo que es lo más importante que tiene entre manos en logística no logra sacar el puerto de aguas profundas de la Paloma. Lo siento por las manadas “Hippie chick” del verano,  pero eso es vital para la economía del Uruguay. Y no caigamos en la simplificación de que es atentar contra la ecología y la minería a cielo abierto y todas las cosas que se mezclan. Son temas separados.

Un puerto para movilizar madera de forma barata y evitar que se sigan destrozando las carreteras (para cuyo mantenimiento Mujica ha demostrado una inutilidad encomiable, no habiendo construido un solo metro ni reparado nada) y para efectuar la logística de buques de gran calado en Rocha  es de vida o muerte para nosotros y, más importante, para que el próximo presidente resuelva el tema de la logística INVIRTIENDO EN TRENES Y CARRETERAS Y NO ESPERANDO LA INEXISTENTE BUENA VOLUNTAD DE UNA KRISTINA CON LA QUE TODO APUNTA A QUE TENDRÁ QUE CONVIVIR.

Reitero que estoy bien al tanto de que la política es el arte de lo posible, como reza el aforismo popular, así como de que no hay nada que un país débil como el nuestro  pueda hacer para resistir a uno más fuerte como los monstruos que tenemos a ambos lados, pero no hay ninguna razón para que no opongamos resistencia, para protestar, al menos.

En fin, como escribo convencido de que el próximo presidente será el Dr. Tabaré Vázquez, el mejor que tuvimos desde que recuperamos la democracia, que se negó a negociar con los puentes cortados, y que la intendencia de Montevideo, por pecados propios no será frenteamplista [5] tengo una cierta tranquilidad de que la dignidad internacional volverá al país, pero digamos que, de momento, no estoy nada contento…
                                                                   Bernardo Borkenztain
 
[1] Siendo objetivo, el gobierno K ha sido para mucha gente el mejor que les tocó vivir, dignificó la tarea académica, protegió a los más débiles, en cierta forma logró llevar una política de inclusión impensable con los gobiernos que los precedieron. El problema es que se les cortó la bonanza, y dado el enorme presupuesto que tiene, económicamente, se le viene la noche. Igual seamos sinceros, por mis convicciones no creo que la plata que se gasta en inclusión y distribución de la riqueza esté para nada mal gastada, pero el mentenimiento de ciertos subsidios y beneficios, al tiempo que el default, es seguro que le van a pasar factura. De corazón deseo estar equivocado en esto, pero siento que la política económica argentina camina sobre la cornisa. El tiempo dirá. 

[2] Insisto, es mi fantasía, una opinión personal. Sin embargo, aprovecho de paso para denunciar esta aberración idiomática que ya ha llegado a comunicadores públicos como Diego González, ¿soy el único que cree que esta proliferación de ignorantes simpáticos en la tele y la radio se está haciendo peligrosa? Menos mal que  como no saben leer no les dan columnas escritas…

[3] Organización, por cierto, que hoy en día ya es un mal chiste, aunque no creo no que nos ganemos el Nobel de la Paz, no. Para peor, se insiste en levantar las barreras zonales para instalar un proteccionismo regional además del argentino y brasileño. Lo dicho, Corea del Norte.

[4] Por aquellas épocas nuestro Canciller era el mejor que jamás tuvimos, el Dr. Didier Opertti, que supo en el 2001 “atender” a su homólogo en Argentina, Domingo Cavallo, inaugurando una línea diplomática más digna que la de Almagro. Vamos a hacer la salvedad de que el peor enemigo de Almagro no es Timerman sino el propio Mujica que lo vive dejando en “orsai”. Al pobre lo "subestimerman".

[5] En ese caso preferiría que fuera colorado, pero no Ney Castillo, que ha demostrado ser incapaz de manejar la LUB, no hablemos de la mayor empresa del país que es la IM. Che Pedro, ¿te acordás de Atchugarry? Si lo convencés, ese no es  mal candidato.

 



03.09.2012 10:28 / Mis críticas teatrales

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-           ¿Qué importancia tiene para ti el público uruguayo que cuantitativamente es tan poco significativo?
 
-          En realidad para mí es muy significativo, incluso desde el punto de vista del número, ya que cuando nosotros  vamos a Montevideo  tenemos encuentros que son multitudinarios. Pero más allá de las consideraciones de mercado, que suelen  hacer los mercaderes, yo siento que el público de Montevideo es muy receptivo a las cosas que humildemente hago. Posiblemente porque no está tan pendiente de los fenómenos de la televisión, como la Argentina y porque la vida de relación todavía es suficientemente rica como para interesarse en situaciones de comunicación que vayan más allá de la cautividad hipnótica que la televisión implica. Es así que hay una mayor apertura, que también se registra en algunas ciudades argentinas como Rosario o como Córdoba, que si bien padecen el fenómeno televisivo no lo hacen el centro de sus vidas. Por otra parte, también hay en Montevideo una tradición humanística muy grande que produce, evidentemente una comunidad de  intereses que favorece el fenómeno de recepción, ¿no?
 
-                     Quizás en parte ya lo hayas contestado, pero en un reportaje que te hizo María Esther Burgueño en 1998  dijiste: “tenía, como tuvo Borges la sensación de que Montevideo era la Buenos Aires que habíamos perdido” y hoy tú tienes la llave de Montevideo, ¿cómo sigues sintiendo la relación?
 
-          (Ríe)  Eso sigue siendo así,  sigue siendo así. Tal vez  Borges vio otra cosa que no es lo que vi yo, pero tal vez él había perdido otra cosa que no es la que perdí yo…Yo sigo sintiendo esa impresión que es un poco parecida a lo que dije recién, ¿no? En algún punto Buenos Aires perdió jerarquía en la relación interpersonal, cada vez estamos más solos, cada vez estamos más encerrados en nuestros departamentos, en nuestros foros de trabajo. El contacto es necesario no sólo para la vida cotidiana y amistosa sino también para la vida de trabajo; en Montevideo esa relación entre las personas es más rica, y en  ese sentido  muchas veces yo veo allí fenómenos que acá ya se han perdido. Fenómenos que se reflejan incluso  en el discurso, nombrar a las casas por lo de  “Fulano” o lo de “Mengano” revela que todavía seguimos pensando más en el habitante que en la casa  y eso es propio de comunidades que tienen relaciones y proyectos interpersonales muy ricos.
 
-                     Recién mencionabas tú el papel central de la televisión, y sin querer ser un aguafiestas, lo que más se ve en Uruguay hoy es “Gran Hermano
 
-                      Bueno, me entristece mucho saberlo. Aquí en Buenos Aires pasa lo mismo. “Gran Hermano” no es aquí  solamente un programa, sino que hay toda una colección de satélites que giran alrededor de eso y que son referenciales. En otros canales, o en el mismo, hay programas donde se analiza, no tanto el fenómeno, sino  las conductas de los participantes que se convierten en figuras nacionales de mucha importancia, más relevantes que muchos personajes de la cultura, más que cantores, que guitarristas, que actores, que escritores. Eso es espantoso, verdaderamente, y revela el grado de manipulación que la televisión está en condiciones de hacer en una comunidad por más fuerte y rica que sea su tradición cultural. En pocos meses los mercaderes de la televisión convierten a un verdadero imbécil en una figura consular de la que todo el mundo habla. Eso parece señalar una patología de la que, acabo de enterarme, no están exentos Uds., aunque seguramente será menos grave que aquí en Buenos Aires.
 
-                     Esto revela que el éxito es un valor “per se” en los medios.
 
-          Sí, pero esto bien sabemos que no garantiza nada. “Gran Hermano” tiene éxito y es una pamplina.
 
-           ¿O sea que hay distintos tipos de éxito?
 
-          No. El éxito no significa nada. Puede ser que uno tenga éxito con alguna cosa compleja, y puede ser que alguno lo tenga con una verdadera banalidad. Hay hechos artísticos que son muy buenos y exitosos, como por ejemplo los valses de Chopin. Hay otros que son muy malos y exitosos, como “Gran Hermano” y después hay hechos  artísticos que son muy buenos y que no tienen éxito, y finalmente los peores, ¿no?, que son hechos artísticos muy malos que no tienen éxito.
 
-                     Merecidamente, en ese caso…
 
-          Sí, merecidamente en ese caso, como algunas poesías que escriben unos señores y que las publican por ahí en los suplementos de algunos diarios.
 
-                     Hay un fenómeno en Uruguay y es que hay más escritores de poesía que lectores. ¿Pasa algo así por allá?
 
-          Sí, sí, en Buenos Aires también y no sólo de poesía. Se publica mucho, ¿no? En cualquier mesa de cualquier librería – mesa de novedades, quiero decir – hay  mucho más de de lo que  se conserva de la antigüedad clásica. Se escribe demasiado, me parece. Esto es  también producto de cierta facilidad y de cierto abaratamiento del fenómeno editorial. Ahora no es tan caro publicar, y grabar discos tampoco.
 
-                     En una oportunidad comentaste en el programa, refiriéndote la cine,  la cantidad de cineastas que no ven cine y que por esos se creen que inventan géneros nuevos…
 
-          (Ríe) No…no, el cine argentino es muy bueno. Me parece que el actual es mejor que su tradición histórica. Pero sigue existiendo, no digo que todos lo hagan,  una tentación de evitarse ciertos estudios, ciertos períodos de observación y reemplazarlos por una declaración de propia genialidad, ¿no? Entonces para qué vamos a ver lo que hicieron otros si yo soy tan genial que puedo prescindir de esa clase de datos. Y el resultado es una ingenuidad trabajada, que artísticamente resulta bastante ingrata…Hay muchos escritores que se niegan a leer los clásicos… yo no digo que sea indispensable; puede ocurrir que alguien sea tan genial que venga a revolucionar las letras sin haberse asomado al Dante, pero en general no sucede. Los grandes escritores han sido casi sin excepción  extraordinarios lectores también y grandes conocedores de  la historia y la filosofía. Yo creo que para escribir y para hacer cine también hay que ser una persona culta. No se puede ejercer esas artes tan complejas sin tener una formación sólida.
 
-                     En ese sentido,  y robándole un término al Dr. Jorge Dubatti, ya se ha constituido una poética dolineana, ¿te animarías a pintarla en algunos trazos?
 
-          No, yo no podría ser tan optimista o tan petulante como para creer que hay una poética dolineana. Desde  el punto de vista en que usa Dubatti el término la poética es simplemente una serie de datos que surgen a  partir de la observación de unas recurrencias, ¿no? Podría, en ese sentido, en ese humilde sentido, dar algunas pistas. Yo creo que hay en general un cuidado por lo que podríamos llamar la estructura  de cada relato y de la totalidad de una colección de relatos, de modo tal que puedan leerse de dos o tres maneras. Hay un gusto por lo que Paul Auster llama  las coincidencias, las casualidades y de todo eso, que parece formal, surgen unos convencimientos del autor que parecen rimar también con esa pluralidad de significados que se busca; y estos convencimientos son más bien pesimistas. Se puede admitir que un relato signifique al mismo tiempo varias cosas. La realidad también tiene algo de eso. Después de todo nada es demasiado cierto ni demasiado falso, y nuestros destinos bien podrían ser otros, quizás son metáforas de otros y podrían ser sustituidos por otros sin que el mundo se viniera abajo. De todo esto surge que somos fenómenos no demasiado importantes en el acontecer del Universo. Ante ese gravísimo hecho, la reacción del autor presupone también la existencia de un fuerte contenido humorístico que pretende ser una reacción de dandy ante  esta tremenda circunstancia: saber que no importa mucho si somos buenos, si somos malos, si somos desdichados, si vivimos en Villa Urquiza o en el Prado. A las estrellas no les importa mucho y todo lo que podemos hacer nosotros es ejercer el humor que después de todo es un gesto de caballeros ingleses un poco desdeñosos ante la propia desventura. Esto sería lo poco que puedo decir.
 
-                     ¿Es ejercer  la famosa “mortalidad con despacho en disidencia”?
 
-          Exactamente, sí, pero con un despacho en disidencia que más que una beligerancia de gritos  y de indignación suscita una de desdén.
 
-                     A pesar de que insistas en minimizar tu poética ella revela ciertas complejidades. En el cuento  “Sustituciones III – Océano”[i] la trama da una vuelta sobre sí misma a la manera de  o “Axolotl”. Eso no es sencillo de realizar.
 
-          Claro, son los sujetos inconstantes ¿no?  En este caso ni siquiera eso sino un darse vuelta del espejo y que el que estaba en el espejo pase a ser el verdadero y viceversa, o algo así…Pero también forma parte de esa sensación de que  no somos del todo quienes somos y que poco importaría, o mejor dicho de que poco importa si somos Bernardo o si somos Alejandro.
 
-           Pensando en ese y en otro cuento, “Lerna”, acerca de Herakles,  se aprecias la frecuencia de las referencias intertextuales, que son una especie de guiños para el receptor avezado del mensaje. Lo mismo sucede  en el programa como cuando Rolón afirma que “nadie debe ser inferior a su destino”, citando a Borges.
 
-          Sí, el programa los tiene con mayor asiduidad, y también, me parece, con menor efecto, ya que eso es esperable en un libro porque uno tiene tiempo de registrarlo. La vecindad entre Océano y Axolotl o la que pudiera haber entre “Lerna” y “La casa de Asterión” es más fácil de captar por la relectura. Pero hacerlo en un programa  parece no ser un camino  muy aconsejable porque el programa tiene, me parece a mí, miras de menor estatura. Se trata de un programa de radio después de todo y entonces la intertextualidad puede no ser muy apreciada.  Sin embargo probablemente sea más noble ejercitarse en recursos de difícil apreciación en un medio menos aparente, que  allí  donde podrían ser una fuente de lucimiento. A mí me gusta saber, dentro de la mediocridad de la obra que desarrollo, que hay algunas virtudes,  muy pequeñas y muy modestas, que no son registradas por nadie y  me enorgullezco de esos pequeños aciertos, justamente porque son pocos o ninguno los que pueden registrarlos, no tanto por su complejidad como por el momento, por el lugar, por las circunstancias en que son entregadas. Imagínese si un tipo transmitiera un partido de fútbol y de golpe tira tres líneas de la “Divina Comedia”  metidas por ahí…Aunque no estaría mal, no estaría mal…
 
 
-                      Disintiendo con tu declaración de que los que citas son logros humildes, recuerdo perfectamente haber escuchado al  aire y en directo la vez que en el tercer tramo del programa delineaste el cuento “Gualicho” casi en su versión final.
 
-          Ah, sí, claro, sí, sí es uno de los pocos cuentos que nació en la radio. No es frecuente eso.
 
 
-                      Sin embargo, en el prólogo de “Crónicas del Ángel Gris”, Jorge Dorio escribió  que “mientras Dolina simula hablar por la radio está, en verdad,  haciendo literatura”
 
-          Sí, yo creo que es cierto, pero esto no significa un elogio sino un advertir los procedimientos. Nosotros tenemos algunos procedimientos que son literarios. De literatura oral, desde luego. Hay mucho más de narrativa en el programa, que de radio; hay mucho más de poesía, de intento literario que de intento radial. El género radial es un género periodístico, editorial,  relacionado con la realidad, con la noticia, con lo perentorio, con el tiempo, con los sucesos de ese momento, con la aparición de un servicio, comunicación con personas que están lejos, eso es la radio…y nosotros nos pasamos inventando cuentos.  Quiero decir que no es muy radial…
 
 
 
-                      Hay otro aspecto del programa que es la importancia de la música. Además, en esta nueva etapa has vuelto a los radiocines.
 
-          Sí, hemos vuelto a los radiocines y a alguna práctica musical más cuidada. Yo creo que el Sordo Gancé no es la presencia de la música sino la de una costumbre mundana, que es la de canturrear, sentarse uno al piano de su casa y recordar melodías. Eso no es meritorio desde un punto  de vista musical, pero sí lo es cuando preparamos algunas cosas, como suele ocurrir en los radiocines o también en las canciones que hacemos en vivo para ilustrar alguna charla, o simplemente por placer cuando vienen a cantar las chicas, o cuando viene a tocar Juanjo (Domínguez). Eso está teniendo más importancia ahora  que el año pasado, por suerte. Humildemente yo  creo que estamos haciendo un programa mucho mejor en todos los aspectos. En lo técnico, pero también en lo artístico, las personas, que se han incorporado, especialmente Gillespie …
 
-                      Gillespie es un hallazgo…
 
-          Sí, sí, yo creo que sí, eso ha sido muy afortunado y creo que él le imprime al discurso  del programa un desarrollo muy superior al que teníamos en el pasado.. No sólo por lo que dice y por lo que hace, sino por lo que produce en el compañero.
 
-                      Una diferencia con el año pasado es que en el tramo de humor (que es cuando creo que Gillespie se luce más) la actancialidad del programa tomaba una modalidad fija, y ante una situación, tú o Rolón asumían un personaje y Stronatti siempre era tu ayudante y se sumaba a la oposición a Rolón. Una estructura fija que marcaba reglas de juego conocidas a la manera de la Comedia del Arte. Pero ahora esas reglas variaron.
 
 
-          No, yo creo que lo que sucedió es que se enriquecieron, surgió la posibilidad de trasladar el centro en otras direcciones a favor de la mayor ductilidad e inventiva de Gillespie, evidentemente.
 
-                      ¿Te parece que Gillespie hace un tipo de humor como el que hacía Castelo en las primeras etapas del programa?
 
-          No, no, me parece que Gillespie es muy superior a Castelo y a Stronatti. Es una persona de mucha mayor rapidez y mucha mayor inventiva, dicho al margen del afecto que yo le haya tenido a Adolfo y a Guillermo. Ninguno de los dos eran personas de un gran histrionismo teatral, de una gran capacidad de improvisación. Creo que Rolón  es muy superior a Guillermo e incluso a lo que era Adolfo. Él sabe hacer un personaje, tiene disciplina teatral, él mismo es un buen actor y también creo que lo es Gillespie, que tiene capacidad para representar  y no tiene temor escénico, no elude responsabilidades. Creo eso, más allá de lo que signifique la amistad, pero a mí me parece que para un programa como el nuestro Gillespie ha sido una noticia estupenda.
 
-                       El estilo que empleas se basa en la iteración, en el reconocimiento de ciertos elementos por parte del oyente que desatan lo gracioso. Cómo nos explicarías esa estructura que evita rigurosamente el chiste.
 
-          Claro, este es un inconveniente que tenemos con el otro participante del programa que es Daniel Mactas, que propende al chiste y no hay forma de sacarlo de ese convencimiento y nosotros en el programa no contamos chistes. Pueda haber chistes en el radiocine porque es una estructura que está pensada con anterioridad, pero en el discurso de improvisación, particularmente, un chiste desafortunado, es  clausura, registra una clausura del diálogo. En cambio lo que hay  que tratar de hacer es mantener una situación dramática, - ¿por qué no decirlo?-  en donde cada uno va abriendo el juego y va incorporando su aporte como un río que va buscando afluentes cada vez mayores hasta desembocar en el río principal. El chiste cierra, es un dique, una laguna. Particularmente si  es un mero juego de palabras y es lateral, y  no brinda aporte “hidrográfico” al discurso general. Por eso es que nosotros evitamos los chistes casi de un modo premeditado. No es que observando nuestro pasado se registre  la ausencia del chiste, estamos muy prevenidos contra eso.  Cuando Ud. Está hablando de alguna cosa y viene alguien con un juego de palabras y le dice que los aviones no se mojan porque llevan piloto, amén de una gansada está clausurando el diálogo imaginativo. En cambio, cuando le añade al mundo que se está creando una situación que por absurda resulta graciosa pero que no clausura, que sigue y se encadena con lo que dijo antes abre la puerta para ulteriores invenciones,  entonces es ahí cuando el programa está funcionando.
 
-                      Pero tú juegas con la estructura de los chistes pero sin decir los remates, apostando a que ya son conocidos, un contar sin contar.
 
-          Sí, pero  no es el chiste lo que produce la risa sino el recuerdo del chiste, ahí uno se pone fuera del chiste y lo que comparte con los oyentes es la maravilla de que haya gente que se ría de eso. Yo siento una gran ternura por tantos antepasados míos que se han reído de ese chiste, por el camino que ese chiste ha seguido de generación en generación - todo fenómeno - pero lo único que no me gusta es contar y oír esos chistes.  Pasa un poco como con los antiguos orientales, que contaban la historia de una isla que en realidad era una tortuga y se maravillaban de eso,  los ingleses que recibieron por los traductores aquellos cuentos, más bien se maravillaban de que alguien pudiera creer que hubiera una isla que era  una tortuga, es decir, eran maravillas de distinto orden.
 
-                      ¿La maravilla estaría situada no en el mensaje sino en el receptor?
 
-          Algo así, más bien eran distintas maravillas las que los asombraban, unos creían fervientemente en que había tortugas que parecían una isla, y otros en realidad se asombraban de que alguien pudiera haber inventado esa historia y producir un asombro de tipo realista. Con los chistes pasa igual, ya no nos asombra tanto que un japonés no encuentre el baño, sino que alguien pueda reírse de esa historia.
 
-                      Siguiendo con los radiocines, amén del humor tienen una presencia de la música muy cuidada.
 
-          Sí, sí, ahí sí hay composiciones que al menos están bastante cuidadas, después no se si estarán bien, ojalá que sí. No hay improvisación, hay sí canciones que eventualmente están bien.
 
-                      Yendo un poco a la génesis del hecho artístico, Freud ha escrito alguna vez que el arte es la sublimación de los conflictos del artista.  ¿Crees que sea posible hacer arte desde otro estado, como la satisfacción o el no deseo taoísta?
 
Y, sí, muchos artistas se han enojado mucho con ese dictamen freudiano. Algunos con mucha gracia como el propio Borges.  Yo creo que  se puede llegar al arte de distintas maneras, no solamente sublimando un conflicto. Algunas de las formas a través de las cuales se puede llegar son prácticamente  un desengaño para aquellos que tienen una visión casi fabulosa del hecho artístico; que creen que  siempre tiene que estar o la musa inspiradora o su sustituto, que es un conflicto de tal naturaleza que hace que el hombre para no convertirse en un asesino escriba “Crimen y castigo”. A veces se llega incluso por caminos tan prosaicos como la matemática y esto lo sabía muy bien  Don Jorge Luis. Fenómenos matemáticos tales como el de la teoría de conjuntos, en la que dentro de un conjunto infinito pueda haber a su vez otros también infinitos. Es decir, un infinito que contiene partes que también lo son: esto además de ser  asombroso se convierte en la receta para estructuras artísticas, y se da en la pintura, la literatura. O estructuras matemáticas que se dan en la naturaleza, que tienen las plantas y animales. Estas recurrencias resultan ser muy útiles para el desarrollo de fenómenos artísticos, así que yo creo que el desarrollo del pensamiento abstracto y matemático suelen ser una fuente de inspiración fortísima sin necesidad de que uno haya sido abandonado por su madre.  Por eso, para desengaño de aquellos que creen que en el arte tiene que haber algo mágico o autobiográfico, yo creo que no es así; y en artes como la música ni hablemos… me gusta mucho citar a Eduard Hanslick, el crítico del siglo XIX, para el que la música no era otra cosa que un juego de sustituciones. Genera sensaciones y sentimientos pero no alude a cosas. Incluso filósofos modernos consideran que la belleza no es otra cosa que una serie de repeticiones. La belleza es repetición. Y después seguimos conversando, ¿no? Quiero decir que no me parece a estas alturas del pensamiento que sea imprescindible sublimar un conflicto como decía Freud. Podría decirse que se puede realizar gran arte sin haber tenido grandes conflictos…
 
 
-                      Pero es indudable que el pago de ciertos amores  onerosos genera excelente arte, ¿no crees?
 
            - Sí, sí, a veces sí. En ocasiones igual puede generarse arte sin haber amado, sin haberse llevado por delante una pared, sin haber tenido grandes conflictos psicológicos. Pero sí, si uno es artista a lo mejor  un gran amor le sale el joven Werther, pero  si uno no es Goethe no pasa eso…
 
-                      Bueno, pero yo no pensaba en “Las cuitas del joven Werther”, pensaba en otra cosa más criolla, ¿la tengo que nombrar?
 
            No, no, por favor, no…
 
 
-                      Como al pasar aludiste sutilmente a la música programática de la que te has manifestado en contra.
 
-          Sí, claro. Son aquellos exegetas del sigo XIX que creían que la música era descriptiva y explicaban toda música como un relato. Que tal acorde de Chopin era George Sand que tocaba a la puerta, el otro era Liszt que subía la escalera… una porquería….
 
 
-                      O sea que la música para ti es solamente eso: música.
 
            - Sí, pero produce emociones. Es un fenómeno que nos produce  una serie de respuestas espirituales pero que no están ligadas por una relación de causa y efecto. No es que un acorde de Do mayor automáticamente produzca una sensación relacionada con la épica. No, de ningún modo es así. Produce unas emociones que varían con los individuos y cuya relación no es mecánica. Sucede. Pasa que al oírla nos emocionamos, pero no sabemos cómo y no existen datos que permitan discernir que produce tal o cual dato musical.
 
-                      Quisiera preguntarte ahora acerca de dos reflexiones que me impresionaron particularmente. Una vez un oyente te preguntó en un mensaje acerca de que para qué sirve después de todo la cultura, y tu respuesta fue “bueno, para las gallinas de mi gallinero para nada…”
 
-          Claro, depende que vida quiera uno desarrollar. Yo creo que una vida en dónde no esté presente la cultura, le arte,  la poesía y los fenómenos del espíritu es una vida miserable, pero a lo mejor uno desea vivir esa vida miserable. Aspira, como el caso de las gallinas de mi gallinero a comer maíz, y ¿para qué le va a servir la lectura de la Comedia a quien ha decidido comer maíz como máxima  aspiración? Para nada… no le va a servir para nada. Eso de creer que todo debe tener una doble utilidad, y una que sea práctica desde la perspectiva burguesa es un error. La verdadera pregunta es qué rédito burgués puedo sacarle yo a esto y la respuesta es que a lo mejor ninguno. Si todo debe servir para enriquecernos y prosperar es muy probable que el ejercicio de la poesía no sirva para nada. Pero yo creo que la vida es mucho, más que enriquecerse y obtener descuento en la farmacia…
 
 
-                      La otra cita  es  acerca de un joven que te interpelaba con respecto a que defendía su derecho de que le gustara la cumbia villera, como respuesta  a que tú habías expresado

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Químico profesional y aprendiz eterno de filosofía, me gusta antes que nada la posibilidad de intercambiar ideas y discutir, de ser posible con nivel, y si no, al menos con cortesía. Lo que no implica que no defienda con fuerza mis puntos de vista. Valoro antes que nada la tolerancia, que no es pasividad. Las opiniones en disenso no solamente son bienvenidas sino que deseadas. Lo que no admite polémica, es que "EL BIEN DE MUCHOS SE ANTEPONE AL BIEN DE POCOS, Y AL DE UNO".

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