(Ese perfume sutil… el movimiento percibido por el rabillo del ojo….un sonido al borde mismo de nuestra audición… la piel que se eriza sin aparente razón…)
Ahora lo se, allí están, en el borde mismo de nuestros sentidos, en la periferia de la razón. Desde aquí, desde este lado de locura, desde aquí nos invaden.
OCTUBRE 2002, MONTEVIDEO, DOMINGO A LA MAÑANA, CARRERA DEL PATRIMONIO…
Por esos días corrimos la única (hasta dónde yo sé)
Carrera del Patrimonio que se ha realizado. Largamos frente al Estadio Centenario, dimos unas vueltas por algunas calles que no conozco (soy de San José, qué le vamos a hacer…), tomamos por 18 de Julio y la llegada fue frente a la Intendencia Municipal.
Imaginemos entonces un domingo de mañana, 18 de Julio casi vacía, la sentíamos toda para nosotros, corriendo, disfrutando… Yo –como siempre- en el pelotón del medio …
Cruza “18” un señor (gordito, sin discriminar, en serio), termo y mate, nos mira y grita –“che, para qué corren si ya perdieron”
Pobre, no sabe que todos ganamos.