Frontera Norte (Ruben Abrines)
notas y propuestas políticas de actualidad, relatos

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30.07.2021 18:24 / artículos publicados

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“ Dios los cría y ellos se juntan”                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

En eso de la construcción de la democracia en la Republica con un botín más grande en el Uruguay desde más temprano que muchas otras naciones en el continente y en el mundo.

Una noche de otoño de este año con la señora Elodia Machado, ella desde su establecimiento rural, hogar y propiedad familiar en Tres Puentes, Rivera, conversábamos con motivo de un librito que edité llamado Parada Esperanza.

Tengo afición por el relato escrito, nunca supe si el relato oral entra en alguna categoría de la literatura.

No olvidé aquella charla y aquel pedazo de vida de mujeres y hombres de palabra y de esa rica historia para mi desconocida.

Busqué en el celular el texto donde ella me escribió: su amigo estuvo acá por lo menos un año.

Otro día por el placer y no desperdiciar, no privarme del contacto con esta mujer, frontal, culta curiosa, memoriosa, quise saber más.

Le escribí más o menos así. 

Me propongo rescatar en tiempos de caballadas flacas del sistema político en el Uruguay del siglo XXI como mujeres y hombres fueron construyendo las fortalezas democráticas desde sus distintas corrientes de pensamiento universal manteniendo diferencias y lealtades inquebrantables y amistades de por vida de solidaridad.

Y agregué.

Si estaba dispuesta a hurgar en sus recuerdos de muchachita en esas soledades pobladas de su juventud.

Lo hizo con generosidad y con la picardía política como cuando narra una mujer que se hizo entre tareas de campo y en idas y vueltas entre varias ciudades.

Dicen que la curiosidad mata al gato.

Me situó en el tiempo en que Rodney Arismendi, sus amigos batllistas y algunos nacionalistas eran perseguidos políticos por el autoritarismo, la voracidad excluyente de los codiciosos fundamentalistas salidos del residuo pos feudal vacuno terrateniente, era un revolcadero de las ambiciones de los hombres públicos.

Voy a tomar sólo los nombres Rodney Arismendi y Alberto Pérez, éste nacido en Achar, Tacuarembó y el otro en Rio Branco, Cerro Largo.

De sus largas trayectorias militantes comunistas quiero destacar en este relato.

 “Los desafíos de la época a la teoría y la revolución”.

Rodney Arismendi.

Mucho antes de escribiera estas frases que fueron parte de unos de sus más importantes trabajos políticos, teórico ideológico, quiero compartir un episodio lejano que nadie pondrá en sus biografías.

Pasarían algunas décadas y un día en Europa Arismendi ante un auditorio de científicos, eruditos e investigadores marxistas de gran parte del mundo se presentaría a sí mismo, así:

“Permítaseme que yo, modesto militante revolucionario, de un pequeño país, diga que ante los comunistas, como científicos y como revolucionarios, aparecen acuciantes, muy graves desafíos.

Desafíos de la investigación, desafíos de la generalización científica, desafíos, de una praxis revolucionaria mundial, a veces insólita y siempre variadísima.

Frente al mundo de hoy no hay recetas.

Poseemos una teoría un método… 

Como por arte de magia se coló Arismendi, el cuarto, la ventana, el pedazo de campo, desde donde vio pasar varias estaciones días y noches cobijado por sus amigos batllistas.

No sé por qué la tuteo y ella me habla de Ud.

¿Ud. sabía que le contó en Moscú al Viejo Pérez, Rodney Arismendi, cuándo muy joven en su calidad de perseguido político igual que muchos de mis familiares?

No.

Ocurrió cuando veía el mundo a través de los vidrios de una ventana en unos campos en Tres Puentes aún siendo muy joven, perseguido, no sé si fue un rato antes o durante la dictadura de Terra.

A pesar de estos pesares se construyó la sociedad que alcanzamos, agrego yo, que no es comparable a ninguna de nuestros vecinos y mucho menos con otras naciones del mundo.

Sin dudas es la mejor.

Dios los cría y ellos se juntan.

Tuvieron de común estos dos hombres sus ideas de cambiar el mundo para sacarlo de la pre-historia de la humanidad.

Casi nada lo del ojo.

El Viejo Pérez hombre nacido en Achar, Tacuarembó, uno de esos mil y pico de caseríos y pueblos que tiene el Uruguay, con menos de la tercera parte hoy apenas viven allí unas 700 personas, su nombre se debe a una deformación de voy a hachar.

Ingenioso, pícaro, de profesión chapista, padre de muchas hijas e hijos, buen lector, memorioso, amante de la poseía, sagaz y experto haciendo política en la frontera, dirigente Comunista y Secretario general en Rivera.

Entre otras cosas, con otros muchos riverenses, fundador y organizador del primer acto en el interior del FA.

Fue azote de jefes de policía y adversarios políticos y un experto entre expertos en trasgredir o interpretar autorizaciones para desarrollar actividades públicas en un lugar de frontera. Igual trasmitía una vuelta ciclista y hacia los comerciales.

Nunca hizo nada al pie de la letra.

Él adaptaba y se amparaba en las peculiaridades y habilidades de los habitantes fronterizos y adversarios.

Repetía: Una vez trazada la línea los cuadros resuelven.

Los dueños de las radios le rentaban pequeños espacios y cuando hacia su audición estaban con las orejas alertas, otros jamás le cederían un espacio ni pagando con todo el oro de Moscú.

Un polemista creativo, bardeaba por la radio a dueños de canales y dirigentes de todos los partidos con ingeniosidad, originalidad e ironías fronterizas.

Se jactó siempre diciendo que sus conocimientos y artes son fruto de haber hecho bien todos sus años en la mejor Universidad del país, la de Achar.

Tal vez por estas cosas y por esa personalidad el relato dice que se encontraron con Arismendi un buen día en el Moscú soviético de la URSS.

Dime con quién andas y te diré quién eres.

La nostalgia no viaja sola.

Estos dos hombres de la orilla del continente buscaron en la tibieza de sus nostalgias en medio del frio y la nieve, se acurrucaron en las extrañaderas del verde ondulado de la llanura de su tierras, sin el amparo de las sombras de los montes criollos, sin el aroma de bestias conocidas, sin el manso correr de las aguas de los arroyos, encontraron el tiempo de hacerse confidencias en estado natural.

Aquel estado natural del que hablaban los Bolcheviques en la Rusia del 17.

Ni a ella ni a mí nos interesa hablar de Rodney Arismendi, de lo que fue su vida pública ampliamente conocida dentro y fuera del país, tampoco que fue Secretario General de su Partido Comunista y uno de los más destacados dirigentes revolucionarios internacionalista latinoamericanos.

Se sabe, fue uno de los decanos del parlamento uruguayo.

Orador culto, insaciable lector, riguroso investigador del Marxismo, riguroso recreador del Leninismo, ajeno a los dogmatismos, enemigo implacable de los traficantes de los métodos de lucha de los pueblos contra el imperialismo, sin ser vegetariano.

Bien podíamos haberlos hecho.

Hasta hoy hay quienes no quieren saber nada de él, saben apenas que nació en Rio Branco, Cerro Largo.

Andar descalzo sobre las brasas de la persecución a los 20 años y ver el mundo desde una ventana de una pieza de estancia en un departamento fronterizo, siendo un perseguido y proscrito político, donde en el mismo tiempo cayó Baltasar Brum, fue perseguida Luisa Luisi, decenas de exiliados, puñados a la isla de Flores y los más a la clandestinidad y a la cárcel.

Aquel mocito refugiado y protegido por el abuelo Don Orestes Machado, el mismo que se quitó apellidos porque decía que no los precisaba, no lo consideraba un refugiado en su casa.

Estando allí recibió una de las primeras de las más de cuarenta requisitorias de la justicia por sus actividades políticas, hasta que la última dictadura lo echó del país igual que a su mujer Alcira Legaspi, con un pasaporte valido sólo hasta la llegada a Moscú la capital Soviética.

Arismendi fue de los últimos dirigentes que no se alojaba en hoteles o pensiones, lo hacía en casas de compañeros y amigos, y siempre se hacía tiempo y volvía a Tres Puentes para estar con sus antiguos amigos.   

Trotó y galopó por el mundo.

Se hizo baqueano en la Rusia Soviética.

Anduvo toda la recta de la perspectiva Nevski.

Cruzó todos los puentes de San Petersburgo, Leningrado, Stalingrado, hoy nuevamente San Petersburgo, después quien sabe.

Subió a la colina de Lenin acompañando a novios.

Bajó a las profundidades del metro de Moscú, que fue refugio seguro para millones cuando las bombas nazis destruían la vida de más de 30 millones de ciudadanos soviéticos.

Tal vez con el Viejo Alberto Pérez hicieron esto juntos.

Me sentiría un cobarde si acá no dijera que dos veces anuncié consternado la muerte del Viejo Pérez que no fue, ni la primera ni la segunda.

Mi vergüenza no termina.

El Viejo Pérez está arañando el centenar de años.

No hace tanto, no había pasado mucho tiempo de una delicada intervención quirúrgica y un día decía, me soltaron, con una bolsita de plástico colgada a un costado con una manguerita.

Así viajó a Rivera

Aquello me puso muy nervioso.

Él seguía hablando como si fuera otro cuando Isabel le echaba sopa a las tripas con una jeringa por ese caño.

No quería mirar.

Se burlaba porque había hecho sudar y confundido a todos los médicos.

De alguna forma los médicos siempre tienen la última palabra:

Alberto, admito, Ud. es un milagro de la ciencia.

Ruben Abrines Collins.

Parada Esperanza.

Costa Azul.

17.7.2021.




30.07.2021 18:22 / artículos publicados

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26 de julio 2021

 

No seré yo quien desapruebe cuando un montón de gente sale a las plazas y las calles a reclamar en ninguna parte del mundo.

Condeno, rechazo y combato a quienes se quieren llevar todo por delante en calidad de mano de obra servil.  

Conmigo no cuenten tampoco los que confundidos, arrastrados por la política del imperialismo norteamericano en Cuba, quieren echar abajo lo que está mal y lo que está bien en los años de sacrificios en la construcción de una nueva sociedad asediada, agredida y bloqueada por el imperialismo que aún mantiene una base cárcel militar en Guantánamo, territorio cubano.

No cuenten con mi simpatías ni antipatías por los dichos o reclamos de los cantantes de la que fue la nueva trova cubana hoy insatisfechos, dejo a ellos, como corresponde, encontrar sus respuestas y ojalá una luz cegadora no les oscurezca el futuro.

Soy agradecido y este 26 de julio quiero manifestar mi solidaridad con la mayoría del pueblo cubano, su legítimo gobierno y el derecho a dirimir el presente y su futuro como lo vino haciendo hasta ahora a un muy alto precio.

Fui y soy beneficiario de que mis hijos siendo muy pequeños fueran acogidos con su madre durante muchos años en el primer territorio libre de américa.

Fueran protegidos, alimentados, vestidos y educados y me los conservaran sanos y a salvo hasta mi salida de la cárcel del Penal de Libertad en Uruguay.

Nunca pertenecí ni perteneceré a esos grupos de mujeres y hombres del Uruguay serviles ideológicos y políticos y no pertenecí a  ninguno de los inevitables y bienvenidos procesos revolucionarios antimperialistas que saludé y con los cuales me solidaricé en el continente.

Hoy 26 de Julio ante un nuevo aniversario del asalto al cuartel Moncada, renuevo mi admiración de aquel hecho y sus principios y asumo como ayer que lo que fue una derrota por las armas, fue el principio y el salto histórico para que un día 8 de enero Fidel entrara en La Habana.

Hablo por mí.

No cuenten con mis simpatías y solidaridad puñados de emigrantes cubanos en el Uruguay, que se manifiestan en lugares no habituales del campo popular de todos los uruguayos cundo tenemos algo que reivindicar y expresar nuestra solidaridad por otras sociedades del mundo.

Hablo por mí.

Si hoy disfruto de mi hija e hijo y su madre envejece en su país con mis nietos, quiero en nombre de ellos y el mío agradecer los sacrificios y el pan que sacaron a sus hijos las madres y padres cubanos para dárselo a los míos.

Hablo por mí.

Esa revolución cuenta conmigo.

Esas cubanas y cubanos cuentan conmigo.

Los patriotas y mártires de la revolución cubana contarán siempre con mi reconocimiento y solidaridad.

Defenderé el derecho de esa revolución y del pueblo cubano que un día como el de hoy 26 de julio y por largos años, legítimamente ganaron el derecho a construir la sociedad que se les antoje, a reformularse todas las veces que sea necesario sin injerencias y sin tutelajes, sin agresiones, sin bloqueos, con las manos fuera del imperialismo norteamericano y los cipayos de la UE, y los ladridos de los serviles gobiernos entre otros el uruguayo.

“Para Cuba no existe otra alternativa que patria o muerte”. Fidel.

Los trabajadores Cubanos en su congreso agregaron para siempre:

Patria o muerte venceremos.

Así sea.

Sigamos.

Parada Esperanza.

Costa Azul.

Ruben Abrines Collins.

26.7. 21.




30.07.2021 18:20 / Relatos

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     Relatos en tiempo de pandemia.

 

Estuvimos ahí

Existe ese amor.

Es marcela en flor de los arenales.

Hace tibios los amaneceres.

Brilla en las noches obscuras.

Sin hambre de amor

Con hambre de amor.

No hay amor

Sin libertad.

Sin dolor.

Y sin llanto.

Sin miedo al abandonado.

Es Fantástica.

Soñadora.

Sinceras hasta la crueldad.

Una ingenua mariposa.

Sin tiempos de reclamos.

Ama la vida.

Ama el amor.

No me eligió.

No la elegí.

Estuvimos ahí.

No llegamos juntos.

Estuvimos ahí.

Parada Esperanza.

Costa Azul.

Invierno.

Julio 2021




30.07.2021 18:18 / artículos publicados

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     Relatos en tiempo de pandemia.

 

Estuvimos ahí

Existe ese amor.

Es marcela en flor de los arenales.

Hace tibios los amaneceres.

Brilla en las noches obscuras.

Sin hambre de amor

Con hambre de amor.

No hay amor

Sin libertad.

Sin dolor.

Y sin llanto.

Sin miedo al abandonado.

Es Fantástica.

Soñadora.

Sinceras hasta la crueldad.

Una ingenua mariposa.

Sin tiempos de reclamos.

Ama la vida.

Ama el amor.

No me eligió.

No la elegí.

Estuvimos ahí.

No llegamos juntos.

Estuvimos ahí.

Parada Esperanza.

Costa Azul.

Invierno.

Julio 2021




30.07.2021 18:15 / Relatos

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Relatos en tiempo de pandemia.

En tiempo de pandemia.

Hoy vi caer copos de nieve en mi jardín.

Hoy los árboles se hamacan con el viento.

La llovizna se hizo cerrazón.

No voy a dejar que empalidezcan tus mejillas.

Que la nieve y el frio borre tu sonrisa.

Hoy no soltare tus las manos.

Hoy.

Si no alcanzan mis manos.

Mi cuerpo.

Mi aliento.

Incendiare los campos.

Los montes.

Fogatas en las playas.

Incendiaré el mar.

Ruinaré la gente en las plazas.

Hasta que no que una nube en el cielo.

Borrare la obscuridad de la noche.

Dejare la luna redonda.

El lucero que maraca el sur.

Hasta que salga el sol.

No tengo otra razón.

Parada esperanza.

Costa Azul.

29 7.2021


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Vivo en Canelones. Realizo actividades como comunicador en Radios. Escribo, entre cosas, notas y artículos, algunos publicados en la prensa local y nacional. Mi correo: rabrines@adinet.com.uy

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