La suma de los sucesos improbables nos ha dejado como siempre en el final de los tiempos.

Somos el fruto de una cadena interminable de sucesos fortuitos.

El universo va dejando un rastro de bifurcaciones casuales donde cada uno de nosotros encuentra un reflejo de sus anhelos.

Es lo que llamamos tiempo.

Y hay mucho que no podemos controlar.

Nos hemos sentido así desde que nuestra especie nació a la inteligencia.

No sabemos mucho de como son las cosas en otros mundos, de hecho ni siquiera sabemos como nació la inteligencia en nuestro propio mundo.

La conciencia de ser y de existir como seres que saben que existen es una maravilla en si misma.

Percibimos nuestro universo como una mezcla de espacio y tiempo donde los sucesos y nuestra conciencia transcurren.

Quizás esa sea nuestra limitación por ahora.

O por siempre.

¿Percibimos todo el universo?

¿Nos falta un sentido esencial para la comprensión del cosmos?

Aquí estamos.

En este final del año Internacional de la Astronomía, preguntándonos lo inevitable:

¿Nuestro viaje como especie consciente, nuestro viaje de conocimiento del universo tendrá fin?

¿Siquiera un buen fin?

Sospechamos que existen dimensiones enrolladas que no podemos percibir, sabemos que nuestros sentidos aristotélicos no pueden con la relatividad o la mecánica quántica, y que esto parece ser sólo el principio.

Por el contrario, nuestro cerebro parece arreglarse muy bien con el universo.

Es parte de él, y todo apunta a que podremos seguir sorprendiéndonos.

Podremos seguir respondiendo que el universo no es más extraño de lo que imaginamos, sino de lo que podemos imaginar. (1)

Pero aún así, el universo es comprensible, por extraño que vaya revelándosenos.(2)

Aquí estamos y aquí permaneceremos.

Es un buen saludo de fin de año.

Aún si no fuera cierto, es algo a lo que aspirar.

Esa es otra buena cualidad de nuestro cerebro y de nuestra especie.

A medio camino entre la desidia y el hybris, y quizás al principio de nuestra evolución hacia la sabiduría, nos encontremos más de una vez.

Quizá nuestros descendientes, que nos verán como nosotros a Lucy, se pregunten como hacíamos para vivir sabiendo que podíamos morir, ignorantes de cuestiones fundamentales y perdidos en un universo que nos sorprendía a cada paso.

Cuando pedimos y el universo nos dice: ¿más? Es cuando la astronomía se me aparece como la respuesta final.

Quizá el futuro nos vea como nosotros al australopithecus.

Quizá nuestros descendientes tengan todas las respuestas y los sentidos para entenderlas.

Quizá estén más allá del pecado y las religiones, pero también de la sorpresa.

Si es así, les tengo un poco de envidia, pero también un poco de lástima.

Soy ridiculamente antropomórfico. ¿Que otra cosa puedo ser? (3)

(1) - John Burdon Sanderson Haldane

(2) - Albert Einstein

(3) - Arthur Charles Clarke

Ciencia Ficción barata y buena

Siendo parte del mundo sin saberlo,

la literatura previa a la letra,

la verdad del tiempo se compenetra

generando espacio para entenderlo.

Existe un mundo de símbolos en red,

Real sin dejar de ser virtual, caótico

Sin desistir de ser humano o exótico.

Capaz de tranquilizar mi hambre y mi sed.

Separando animal y hombre para bien.

Y generando un puente hacia un futuro

Donde la sorpresa era algo seguro,

ilimitado y mi conciencia era rehén.

Mi imaginación era un refugio. El espacio

Y el tiempo construyeron mi palacio.

Dedicado con amor y reconocimiento a Luis García Lecha, (Clark Carrados, Glenn Parrish), Ángel Torres Quesada, (A. Thorkent), y Juan Gallardo Muñoz, (Curtis Garland).

Un "laboratorio" homeopático, o mejor dicho, una guarida de delincuentes

Un millón de dólares, el "Che" Guevara y la estafa homeopática. Y van.

En varias oportunidades he denunciado que la homeopatía es un fraude y que además, es un fraude peligroso. Hace un tiempo, personas que respeto por diferentes razones, ya sea sentimental o intelectual o ambas, me han preguntado: ¿por qué hacés esto?

No estoy muy seguro. Me parece lo correcto.

Y en realidad no es mesianismo ni nada que se le parezca.

Es un problema de tolerancia. Tengo baja tolerancia a la estupidez, y menor aún a la maldad (quizás eso explique por qué no tolero personas que realizan sus funciones con más inquina que tino.)

La gran mezcla

Si Ud. disiente de mi afirmación de que la homeopatía es un fraude, puede ganar un millón de dólares simplemente atendiendo los videos incluidos al final.

Si la homeopatía que Ud. va a comprar es tan buena, ofrézcale a su homeoestafador de confianza esta oportunidad.

¡Hágalo millonario! ¡Cuanto antes se haga rico, antes dejará de estafarlo a Ud.!

Aunque de esto último no estoy tan seguro...

Porque, ¿cómo quedarse afuera de un negocio tan grande? ¿Cómo resistir la tentación de lucrar y prosperar a costa del sufrimiento y la desgracia y el miedo ajeno?

No se preocupe amable lector: los "homeomematas" no han dejado el negocio.

Más aún: han decidido que su método mágico, ese que permite convertir el agua en la curación de todas las enfermedades, también curará, por cierto, la gripe A. (Todas las gripes en realidad, ya que no es gente que discrimine, aunque no vemos a la gente de la F. de Química explicando lo que veremos en el enlace que sigue a continuación).

Este timo es tan evidente que ni siquiera voy a explicarlo más allá de lo que ya he hecho otras veces. Simplemente remito a Uds., amables lectores, al artículo publicado en la Wikipeda.

No necesito que me crea. Vea el video al final del post, pero antes lea el enlace de Wikipedia. La estafa queda develada si sólo sabe leer.

http://es.wikipedia.org/wiki/Oscillococcinum

Ganar dinero con la homeopatía - y en esto los químicos son culpables hasta por negligencia o silencio cómplice - es un delito, o en todo caso lo sería si los perpetradores fuéramos Ud. o yo; pero ya sabe, aquellos que tienen conocidos influyentes o grandes sumas de dinero a su disposición, tienen más posibilidades de eludir las consecuencias.

"¿¡Qué me importa a mí lo que le hacen a Ud., lo que Ud. compra o hace!?"

(Me remito con esto a un suceso ocurrido a un médico que no es muy conocido como médico, pero algunos de Uds. saben a quién me refiero.)

El médico revolucionario

Bueno. Ernesto "Che" Guevara tiene algunas frases en su haber que me han hecho pensar más de una vez.

En lo que pensó podía ser el último mensaje a sus hijos escribió:

"Si alguna vez tienen que leer esta carta será porque ya no esté entre ustedes. Casi no se acordarán de mí, y los más chiquitos no recordarán nada. Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones. Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica, que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo importante. Sobre todo sean capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario".

Cada frase me resulta más impactante que la otra:

"Para mí, que no soy creyente, tu manera de vivir me da ganas de que la fe sea verdadera. El contagio empieza por ahí"

Y mejora con el tiempo, (es mentira que los revolucionarios deben ser jóvenes, sólo deben mantenerse pensando).

Ante una carta en la que una mujer intentaba de todas formas mostrar un parentesco lejano:

"No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo somos compañeros, que es más importante".

Por supuesto que generalmente las personas no entienden que se puede estar en desacuerdo sin matarse unas a otras, y eso vale incluso para el mismísimo Che - así como para ciertos personajes inspectivos que mencionaba antes, quienes convierten su función en una orgía de venganza que no les permite reconocer nada bueno en sus vidas miserables.

"Se dice lo que se piensa, y se hace lo que se dice".

Una reflexión final:

No desespere Ud., amable lector.

Es un buen mundo el que tenemos, (más allá de los políticos, los gomierdantes y algunas personas), simplemente requiere un poco de trabajo extra.

Espero que este artículo aclare algunas cosas. Quizás algún día veamos con asombro cómo los impunes homeópatas y astrólogos que envenenan las cabezas de las personas - como los fabricantes de tabaco envenenan los pulmones o algunas personas la educación - reciben su justo y merecido castigo.

Use Ud. su cerebro, pero con cautela: puede hacerse adicto.

Además, use sus valores sin cautela: seguro terminará siendo mejor persona.