UNA GUERRA CON METAS CLARAS: UN RÉGIMEN SALAFISTA—Y EL FIN DE LA PAZ ENTRE EGIPTO E ISRAEL . Los terroristas armados que mataron el domingo último a 16 soldados egipcios, hirieron a otros siete, robaron dos vehículos militares e intentaron irrumpir con ellos hacia el vecino territorio israelí para perpetrar allí un atentado, no tienen un único objetivo. Además de la imposición de un régimen salafista de Islam fundamentalista del estilo originado en Arabia Saudita, buscan complicar a Egipto en su frontera con Israel, lograr que estalle al menos una guerra limitada entre ambos países y con ello, hacer que se desmorone el acuerdo de paz israelo egipcio suscripto en marzo de 1979. Diversos expertos israelíes, como el analista militar Ron Ben Yshai, se han manifestado al respecto en la última jornada, viendo claramente los diversos tentáculos con los que intentan atacar desde el norte del Sinaí. Quizás confunda a quien no está interiorizado en los matices que dividen el mundo del Islam y por ende coloca a todos en el mismo cesto. Pero el flamante Presidente egipcio Muhamad Mursi de los Hermanos Musulmanes, por más que en diversas partes de Occidente haya despertado preocupación su elección, es visto por cierto por los grupos jihadistas que pululan en el norte del Sinaí, como demasiado moderado. Y en efecto, la Hermandad no abraza a la Jihad Global, tiene una agenda local egipcia y su carácter islámico, que es por cierto evidente, no apoya en general los métodos terroristas violentos que sí caracterizan a quienes el domingo último mataron a 16 soldados egipcios e hirieron a otros siete en el Sinaí. En Egipto ya ha habido manifestaciones furiosas contra los responsables e inclusive acusaciones contra el gobierno de Hamas en la vecina Gaza, ya que según el jefe de la Inteligencia militar egipcia, los responsables fueron al parecer , entre otros, elementos jihadistas palestinos llegados de Gaza junto con apoyo local en el Sinaí. Eso no impidió que los Hermanos Musulmanes-aunque sin citar su propio representante, el Presidente mismo- acusó al Mossad israelí de haber cometido el atentado, alegando que si del lado israelí finalmente no hubo muertos es “porque los israelíes sabían lo que iba a pasar”. Pues Israel sabía en términos generales que había información de Inteligencia sobre un atentado en camino, sin datos precisos.Pero la información al respecto fue compartida con Egipto, que no hizo suficiente caso al respecto. Es más: el periódico “Al Ahram” informó ayer que la defenestración del General Murad Muafi, Jefe de la Inteligencia, se debió a que colocó a Mursi en situación incómoda al confirmar oficialmente que Egipto había recibido información sobre el ataque en camino. Mursi, de hecho, se encuentra en esta guerra contra el Jihad Global, del mismo lado que Israel. Regímenes salafistas claramente antisemitas y opuestos a la existencia misma de Israel, amenazan también a los regímenes árabes que no tienen como agenda la creación de “emiratos islámicos”. En este sentido, Mursi es blanco. Pero otro de sus claros objetivos es hacer todo lo que esté a su alcance, para precipitar el derrumbe del acuerdo de paz entre Egipto e Israel, suscripto en marzo de 1979. Y no es sólo cuestión de ideología, sino una clara implementación de tácticas bien estudiadas por los extremistas, para tratar de plasmarlo en una realidad. Basta con imaginar qué podría haber sucedido si los dos blindados egipcios robados por los terroristas tras matar a los 16 soldados, hubieran logrado no sólo irrumpir a la vecina frontera con Israel como lo hicieron, sino adentrarse en territorio israelí, matar tropas y civiles y quizás hasta llevarse secuestrados..bajo la bandera egipcia. Antes de aclarar todo y comprender que adentro había terroristas, podría haber estallado el fuego entre Egipto e Israel.
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