acerca de patrimonios varios
algunas reflexiones sobre nuestros "lugares de la memoria"

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22.09.2008 15:47 / MIS ARTICULOS

MARINA EN LA BAHIA DE COLONIA DEL SACRAMENTO (II)

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1908-1917: LA "CIUDAD BALNEARIA" DE NICOLAS MIHANOVICH EN EL "REAL DE SAN CARLOS"

En 1864 aparecen en escena dos inmigrantes que harán historia (aunque la de uno de ellos esté casi olvidada): el vasco francés Saturnino Ribes y el croata -y súbdito entonces del imperio austro-húngaro- Nicolás Mihanovich. Aquél asentado en la ciudad de Salto, éste en Buenos Aires. Ambos empiezan de cero y en poco tiempo están al frente de las dos empresas navieras más poderosas de la región, una vez vencida la competencia de otras flotillas que disputan la demanda creciente del transporte fluvial y de cabotaje. En la última década del 800 esa competencia sin tregua lleva a la quiebra a las empresas más débiles, emergiendo con más fuerza la "Sociedad de Navegación a Vapor" -ahora Sociedad Anónima- de Mihanovich y la "Mensajería Fluvial a Vapor" de Ribes. Ya casi monopolizado el mercado, deciden dividir sus áreas de influencia, por lo que podrá Ribes -dueño de la navegación en el río Uruguay- sacar el mejor partido de sus astilleros salteños, donde trabajan 500 personas. Pero no llega a ver el fruto de sus acuerdos, muriendo en 1897.

Tras el sonado "testamento de la piolita", el emprendimiento de Ribes se va diluyendo, terminando en manos de Mihanovich. Libre de toda competencia, su empresa -que hacia 1909 se convertirá en anglo-argentina- puede complementar las inversiones en buques, astilleros e infraestructura portuaria, con otras, en un campo que empieza a crecer en todo el mundo: el turismo (todavía de élite). Construye entonces en Buenos Aires el Hotel Palace y proyecta realizar en la costa uruguaya su emprendimiento más audaz: un centro balneario al estilo de los que brillaban entonces en Europa. Una intención que Piria ya estaba concretando, inaugurando su primer hotel en 1904, y que en Montevideo daba pie al nacimiento de Carrasco y su hotel emblemático.

Mihanovich no descarta Punta del Este, en cuyo desarrollo se involucra, pero se decide por la costa coloniense, más próxima a Buenos Aires. Elige el lugar sin que conste el menor interés en la ciudad histórica; un interés que en aquellos años nadie tenía (justamente, cuando en 1910 se inaugura el complejo, la casa de los gobernadores portugueses -todavía en pie-, está a punto de ser demolida...). ¿Qué llevó a Mihanovich a elegir ese lugar, el Real de San Carlos, casualmente el mismo que 150 años antes había elegido Cevallos para instalar su base de operaciones? Entre todos los factores que seguramente incidieron en su decisión, uno es muy obvio: elegida la bahía, era ese el mejor lugar para construir el muelle, parte esencial del complejo, pues allí llegarían sus buques transportando a los usuarios de su "ciudad balnearia".

El resto de la historia es conocida. A poco de iniciado, prohibidas las corridas de toros y pesando un impuesto disuasivo de las autoridades argentinas a los potenciales viajeros, el emprendimiento colapsó. Del escenario proyectado -del que da pálida cuenta la imagen de portada-, sólo quedan construcciones aisladas que se espera algún día poner en valor (caso ya concretado en el hotel, ahora con destino educativo).

Una de ellas, el largo muelle de madera, da hoy una imagen de ruina total. Pero creo que sería una apuesta sin riesgo el ver construir en ese entorno, en un futuro bien próximo, ese puerto de yates que en la última década se ha convertido en proyecto itinerante, sin lograr fijar amarras. Pues tendrían un buen sitio allí, en el Real, donde estuvieron Cevallos y Mihanovich, sabiendo bien lo que hacían.



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