acerca de patrimonios varios
algunas reflexiones sobre nuestros "lugares de la memoria"

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22.09.2008 15:48 / MIS ARTICULOS

MARINA EN LA BAHIA DE COLONIA DEL SACRAMENTO (I)

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1761: CON CEVALLOS, NACE EL "REAL DE SAN CARLOS"

El 12 de febrero de 1761, las coronas de España y Portugal firman el Tratado de El Pardo, anulando el Tratado de Madrid (enero-febrero de 1750), en el que se había acordado la "permuta" de Colonia del Sacramento por las tierras de Río Grande y el área ocupada por los siete pueblos de las Misiones situadas al oriente del río Uruguay (1). Los portugueses podían seguir entonces en posesión de la Colonia del Sacramento -que no habían abandonado-, pero en los españoles alentaba un espíritu de reconquista que el gobernador Cevallos encarnaba a la perfección. Ya en enero de 1761 había conminado al gobernador portugués a desalojar las chacras y estancias que daban sustento a la plaza fuerte, y en los primeros días de junio establece en lo que luego se conocerá como "Real de San Carlos", la base de operaciones desde donde desplegará su estrategia de cerco y toma del bastión lusitano,

Elige el lugar con aplicación de buena estrategia militar, y pone especial cuidado en la logística de apoyo, al asegurar un sitio adecuado para el arribo de sus embarcaciones. El 5 de octubre comienza el cañoneo, el 11 se abre brecha en la muralla y el 30 de octubre la plaza fuerte capitula (2). Pero otro tratado vuelve a reconocer la posesión portuguesa, y en setiembre de 1762 Cevallos recibe la orden de devolución, que cumplirá en lo que hace al área amurallada... previa demolición de cuanta piedra había agregado para su reconstrucción.

Muchas cosas volvieron atrás, pero el asentamiento del Real marcó un mojón de referencia que determinaría hasta nuestros días, la lógica de ocupación del arco de la bahía bajo una tensión bipolar: en un extremo, el borde de la península donde los portugueses se instalaron en 1680; en el otro, "la cabeza de playa" desde donde Cevallos intentó y logró, en 1761, desalojarlos. Allí donde la capilla de San Benito da todavía testimonio de aquella ocupación que se supuso transitoria.

NOTAS:

(1) Las Coronas de España y Portugal empezaron a trazar sobre el terreno las nuevas fronteras resultantes del Tratado de "Permuta". Desde el arranque surgieron dificultades, pero encontraron el escollo mayor en el levantamiento de los guaraníes misioneros; y ello supuso "tales y tan grandes dificultades", que once años más tarde, todo tendría que ser anulado. Vale transcribir el párrafo inicial del Tratado de El Pardo, donde "los serenísimos reyes" exponen sus razones:

"EN EL NOMBRE DE LA SANTISIMA TRINIDAD. Los serenísimos reyes de España y Portugal viendo, por una serie de sucesivas experiencias que en la ejecución del tratado de límites de Asia y América, celebrado entre las dos coronas, firmado en Madrid á 13 de Enero de 1750, y ratificado en el mes de Febrero del mismo año, se han hallado tales y tan graves dificultades, que sobre no haber sido conocidas al tiempo que se estipuló, no solo no se han podido superar desde entonces hasta ahora á causa de que siendo en unos países tan distantes y poco conocidos de las dos cortes, era indispensable dependiesen de los informes de los muchos empleados; de una y otra parte á este fin, cuya contrariedad nunca ha podido deducirse á concordia, sino que han hecho conocer que el referido tratado de límites, estipulado sustancial y positivamente para establecer una perfecta armonía entre las dos coronas y una inalterable unión entre sus vasallos, por el contrario desde el año de 1752 ha dado y daría en lo futuro muchos y muy frecuentes motivos de controversias y contestaciones opuestas á tan nobles fines..."

(2) Ese hecho tuvo un desenlace digno del mejor recuerdo. Cuando da Silva da Fonseca capitula y entrega la plaza, Cevallos le otorga un honor muy especial, tal como consta en el acta de la fecha: "por la honrosa defensa que se ha hecho, se concede salir a embarcarse por la puerta del Colegio con sus armas, banderas desplegadas, balas entre los dientes, mecha encendida, y los tambores batiendo...". No era un honor frecuente. Algo similar había ocurrido en el año 1620 en Holanda, cuando la rendición de Breda. En su famoso cuadro, Velázquez inmortalizó el momento en que el general de los ejércitos españoles recibe la llave de la ciudad, evitando con su gesto toda humillación del general derrotado. No tuvimos nosotros un Velázquez para el gesto de Cevallos... pero no es razón para que lo olvidemos.

IMAGEN DE PORTADA: la bahía de San Gabriel, con los dos polos históricos: la plaza fuerte portuguesa en la península y el asentamiento militar de Cevallos en el Real de San Carlos.



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