UN RESUMEN PARCIAL-A LOS 91 AÑOS DE EDAD- DE UNA VIDA CON DIFICULTADES…Y CON MUCHA FELICIDAD.
Susana, en su casa, con un objeto que encontro durante el exilio, en una tienda de antiguedades en Londres, con gran sorpresa
"No ofendo ni temo" , dice la inscripcion, alrededor del Escudo de Montevideo.
P: Susana, hace unos días usted fue declarada “Ciudadana Ilustre de Montevideo”….y la gente, que la quiere y aprecia, siente que fue formalizar un reconocimiento que usted se merece hace mucho..
R: A mí me parece que no lo merezco..
P: No diga eso Susana…la gente sabe lo que usted vale.Y aunque usted es auténticamente modesta, yo igual me atrevo a preguntarle qué significa para usted esta distinción.
R: Lo primero que quiero decir es que realmente creo que no me lo merezco. Y realmente no entiendo por qué..ya que me parece que hice lo que cualquier mujer normal hubiera hecho en la vida..No entiendo..lo digo de verdad. Además, ni me lo imaginé…nunca.
P: La Intendenta Ana Olivera dijo claramente que la distinción no se da a “la viuda de Wilson”, sino a usted por usted misma..pero claro que las cosas van juntas, porque por su condición de compañera de Wilson de toda la vida, usted vivió situaciones dramáticas en las que quedó resaltada su actitud, en las que se hizo notoria su personalidad …Fue un marco en el que usted destacó todo lo que es capaz de hacer.
R: Pero yo no veo dónde está mi mérito.El era un hombre extraordinario. Yo lo adoraba. Me acuerdo lo que me dijo cuando íbamos a subirnos a la avioneta…ya te lo conté en otra oportunidad..
P: Claro…y fue escrito…lo saben los uruguayos en general. “No podrás decir que te di una vida aburrida”..justo cuando estaban partiendo hacia el exilio…
R: Era un momento en el que estábamos sucios, una falta de higiene espantosa, sin sacarnos la blusa siquiera..pasando hambre.Entonces me dijo eso y claro que me hizo reir.Siempre tenía la frase oportuna para hacerme reir. Una vez en una estación en París un señor, un francés todo condecorado, nos dijo: “Perdónenme que los interrumpa , pero son italianos o españoles?”.Por qué, le preguntamos.”Porque nunca vi a nadie así reírse con esas ganas..”
P: Me acuerdo que una vez, hace años, de cara a un aniversario o del fallecimiento de Wilson o del regreso al país, Juan Raúl me mandó un artículo hermoso de César di Candia, que yo reproduje en el Semanario Hebreo, en el que decía que en Wilson “no era parte del rostro, sino del alma”…Hermoso..
R: Así es…
P: Susana, cuando cumpla 120 ya haremos el resumen de vida..pero en este recuento parcial, teniendo usted 91 años y medio-serán 92 en octubre- ¿qué es lo que destacaría?
R: ¿El resumen de mi vida? Bueno, una vida muy modesta…tuve la suerte de que Wilson y yo nos enamoramos..pero nunca me imaginé, por ejemplo, que me hicieran este reportaje, que alguien se podrá interesar por lo que yo pueda decir..Crees que se interesarán?
P: Yo estoy más que segura! Y recuerdo bien cuando usted me contó como conoció a Wilson, que a los 15 años le hizo una torta de cumpleaños y que eso era toda una osadía en aquel entonces…
R: Mirá cómo te acordás! Es verdad! Le pedí permiso a mamá y la torta la hice en un horno de primus..Mirá qué distinta era la vida entonces…No era el modernismo de ahora…
P : Usted me dijo antes , cuando conversábamos sin grabar, que usted siente que nació antes de la radio…algo así..¿verdad?
R: Me acuerdo que un día un tío mio que era importador, me llevó a su oficina y me hizo oir la radio. Fue toda una impresión! Creo que te conté que había unas monjas que dijeron “¿oiremos a los ángeles ahora?”.Fue impresionante oir la radio! Yo sigo siendo de la radio..lo que uno aprendió de chica es fuerte..Vivo prendida de la radio.Tele raramente veo..
P: Usted dijo que el acto en la intendencia iba a ser su última aparición pública. ¿Por qué?
R: Porque me encuentro imponente, porque yo misma me doy cuenta que he pegado un bajonazo espantoso…tengo casi 92 años. De toda la familia, del lado de mi padre y de mi madre, soy la que he vivido más.Pero tanta cosa linda me ha tocado vivir, que no me quejo..
P: Usted vivió una combinación especial de muchos momentos difíciles y de cosas muy buenas…Pero su resumen es positivo ¿verdad?
R: Claro…Una de las grandes tragedias de mi vida fue la Guerra civil española..Fue espantoso..Todavía me dura.Estaba contra Franco por supuesto. Fue muy duro., Me provocó tiradas de pelos, llantos..
P: ¿Por qué le tocó tan de cerca?
R: No sé..Me llegó al alma..Era un gobierno elegido por el pueblo y que un militar se levante contra el pueblo, lo tomé como algo terrible.Yo tenía 15 años y diría que fue el episodio histórico que más me tocó..Y por otra parte, de las alegrías que tuve, que tuvimos todos, fue la creación del Estado de Israel. Fue la última alegría de mi padre.Ya te lo he dicho otra vez..
P: Así es, lo recuerdo bien.Cómo le cambió la cara! Se estaba muriendo..y le dijimos que se había creado el Estado de Israel. Lecambió la cara! Al fin tienen su Estado…dijo feliz..
P: Y usted recuerda a menudo la visita que usted realizó a Israel muchos años después..
R: Aquello fue maravilloso! Si fuera más joven, si pudiera, volvería 20 veces a Israel. Fue divino. Nos tocó un arquitecto de guía. Nos llevó a los lugares Sagrados.. Me gustó todo, la gente, los lugares…conservo un recuerdo inolvidable de ese viaje.Tengo recuerdos también muy lindos de España y Francia.Diría que Israel, España y Francia, son los países que más me tocaron el alma.
P: Y Wilson,que sentía toda esa cercanía especial, esa amistad por Israel ¿también sintió que el viaje le cambiaba algo, que le aportaba algo nuevo?
R: Ay, si! Nosotros disfrutamos como locos.Fue divino.De eso no me olvidaré nunca. Cuando éramos novios Wilson me había prometido llevarme a Guernica –la ciudad mártir de los bombardeos alemanes-, a Israel y a Capri. Y a los tres lugares me llevó.
P: Y a muchos lados más…
R: Así es..pero a esos me había prometido cuando éramos jovencitos..
P: Susana, no fue el noviazgo con Wilson lo que la acercó a los blancos…ya era de antes la cosa ¿verdad?
R: La familia de mi madre era Colorada, la de papá era blanca pero él se había hecho batllista.Sin embargo, la señora que cocinaba en casa fue la que me hizo blanca. Me llevaba al cuarto a escondidas ,me mostraba la foto de Aparicio Saravia y gritábamos las dos “Viva Aparicio Saravia!”, a escondidas de papá y mamá…Mi origen blanco viene de ella en realidad..
P: Eso sí que es original…Susana, volvamos a los resúmenes parciales..Es una gran cosa que a pesar de todos los momentos difíciles que usted pasó, su resumen sea positivo..
R: Absolutamente. Tuve una niñez y una juventud impresionantes, felices, mimadas por los padres y abuelos.Y los momentos difíciles supe encararlos.Me acuerdo que cuando vino el golpe de Estado, yo estaba sumamente tensa, la huida fue espantosa..Fuimos a dar a un lugar donde vendían comida casera.En el momento de hablar, me explotó un llanto que había mantenido contenido durante días. Me acuerdo que la chica me agarró la mano y me dijo: “Todos tenemos nuestra cruz.Hay que saber llevarla”. Y tenía razón.Era una chiquilina jovencia. Esa frase me sirvió para seguir adelante.
P: Hablando de la parte difícil ¿hubo momentos en los que temió directamente por su vida, por la de Wilson, en los que pensó “de esta no salimos”?
R: Ah,si! También por la de Juan Raúl.A ellos les salvó la vida Eddy Kaufman..increible cómo se las arregló..
P: Eddy Kaufman, muy apreciado, es argentino israelí, profesor universitario en Israel y en Maryland, Estados Unidos…y usted se refiere al papel clave que jugó cuando era el representante de Amnistía internacional en Londres…y Wilson y Juan Raúl, después del asesinato de Michellini y Gutiérrez Ruiz en Buenos Aires, corrían peligro de ir por el mismo camino…Eddy logró intervenir de modo que los salvó por poco..
R: Así es..impresionante..Eddy les salvó la vida a Wilson y Juan Raúl. A él les debíamos la vida de ambos. Fue un milagro,increíble cómo se portó, un milagro de Dios..
P: Y muchos años después, volvió al país..pero todavía no sentía que había pasado el peligro..
R: Claro que no..yo volví aterrada..Oí una conversación de Juan Raúl con uno de los Olimareños y paré la oreja. Decía que volvían. Me habían ocultado todo.Cuando yo sacaba el tema y preguntaba cuándo volvíamos , esquivaban, se las arreglaban diciendo que están muy cansados, que después de me contestan…..Casi me muero..Me dio pánico.La verdad que la llegada fue espantosa. Recuerdo lo terrible que fue la primera visita que le hicimos a Juan Raúl en la cárcel..Tenemos que cerrar los ojos y no pensar más en eso.
P: ¿Recuerda el momento en el que sintió que había pasado el peligro?
R: Si, cuando los liberaron..Era una cosa que no podía creer..No lo podía creer.Había razado tanto, y llorado tanto…Espantoso.
P: Pero el peligro iba más allá del riesgo personal de Wilson y Juan Raúl. Era por la situación del país…
R: Claro…claro! Es que además, teníamos el orgullo de decir “en Uruguay esas cosas no pasan”. Era una cosa impresionante…Recuerdo cuando veíamos a los exiliados en el exterior..cómo levantaban la cabeza orgullosos cuando decían “yo soy uruguayo”…pero ahí estábamos pasando el momento más espantoso .Qué horrible que fue…”En Uruguay eso no pasa”..lo decíamos hasta el momento en que tuvimos que subir arrastrándonos al avión..Pero pasó.
P: Uruguay siempre fue muy distinto en muchas cosas…muy republicano y sencillo…
R.Es verdad. Me acuerdo que una vez la estación de ferrocarril se prolongó hasta Punta del Este.Ibamos a la estación porque era novelería ver salir el tren.De repente paró allí un auto, un hombre bajó corriendo y se trepó al tren…cuando el tren ya caminaba.Y nosotros dijimos “ay, casi pierde el tren el Presidente”.Había ahí unos argentinos que preguntaron “presidente de qué es?” .”Del Uruguay”, contestamos…Era Juan José de Amézaga. Se rieron. “Por qué se ríen?”, preguntamos .”Porque un Presidente tiene que tener un vagón para él solo, y el tren tiene que esperarlo”..”Pero aquí es distinto”, dijimos nosotros..”Aquí naides es más que naides”. Y es cierto.Aquí nadie es más que nadie.
P: ¿Qué es lo que más le gusta de Uruguay Susana?
R: Eso, que nadie es más que nadie.Es lo que más me gusta. El trato de la gente.Veo que en otros países nos tienen muy en cuenta en cuanto a la simpatía del uruguayo al recibir al extranjero. Así dicen…
P: ¿Y de Montevideo qué le gusta en especial?
R: Montevideo es divina..toda me gusta.¡Cómo la extrañaba!.Con Wilson hacíamos exámenes , cuando estábamos exiliados..”Si vas por 18 y estás en tal esquina..la próxima ¿Cómo se llama?”—Era para no olvidarnos. Nos tomábamos los datos, para no equivocarnos en las calles y la gente…
P : Los años difíciles, los momentos duros del exilio y los peligros ¿le dejaron enseñanzas positivas?
R: Claro que no tener una vida fácil a uno le hace bien porque uno lucha en todo momento tratando de levantar cabeza, de no dejarse vencer por la nostalgia espantosa. Hay veces que se extraña de una manera espantosa.Pero hay que marchar para adelante. Vimos médicos uruguayos que habían hecho su carrera , despachando tazas de café y lavándolas…en Barcelona,lo recuerdo..O h haciendo barquitos de papel y vendiéndolos en la playa. Pero todos supieron llevar con dignidad el asunto y hacer frente.No había más remedio.
P:Susana ¿nunca pensó en escribir un libro?
R: Noooo..
P: Haga de cuenta que la estoy grabando para un libro..¿Qué contaría?
R: Bueno, la primera etapa fue de felicidad total.Era una niña que no tuvo ningún problema, siempre muy mimada.Tuve un abuelo excepcional que me llevó a ver a Gardel cuando tenía 7 años.Tenía nietos mucho más grandes pero me eligió a mi , me llevó de la mano y fuimos al Solís a ver a Gardel. De eso no me olvido..
P : Qué envidia..!
R: Fue todo un acontecimiento! ¿Qué más te podría contar? He tenido mucha suerte con todos los allegados..con mi marido, con mis hijos, mis nietos..no me puedo quejar.Lo que no me gusta es tener 92 años.A eso no me resigno.Es que yo era muy independiente, me hacía todo yo sola..era muy salidora, de caminar mucho..
P: Bueno Susana, estará ahora más flojita..pero los lleva divino…
R: Ahora siento que una va barranca abajo..cuesta abajo en la rodada, como dice el tango..
P: No diga eso..Los lleva bien en el corazón sus años, que es lo principal.Y hasta tiene bisnietos..en el acto estaba su hija Silvia con Juan Manuel, dormidito en brazos..
R: Así es.Y tengo bisnietos también de mi hijo Gonzalo..en realidad, una bisnieta.Nunca soñé tener tantos..
P. Y ahora vive con sus nietos Wilson y Sofía…qué gran cosa, no?
R: La verdad que si..Yo viví muchos años sola, pero Juan Raúl me trajo muy generosamente a su casa..porque ya no estaba realmente para vivir sola..
P: Es que la adora----y la quiere cuidar..
P: Su nieto Wilson no la hace acordar de su esposo, con ese porte y esa pinta?
R: Si, la verdad que sí. Yo te había contado cómo lo conocí…
P: Cuando alquilaron la casa del fondo…
R: Así es..Alquilaron la casa del fondo y las que alquilaron, que eran de mi edad, o sea las hijas, me decían “tenemos unos primos de Cerro Largo”...
P: Y que les gustaba el mayor para usted..pero a usted le gustó el menor, Wilson..
R: Así es! A mi me gustó Wilson.
P: Yo al mayor no lo vi ni en foto, pero con el menor tenía razón!
R: Era macanudo, pero a mi me gustó enseguida el menor…
P: Usted me contó que una vez cuando la gente le tocaba bocina a Wilson y lo saludaba, que él dijo que cuando se muera nadie lo recordará…pero no fue así..
R: Si…”al año de muerto no se van a acordar de mi”, me decía…
P: Y en realidad, cuando a uno lo recuerdan, no termina nunca de morir…Tantos años después de su fallecimiento ..sigue estando muy presente ¿verdad?
R: Es cierto.Y yo lo extraño cada día más..Y él nunca se habría imaginado que lo recordarían así. Es que era muy modesto.Yo recuerdo que en Punta del Este, en uno de esos lugares en los que se reúne la gente a tomar el té…había una pareja de españoles exilados, que a mi me encantaban.Los veía solitos..Y yo le decía a Wilson “por qué no vas tú y les conversás, que tenés esa simpatía natural..”..Y él decía que no, que les debe dar horror que se les acerque un extraño.¿Sabés quiénes eran? Rafael Alberti y Marta León, nada menos!
P: El poeta…qué fuerte!
R: Si…estaban solitos en una mesa..Estaba exiliado durante la guerra civil española…
P: Susana..¿siente que vivió su vida como hubiera querido?
R: Bueno,,,,en aquella vida era todo totalmente distinto. No sé…yo muy feliz..pero en realidad, el noviazgo…si nos sentábamos en el sillón,siempre había alguien acompañando…Deciamos que era como comer dulce de pera.Las parejas no estaban solas nunca…Qué horrible! Y yo tuve un noviazgo de cinco años. Siempre había alguien de la familia, el padre, la madre, el hermano..
P: Se oye a menudo la frase “todo tiempo pasado fue mejor”..Usted recuerda la vida años atrás y ve la de sus nietos jovencitos, hoy.¿Está de acuerdo con esa frase?
R: No, creo que no.Cada etapa tiene sus cosas..Yo fui una niña y una jovencita muy feliz..Estoy pensando si tuve alguna vez algún disgusto pero creo que no…
P:Usted me dijo una vez “Wilson era más bueno, yo era más rencorosa..”..
R: Ay si..es cierto..
P: ¿Guarda rencor por alguien?
R: Mucha gente,cuando Wilson figuraba siempre estaba en primera fila.Y cuando vino el golpe de Estado se olvidaron de él. Ni una llamada telefónica, ni una cartita de adhesión…nada…Te mentiría si dijera que no lo recuerdo…a los “amigos”infieles..Pero también recuerdo a los fieles…
P: Susana, cuando nos vemos usted siempre me comenta lo que yo ya sé, de su cariño especial por la colectividad . comentando sobre judíos que en distintas circunstancias se cruzaron con ustedes y supieron ayudar…
R: Así es.En realidad, lo heredé ya de mis abuelos, que tenían admiración por el pueblo judío.¡Las cosas que han sobrevivido! En mi casa, siempre había admiración…mis abuelos,mis padres, y Wilson..Realmente, siempre hemos recibido ayuda de judíos…
P: Se ve que uno cosecha lo que siembra…Yo le agradezco la alegría y el honor de esta entrevista Susana. Y la termino con un abrazo enorme..que en papel no sé si se sentirá con el cariño con que se lo doy personalmente. Gracias, muchas gracias.
R: Ay Ana…me encantó..Muchas gracias a ti.
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